Así combaten los bufetes el impacto del aislamiento en sus abogados
A las firmas les preocupa la salud física y mental de los letrados, que deben hacer frente a un pico de trabajo en plena cuarentena por el coronavirus
La crisis sanitaria desatada por el coronavirus está poniendo a prueba a los departamentos de recursos humanos (RR HH) del sector legal. Los despachos tratan de hacer frente a un pico de trabajo asociado al impacto económico y social de la pandemia, pero a la vez intentan velar por la salud física y mental de sus empleados, sometidos a cuarentena.
En este difícil contexto, han surgido numerosas iniciativas para prevenir posibles contagios, reforzar la cohesión de los equipos y motivar a cada uno de sus miembros, ahora que se encuentran separados físicamente. La mayoría de grandes firmas ha optado por cerrar las oficinas a cal y canto, y solo permitir la recogida de documentos. Para compensar la posible sensación de aislamiento, en Allen & Overy han impulsado “minigrupos de contacto” por WhatsApp que ayudan a los abogados a sentirse más conectados e integrados con sus compañeros. En palabras de la responsable de salud y bienestar, Cristina Santos, es importante que todo el mundo sepa a quién recurrir en cada momento, pero también que tengan un espacio para expresarse e incluso bromear. “No hay que perder el buen ambiente de trabajo”, asegura.
La idea es que los empleados se acostumbren a operar a distancia, pero también que las firmas se adapten y tengan en cuenta las circunstancias personales de cada trabajador, sea abogado o parte del personal de apoyo. Así, en Ashurst han dado la posibilidad de mover reuniones o responder a correos electrónicos a horas no habituales a los empleados con hijos pequeños, dado que “a veces las horas de trabajo no son las de siempre y es complicado mantener la atención al 100% en determinados momentos”. Desde Andersen Tax & Legal aseguran que también están intentando ser comprensivos con la situación de cada persona. Especialmente con los que tienen menos experiencia y se acaban de incorporar. Afirman que les están enviando constantemente mensajes positivos para motivarles.
En paralelo, algunas organizaciones cuentan con programas para atender y guiar a quienes necesiten tener una conversación privada o canalizar un simple desahogo. En Pinsent Masons son los propios socios y abogados los que llevan a cabo esta función, tras recibir formación específica. Santiago Iguaz, jefe de RR HH, reconoce que en estos últimos días las preguntas de los trabajadores se centran, sobre todo, en “saber qué va a pasar a corto plazo y cuánto tiempo van a tener que seguir teletrabajando”. Además, confiesa que “se percibe una cierta intranquilidad por razones externas”.
Atención psicológica
A fin de atajar esta incertidumbre, en Helbert Smith Freehills han decidido habilitar un plan de atención psicológica y una línea de teléfono dedicada a resolver cuestiones relativas al coronavirus. El servicio incluye además el envío diario de correos electrónicos con información sobre la evolución de la enfermedad y consejos prácticos para llevar mejor la cuarentena. “El médico nos manda pautas para mantener el equilibrio físico y mental, y criba todos los días las noticias que aparecen en los medios con lo realmente importante. Lo cierto es que la gente lo agradece bastante”, desvela la responsable de personal, Carolina Banegas.
No obstante, el virus no es la única preocupación para los letrados. Lejos del parón que sufren otras empresas, en los últimos días, los bufetes han recibido un aluvión de consultas legales derivadas de la pandemia. En consecuencia, los profesionales del derecho están teniendo que soportar una presión adicional que se agrava debido a los constantes y profundos cambios normativos. En Ecija abogados intentan facilitarles la tarea con un equipo de expertos que elabora resúmenes diarios con todas las novedades tanto oficiales como extraoficiales. De esa manera, explica Alejandra Riquelme, “nos aseguramos de que todo el mundo comprenda el impacto real de cada medida y tenga a la mano una respuesta rápida que ofrecer a los clientes”.
La responsable del departamento de personal de Ecija señala que los bufetes han encontrado en el teletrabajo su tabla de salvación. Pero para teletrabajar hace falta infraestructura y una clara organización. Las firmas que ya tenían implantada esta modalidad han podido reaccionar con más rapidez. “Hace ya bastantes años que nuestros empleados tienen esta posibilidad y la usan frecuentemente. Gracias a esa política, estamos adaptándonos bien a la nueva situación”, señala Riquelme.
Para agilizar la transición, las compañías están enviando a sus empleados guías con instrucciones para teletrabajar. Incluso, algunas, como Cuatrecasas, han incorporado la figura del “capacitador informático”, que ayuda a los empleados a familiarizarse con todas las herramientas a su disposición y solventar posibles dudas técnicas sobre la marcha. Como apuntan fuentes de la firma, desde el pasado 12 de marzo se han llevado a cabo más de 250 sesiones formativas en línea, con un total de 1.360 asistencias de este tipo. El objetivo, dicen, es “garantizar que la experiencia de teletrabajar en remoto sea igual a la de trabajar en la oficinina.