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Comunicaciones

El milagro de la fibra, el teletrabajo y el Covid-19

Hace seis años la red no podría haber soportado la carga de datos provocada por el confinamiento

Fachada de la sede corporativa de Telefónica.
Fachada de la sede corporativa de Telefónica.EFE

Vivimos momentos complicados. Días difíciles que están poniendo encima de la mesa muchos temas de los que no apreciamos su verdadera importancia hasta que realmente se convierten en pilar fundamental de nuestra propia supervivencia. La dramática crisis del COVID-19 que estamos atravesando en estos momentos, nos está mostrando cómo de vitales son las redes y servicios de tecnología de la información y las comunicaciones, tanto para responder a la pandemia actual como para abordar la gestión de una catástrofe sin precedentes como la que nos toca vivir.

Ahora que en España todo el mundo saca pecho y se apunta al “milagro” de nuestras redes de ultra banda ancha rápida con especial atención a la red de fibra, me gustaría aprovechar estas líneas para explicar en primera persona la génesis de cómo fuimos capaces de situar a nuestro país en los primeros puestos de conectividad a nivel mundial y rendir un sincero homenaje a aquel equipo de Telefónica España que contra viento y marea fue capaz de sacar adelante uno de los proyectos tecnológicos e industriales más trascendentales desarrollados en nuestro país.

Despliegue de FTTH en España, la realidad detrás de las cifras

Telefónica España en 2011/2012 tenía que decidir la mejor forma de gestionar sus inversiones para evolucionar sus redes, fijas y móviles, y prepararlas acorde a lo que podrían demandar sus clientes y además intentar situar a España a la vanguardia de la conectividad mundial.

Con un CAPEX limitado y presión sobre el OPEX había que tomar una decisión trascendental en el tiempo como luego se ha demostrado: desplegar fibra, LTE y capacidades varias como VoLTE (voz sobre LTE). No era una decisión fácil porque la inversión era cuantiosa y surgieron voces dentro de la propia compañía que apostaban solamente por el LTE y por otras tecnologías en el fijo, básicamente el VDSL. Y por si eran pocos los problemas para sacar adelante el ambicioso programa de fibra, adicionalmente había una cifra mágica que venía de la experiencia norteamericana y que eran los más de 1.000 euros que costaba el despliegue por hogar pasado, todo un hándicap. Todas estas circunstancias nos obligaron a utilizar nuestras mejores dotes de persuasión para convencer al Consejo de Administración de Telefonica de que la fibra era el camino por el que había que apostar. Y para hacer que la decisión fuera viable tuvimos que trabajar contra reloj para reducir la inversión en otras actividades, ya que el despliegue de fibra tenía que ser el auténtico núcleo vertebrador de toda la compañía en las próximas décadas. El esfuerzo de priorización y simplificación fue de tal intensidad que se redujo en más de un 25% la inversión de los ejercicios 2012 y sucesivos.

Era una cuestión de liderazgo que sin ninguna duda tenía que llevar el marchamo de Telefónica. Era el momento de apostar decididamente por la fibra, de manera agresiva, para dar un acelerón en la transformación radical de las redes en España y contribuir a aumentar la productividad y el bienestar de los españoles. Y todo eso sin descuidar la cobertura móvil y otros servicios avanzados que necesitaban seguir en la vanguardia tecnológica.

El proyecto era de tal magnitud que rápidamente pasamos de una situación en 2011 donde apenas había 500.000 hogares pasados a tener en 2018 casi 20 millones de hogares pasados con un incremento de 40 veces y más del 80% de los hogares con fibra. Para conseguir este desarrollo explosivo de la fibra se preparó toda la organización de Telefonica de España, especializando y reconvirtiendo una gran parte del equipo técnico para desarrollar actividades de planificación y diseño de redes ópticas en un trabajo sin precedentes dentro de una empresa casi centenaria. Otro pilar básico en esta aventura fue el trabajo de las empresas colaboradoras, las famosas contratas. Sin su ayuda toda esta aventura hubiera sido imposible. Por poner un ejemplo de su extraordinario desempeño, en algunos meses de los años 2014 y 2015 llegaron a desplegar tantos hogares pasados como se habían desplegado hasta 2011.

Para conseguir este desarrollo de fibra y hacerlo viable sin impactar en las inversiones de Telefonica de España, hubo que trabajar duro en reducir el coste unitario del despliegue de cada hogar pasado. Nadie apostaba por lograrlo en aquellos años, pero conseguimos disminuir sustancialmente el precio de unidad que se instalaba llegando a que cada hogar costase bastante menos de 100 euros. Sin duda fue clave el trabajo del equipo técnico en cuanto a diseño y planificación de la Red. Esos costes hicieron posible un despliegue masivo y rápido del que hoy disfrutamos en nuestro confinamiento obligado.

El resultado de ese gran paso fue que España pasó a liderar los rankings europeos tanto en clientes como de hogares pasados con fibra, teniendo desde 2014 más fibra que Alemania, Francia, Italia, Portugal y Reino Unido juntos. Un hito difícil de creer para muchos.

Todo esto se logró tanto por visión como por tenacidad para gestionar los aspectos regulatorios (fueron numerosas las trabas del regulador del momento que tuvimos que solventar), de hecho, se planteó una regulación de la fibra que no ayudaba a continuar desplegando las redes de FTTH y en ese momento estábamos ya en torno al 50% del país pasado. Quedaba por tanto mucho por hacer y a pesar de las zancadillas regulatorias que eran constantes y estuvieron a punto de paralizar todo nuestro despliegue y tirar por tierra todo el trabajo hecho, decidimos continuar adelante en una decisión en la que primó el interés de España por encima de todo. Lo que no pudimos evitar es que los constantes obstáculos del regulador impactaran de manera negativa en la velocidad de despliegue. Sin estos graves problemas regulatorios, España hubiera disfrutado de todas las capacidades de la fibra mucho tiempo antes.

