Bruselas prevé que la recesión en España llegue al 9,4% en 2020 para repuntar un 7% en 2021
La caída española del PIB sería la tercera más fuerte de la zona euro, tras Grecia e Italia
La crisis sanitaria y económica del coronavirus provocará en España una de las recesiones más duras de la zona euro, con una caída del PIB que llegará al -9,4% durante lo que queda de 2020. A nivel europeo, solo Grecia e Italia salen peor paradas. Es la previsión de la Comisión Europea, que ha presentado este miércoles su pronóstico económico de primavera. Pese a todo, recuerda Bruselas, si las medidas de desescalada funcionan en los plazos previstos y la actividad se va recuperando paulatinamente, la economía "debería experimentar algún tipo de rebote" en los últimos meses de 2020 y, sobre todo, al comienzo del próximo ejercicio. Esto, explica la Comisión, "llevaría el crecimiento anual del PIB español al 7% en 2021".
La desaceleración está marcada, explica el documento, por la fuerte dependencia hacia el sector servicios, concretamente, hacia "las actividades relacionadas con el turismo, el transporte, la restauración y el alojamiento", un mercado que tardará más en reabrirse al público y volver a la normalidad. No es el único aviso que deja la Comisión. Las estimaciones del organismo que dirige Ursula von der Leyen, además, elevan la tasa de paro al 18,9% durante 2020, el déficit público a casi el 10% y deja la deuda rozando el 116%.
Las cifras de Bruselas están muy alineadas con las que el Gobierno envió la semana pasada a la Comisión Europea al presentar su plan de estabilidad. En él, el Ejecutivo vaticinaba una caída del PIB de un 9,2% para 2020, con una recuperación posterior del 6,8%. El departamento que dirige Paolo Gentiloni, comisario de Economía, también coincide a grandes rasgos con las previsiones de Madrid en cuanto al déficit público. Así, la Comisión prevé que para 2020 el déficit alcance el 10,1% del PIB y la deuda aumente hasta el 115,6%, unas previsiones que los ministerios de Hacienda y Economía dejan en el 10,3% y el 115,5%, respectivamente.
Estas previsiones se alejan, sin embargo, de las del Fondo Monetario Internacional (FMI), que auguró en marzo un desplome del PIB del -8%, con una recuperación en 2021 del 4,3%. El FMI estimó también un aumento del déficit público, que pasaría del 2,6% del cierre de 2019 al 9,5% en 2020.
Comparativa europea
La recesión de la economía española será una de las más notables de Europa, según las previsiones de Bruselas. En 2020, la caída del 9,4% del PIB solo será superada por Grecia (-9,7%) e Italia (-9,5%). Pese a todo, ningún país de la zona euro conseguirá esquivar el crecimiento negativo, llevando la media de la región al -7,7% y la del continente al -7,4%. Alemania, por ejemplo, caerá un -6,5%, Francia, un -8,2% y Portugal y Países Bajos lo harán un -6,8%.
Para 2021, prevé la Comisión, el PIB de la zona euro crecerá un 6,3% y el de Europa un 6,1%. España (7%) superará a Bélgica (6,7%), Alemania (5,9%), Italia (6,5%) o Austria (5%). Se quedará por debajo, sin embargo, de Grecia (7,9%) o Francia (7,4%).
"La Unión Europea ha entrado en la recesión más profunda de su historia", explica Gentiloni. Y la recuperación, añade, será asimétrica, ya que se verá marcada por los ritmos de desescalada de cada país y de los levantamientos de los bloqueos. También, por la dependecia de cada economía del sector turístico y por los recursos financieros de cada país. Esta "divergencia" supone una amenaza para el mercado único, por lo que la respuesta europea debe "ser conjunta", recalca.
Mercado laboral
La Comisión Europea también analiza en su documento el mercado laboral español y las consecuencias del coronavirus en el trabajo. Los ERTE, detalla Bruselas, "se están utilizando en grandes cantidades, y deberían limitar las pérdidas de empleo y apoyar los ingresos del hogar durante la recesión". Aún así, prosigue, el uso generalizado de estos mecanismos no ha impedido una rápida caída del empleo, afectando en particular a los trabajadores temporales. Se espera, por lo tanto, que la tasa de desempleo aumente rápidamente, lo que amplifica el impacto en la economía, aunque la destrucción de puestos de trabajo debería relajarse a medida que la actividad se recupere nuevamente. El 14,1% de 2019 se elevaría, según estas previsiones, al 18,9% de 2020, la segunda tasa más alta del continente, solo por detrás de Grecia (19,9%). Italia, en tercer puesto, llegaría al 11,8%.
Con todo, la Comisión espera que "la recuperación en el mercado laboral sea más lenta en medio de la alta incertidumbre, con un impacto de la crisis desproporcionado" en sectores como la construcción, el comercio o el turismo. Así, en 2021, el ratio de desempleo se quedaría en el 17%. A su vez, la crisis debería conducir a una fuerte contracción del consumo privado en el primer semestre de 2020, seguida de un repunte en la segunda mitad del año. La disminución del consumo privado, no obstante, provocará un aumento considerable en la tasa de ahorro, anticipa Bruselas.
Cuentas públicas
En 2019, el déficit aumentó por primera vez desde 2012, al pasar del 2,5% al 2,8% del PIB. En 2020, se espera que la recesión tenga un impacto profundamente negativo en las finanzas del Gobierno. Se espera que la contracción de las bases impositivas conduzca a una caída significativa de los ingresos, mientras que el aumento del desempleo y "el uso extensivo de los ERTE deberían dar lugar a grandes aumentos en las transferencias sociales". Además, el gasto en atención médica está aumentando significativamente.
Estos factores, junto con los aumentos ya promulgados en las pensiones y los salarios del sector público, deberían llevar el déficit hasta aproximadamente el 10% del PIB en 2020. El déficit debería reducirse a menos del 7% del PIB en 2021 a medida que se reanudase la actividad económica y la mayoría de las medidas implementadas para responder a la crisis del coronavirus, de carácter temporal, fuesen desapareciendo. Por eso, debido al déficit de endeudamiento y a la severa contracción del PIB, se espera que la deuda aumente en alrededor de 20 puntos, pasando del 95% en 2019 a casi el 116% en 2020, para disminuir a alrededor del 114% en 2021.
Sector empresarial
Las medidas destinadas a apoyar al sector empresarial, explica la Comisión, "pueden reducir el número de quiebras, pero la demanda débil, la alta incertidumbre, la escasez de liquidez y la rentabilidad deteriorada se traducirán en una fuerte contracción de la inversión". Aunque la situación debería mejorar a partir del tercer trimestre de 2020 en adelante, se espera que la inversión en 2021 permanezca muy por debajo de los niveles de 2019. También se pronostica que las exportaciones se contraerán fuertemente este año debido a las caídas en los mercados, las restricciones de producción y el grave impacto de la crisis en el sector turístico. Las exportaciones de bienes deberían recuperarse en 2021, pero se prevé que la recuperación del sector turístico sea más lenta debido a restricciones más duraderas en la actividad y movilidad y, posiblemente, "a una mayor aversión a los viajes".
También es probable que las importaciones se contraigan fuertemente este año y se recuperen en 2021, en línea con la demanda final. La contribución de las exportaciones netas al crecimiento debería ser ligeramente negativa este año, y volver a tasas positivas en 2021. Debido a la marcada caída en los precios del petróleo, el superávit en cuenta corriente se ampliará, mientras que se espera que la inflación general disminuya del 0.7% de 2019 al 0% este año, antes de llegar hasta el 1% en 2021.