Coronavirus: una respuesta coordinada sería más eficiente
Uno de los mayores riesgos a corto plazo puede ser la falta de liquidez para algunas empresas, en particular pymes
Hace dos semanas trabajábamos con la suposición de que no habría un brote importante de coronavirus fuera de China. Estimábamos menor demanda de bienes europeos de Asia y alguna interrupción en las cadenas de suministro mundiales, que sería temporal, principalmente el primer trimestre, siendo la economía china la más afectada.
Seguimos creyendo que estamos ante un shock transitorio. Sin embargo es probable que a corto plazo la desaceleración sea más pronunciada de lo que habíamos previsto. Hay que tener en cuenta las pruebas crecientes de que el virus se propaga rápidamente fuera de China. Ya las encuestas de febrero de la eurozona han revelado primeros signos de perturbación en las cadenas de suministro, así como menor demanda externa. Si bien el norte de Italia se ha convertido en el ojo de la tormenta en Europa, también han aparecido nuevos casos de infección en muchos otros países.
Esto ha llevado a los gobiernos a medidas drásticas, incluida cuarentena en algunas zonas, cierre de museos y escuelas, prohibiciones de concentraciones masivas y restricciones a los viajes. Estas medidas afectarán a la actividad económica. Además utilización de capacidad productiva en China, a pesar de señales de que sus autoridades controlan el virus, ha seguido de momento mucho más baja de lo que esperábamos. De manera que impacto para las exportaciones europeas a Asia y las interrupciones de la cadena de suministro pueden ser más graves de lo que habíamos pensado.
También hay que tener en cuenta que en gran medida desconocido la manera en que las personas y empresas europeas se adaptan sigue siendo. Puede haber disminución del consumo, aplazamiento de inversiones y/o decisiones de no viajar, incluso a lugares donde no hay prohibiciones. De momento servicios y fabricación se están viendo afectados. En particular, el turismo, una parte significativa de la economía de varios países europeos, es muy sensible. En Italia representa 5,5% del PIB, 13% cuando se incluyen efectos indirectos.
De manera que esperamos crecimiento del PIB cercano a cero en la eurozona este primer semestre, con trimestres consecutivos negativos en algunos países, antes de reanudarse el tercero. Así pues, hemos reducido la previsión de crecimiento anual en la eurozona a 0,5% desde 1% que preveíamos en noviembre. Mucho dependerá de si hay otros brotes importantes en Europa, cuánto dura la epidemia y las respuestas de los bancos centrales y los gobiernos, con riesgos a la baja.
De hecho seguimos preocupados por posibles daños a hogares y empresas. En 2019 la demanda interna impidió que la eurozona experimentara una desaceleración más pronunciada, pero ahora hay riesgo de que el virus la debilite. También puede tener efectos significativos en la demanda de bienes europeos de países distintos de China, pues la Euro Zona es más abierta que otras economías como EEUU o la propia China. Alemania e Italia parecen más vulnerables entre los grandes, por diferentes razones. Alemania está particularmente expuesta a la demanda china y la interrupción de la cadena de suministro, mientras que Italia se ha convertido en el epicentro del brote de virus en Europa.
Sus regiones más afectadas, Lombardía y Véneto, representan alrededor de 30% del PIB italiano y 40% de su producción industrial. Además, el cierre decretado por las autoridades en ambas regiones amenaza con perturbar más las cadenas de suministro industriales en Europa. A ello se añade que Véneto y Lombardía son de las regiones más visitadas del país transalpino.
El caso es que no es fácil decir cómo deben responder los responsables políticos europeos para encontrar un equilibrio adecuado entre políticas fiscales y monetarias. Uno de los mayores riesgos a corto plazo puede ser una escasez de liquidez para algunas empresas, en particular pequeñas y medianas. En nuestra opinión, la política fiscal más que monetaria puede ser más adecuada. Se trata de transferir la presión del sector empresarial (y doméstico) a los gobiernos. Puede ser mediante rebajas fiscales temporales, garantías de crédito para pyme o, en Alemania, más fácil acceso al sistema Kurzarbeit de trabajo a corto plazo subvencionado por el fondo de seguro del desempleo.
El gasto público también puede ayudar. De momento, Mario Centeno presidente del Eurogrupo, la agrupación informal de ministros de finanzas de la eurozona, ha subrayado la disposición a “contener la enfermedad y proteger a las economías de nuevos daños”, con flexibilidad para una desviación temporal de las normas fiscales de la UE “en la medida necesaria, siempre que si el gasto adicional esté vinculado con este estado de cosas inusual y sea de naturaleza temporal”. El Eurogrupo reevaluará la situación el 16 de marzo y varios países ya han adoptado o están preparando medidas, especialmente Italia. Probablemente veamos también mayor gasto público en otros países, incluyendo Alemania.
Sea lo que sea, una respuesta coordinada eurozona sería mucho más eficiente. Puede llegar si la situación sigue deteriorándose. Ya ocurrió en 2008 que la Comisión Europea reunió a todos los gobiernos de la UE y coordinó un estímulo presupuestario de 200.000 millones de euros, equivalente a 1,5% del PIB de la UE.
Sin embargo la política monetaria por sí sola puede ser menos eficaz, lo que puede explicar por qué el BCE ha sido más reacio a actuar que otros bancos centrales. Esto no implica que vaya a quedarse al margen. Está dispuesto a tomar “medidas apropiadas y específicas” y esperamos que en la reunión del 12 de marzo anuncie una operación especial LTRO de refinanciación condicionada a la concesión de crédito a largo plazo, destinada a proporcionar préstamos a pyme en condiciones muy favorables. No se puede descartar que lleve a cabo nuevos recortes de tipos de interés o un aumento de compras de activos financieros.
Nadia Gharbi es Economista para Europa de Pictet WM
Archivado En
- Opinión
- Neumonía
- Coronavirus
- Enfermedades respiratorias
- Virología
- Microbiología
- Bancos
- Enfermedades infecciosas
- Mercados financieros
- Unión Europea
- Enfermedades
- Empresas
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Medicina
- Economía
- Relaciones exteriores
- Banca
- Finanzas
- Biología
- Salud
- Ciencias naturales
- Ciencia
- Coronavirus Covid-19