Otro proceso que disparó la explosión de la fibra fue la consolidación del mercado telco. En 2012, a parte de Telefonica, el único operador que apostaba claramente por la fibra era Jazztel. A final de ese año negociamos un despliegue conjunto de una parte de la Red de Fibra con José Miguel García, ex CEO de Jazztel, al que hay que aplaudir la visión de liderazgo que tuvo en ese momento. Este acuerdo y nuestra determinación en el despliegue de fibra, a la vez que la fuerte actividad comercial, hicieron que el mercado se consolidara definitivamente; primero Vodafone adquirió ONO en marzo 2014 y después Orange compro Jazztel en septiembre del mismo ejercicio. Tanto Laurent Paillassot, CEO de la compañía francesa, como su homólogo António Coimbra en la británica, supieron también aceptar el reto y apostar por el despliegue FTTH. Más tarde sería MásMóvil, la compañía que dirige Meinrad Spenger, quien se uniría a la batalla por la comercialización y extensión de la fibra entre sus clientes.

La creación de esta SuperRed permitió lanzar de manera masiva productos convergentes de alta calidad (Fusión). Para redondear la ecuación se trabajó con intensidad en el equipamiento en casa del cliente, se cometieron errores pero esas primeras equivocaciones nos ayudaron a desarrollar un equipamiento en el hogar que integraba en un solo equipo las funciones de la ONT (Optical Network Terminal), el equipo que convierte la señal óptica que transporta la Fibra en una señal de banda ancha para que la interprete el Router, y el mismo Router, con más calidad y capacidad que los dispositivos anteriores y a un precio mucho más competitivo. Ese equipo es el famoso HGU (Home Gateway Unit) de Movistar del que muchos de ustedes disfrutan en sus hogares y que permite un mejor rendimiento y experiencia de navegación, tanto fija como inalámbrica.

Otro aspecto clave en las redes sobre el que pusimos el foco consistió en trabajar en el acceso porque al incrementarse su capacidad sufren muchísimo las propias Redes de transporte e IP. Se trata de un punto muy relevante porque no solo se construyó una de las Redes de acceso más potentes del mundo, sino que adicionalmente se desarrollaron diferentes Redes de transporte acordes con el acceso que hacía falta.

Así se consiguió no solo ofrecer más velocidad a los clientes (ya hasta 600Mbps simétricos que ni los más optimistas hubieran presagiado) si no que se simplificaba la red, se apagaban redes viejas/sistemas obsoletos (los denominados legacy), se reducían costes operativos (bajan los costes por hogar conectado y pasado), menor consumo energético, y mejoraba la calidad del servicio (la fibra presenta menos fallos que el cobre, del orden del 50-70% menos), aumentando increíblemente la satisfacción de los usuarios finales.

Ahora la red FTTH (de fibra hasta el hogar) es la más extensa de Europa y la principal en número de hogares conectados. A finales del 2019 se contabilizaron ya más de 23 millones y todas las localidades por encima de 10.000 habitantes ya cuentan con red de fibra con la que poder realizar cualquier tipo de actividad. Se espera que el 100% de la población disponga de esta tecnología para el año 2025.

Teletrabajo al alcance de todos

Y gracias a la creación de esta SuperRed de la que hoy todos nos sentimos orgullosos, España es una nación totalmente conectada que nos permite teletrabajar sin ningún tipo de problema o simplemente tener acceso a nuestras series favoritas y, lo que es más importante, poder pasar esta crisis de una manera diferente. Tenemos la enorme ventaja de vivir en un país que se ha preparado tecnológicamente como ningún otro para afrontar con éxito todos los retos que se pongan por delante. Esta misma crisis hace seis años sin ir más lejos hubiera sido terrible. Hemos construido el soporte para ser más Digitales que los demás y esto lo tenemos que aprovechar.

GOBIERNO DE ARAGÓN

Lo que me da mucha pena es que el resto de nuestros compatriotas europeos no estén en la misma línea que nosotros y no puedan resolver este problema de confinamiento con sus propias capacidades como nosotros estamos haciendo. El mayor ejemplo es el tráfico generado por las plataformas OTT (Over the Top) o plataformas de televisión en “streaming” como, por ejemplo, Netflix, HBO, Amazon Prime o Disney, que han visto cómo se ha tenido que limitar su capacidad de transmisión y calidad de emisión para no congestionar las redes europeas por donde difunden sus contenidos. Ahora podríamos entrar en el debate de la importancia de las redes, su monetización o la de los contenidos de los OTT norteamericanos y su canibalización de ingresos. Una controversia que antes o después habrá que volver a poner encima de la mesa y que yo tratare en siguientes artículos.

Por último, me gustaría reconocer que este proyecto, probablemente la mayor transformación en redes de la historia moderna de este país, no hubiera podido hacerse fuera de la compañía donde he pasado toda mi vida. En Telefonica siempre se ha buscado la excelencia tecnológica y esto es un claro ejemplo, los protagonistas han sido los trabajadores de la operadora en España que sin duda supieron reconvertir sus capacidades para realizar esta gesta sin precedentes. También tenemos que rendir un sincero homenaje a las contratas que en todo este ciclo han sido nuestro brazo armado para materializar esta proeza, igual que lo fue el trabajo duro, sacrificado y extenuante de todo el Comité de Dirección de Telefonica de España que resistieron sin fisuras y como un único equipo todos los problemas y vicisitudes que nos fuimos encontrando por el camino en esta enorme aventura industrial

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