Metrovacesa logra en 2019 solo el 40% de su objetivo de entregas de viviendas
Quabit se queda en un 30% de la meta de casas terminadas Las empresas reconcen una ralentización en las ventas
El nuevo sector promotor surgido tras la crisis arranca poco a poco. Las grandes cotizadas están capitalizadas, con niveles bajos de deuda y un banco de suelo aceptable adquirido en los últimos años. Pero el ritmo de entregas de casas está siendo menor a lo planificado y comunicado al mercado por las propias compañías. Los últimos ejemplos se produjeron este mismo viernes, tras la presentación de resultados de Metrovacesa y Quabit.
Metrovacesa, promotora participada por Santander y BBVA, comunicó al mercado que el pasado año entregó 289 viviendas en 2019, frente a las 700 previstas, lo que supone quedarse al 40% de su objetivo. La cifra es aún menor que la de 2018. Como justificación, la empresa señala un proceso de entregas alargado por la nueva regulación de hipotecas, demoras en la recepción de licencias de primera ocupación de algunos proyectos y “demanda residencial débil en los últimos trimestres”, motivos que otras compañías han compartido en los últimos meses.
La inmobiliaria reconoció, además, que el retraso de entregas ha tenido un “impacto en una menor facturación” en 2019, que se quedó en 170,1 millones de euros, un 15% inferior que el año anterior, lo que muestra un annus horribilis para una promotora que desde su salida a Bolsa en 2018 tenía previsto un periodo de crecimiento. Los inversores recibieron las cuentas con un castigo del 2,2% el viernes.
Respecto al resultado, la promotora redujo sus pérdidas a la mitad en 2019, hasta 4,5 millones, en comparación con los 9,1 millones negativos que registró en 2018.
De igual forma, los resultados de Quabit fueron decepcionantes para el mercado, con un correctivo del 5% en la sesión. La promotora entregó únicamente 157 pisos, una tercera parte de los 500 que la cifra prevista, un número que ya rebajó en mayo desde las 900 inicialmente anunciadas. La inmobiliaria presidida por Félix Abánades, igualmente achaca entre los motivos a una “ralentización” en el ritmo de ventas. La empresa perdió 9,1 millones en el pasado ejercicio frente al beneficio de 6,8 millones.
Por su parte, Aedas comunicó esta semana que tampoco llegó a su objetivo de 1.055 unidades, al entregar 833. En el caso de Neinor, sí superó el mínimo planteado en su meta de entregar entre 1.200 y 1.500 casas (consiguió 1.269), pero tras haber rebajado previamente su plan en 2019.
Y es que los promotores se han encontrado un enfriamiento en las ventas por la dificultad de acceso a las hipotecas por parte de la generación que tiene que conformar hogares y el agotamiento de la demanda de reposición de vivienda que provoca que no cumplan sus planes previos anunciados a inversores. Entre las salidas que las compañías están encontrando está la construcción para casas en alquiler como han hecho Aedas y Metrovacesa o incluso Neinor, que ha creado una filial que será propietaria de pisos para arrendar.