La UE lamenta falta de progresos en una negociación del Brexit que corre a contrarreloj
El negociador comunitario, Michel Barnier, tilda de decepcionantes las propuestas británicas
El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, lamentó este viernes la falta de progresos en las negociaciones sobre la futura relación con el Reino Unido, interrumpidas por la crisis del coronavirus. Esta semana se ha celebrado la segunda ronda de contactos, que ha durado hasta este viernes. Sin embargo, a ocho meses de que expire el plazo para encontrar un acuerdo que toca demasiados ámbitos, (seguridad, defensa, comercio, pesca, movilidad de personas...) Barnier ha criticado a Londres por "ralentizar" la negociación a la vez que rechaza de plano prorrogar el periodo de transición, que mantiene el 'statu quo' hasta diciembre pero que podría retrasar la ruptura definitiva uno o dos años si las partes así lo acuerdan antes de julio. Reino Unido, al menos por ahora, se ha mostrado en contra de prolongar esta fase de transición, y quiere hacer totalmente efectivo el divorcio según comience el año 2021.
"No podemos aceptar que haya avances selectivos y solo en un número limitado de asuntos", ha explicado Barnier en una rueda de prensa en Bruselas para hacer balance de la reanudación de las negociaciones tras el impasse impuesto por la pandemia. Así, ha explicado el negociador de la Unión, Reino Unido "no puede rechazar ampliar la transición y, al mismo tiempo, ralentizar los avances en áreas importantes". Según el francés, la parte británica ha presentado propuestas solo para algunos aspectos que preveían negociarse, y no para el paquete completo. Barnier, de hecho, ha tildado de "decepcionantes" los avances en cuatro asuntos que para la Unión son claves: un terreno de juego nivelado y en las mismas condiciones, la gobernanza, la seguridad y la pesca.
Barnier ha insistido en que son necesarios avances en "todos los asuntos en paralelo" y hallar soluciones para las cuestiones más espinosas a tiempo para que el paso a la siguiente fase no sea traumático. También ha defendido la propuesta europea, presentada hace más de un mes y que cuenta unas 350 páginas, frente a la falta de concreción británica, al tiempo que ha asegurado que no es un documento "que aceptar o rechazar", sino la base de una negociación.
Por todo ello, el negociador europeo ha alertado de la falta de avances e insistido en que el "tiempo se agota", más todavía teniendo en cuenta que el Gobierno británico ha confirmado durante las negociaciones que rechaza de plano prorrogar el periodo transitorio. La posición europea, respaldada también por España, es contraria a estos tiempos, y prefiere prolongar durante al menos un año más las negociaciones para "llegar a acuerdos que beneficien a ambas partes", explican fuentes comunitarias.
Para la UE una de las líneas rojas es cerrar un acuerdo pesquero a más tardar en junio, que aclare el acceso a las aguas británicas de la flota europea, y la otra son las garantías de competencia leal en la relación futura. "La UE no dará su acuerdo sobre una futura relación económica que no incluya una solución equilibrada, duradera y a largo plazo para la pesca", ha zanjado.
Los dos equipos negociadores, formados cada uno por un centenar de expertos, han mantenido unas 40 reuniones técnicas a lo largo de esta semana, en la que es la segunda ronda formal de contactos para tratar pactar el nuevo marco de relación tras el divorcio. Las reglas de la separación prevén la posibilidad de retrasar la ruptura definitiva (manteniendo uno o dos años la situación actual en la que Reino Unido tiene acceso al mercado interior y hay libre circulación, pero ha perdido voz y voto en las decisiones de la UE), pero la decisión de tal prórroga tendría que llegar de mutuo acuerdo en junio a más tardar.