Las gestoras quieren empresas sostenibles en sus carteras
BlackRock saldrá de las compañías con alto riesgo para el clima La demanda del particular empieza a ser clave para la industria
Hacer un mundo mejor también es posible desde la inversión. No se trata de un deseo; cuidar el planeta se está convirtiendo en una necesidad y prioridad para todos los sectores de las economías del mundo.
BlackRock, la mayor gestora global, con cerca de 7 billones de euros bajo gestión al finalizar 2019, ha decidido dar un giro a su estrategia. En la carta de 2020 dirigida a sus clientes comunicó que “la sostenibilidad es el nuevo pilar de inversión”. La firma muestra su “convicción” de que las carteras que integran criterios de sostenibilidad y sobre el cambio climático “pueden brindar mejor rentabilidad ajustada por riesgo”.
El presidente de BlackRock, Larry Fink, ha advertido, además, que desinvertirán en compañías con alto riesgo para el clima, como las productoras de carbón, y que votarán en contra del equipo directivo y de los miembros del consejo cuando no sean lo suficientemente transparentes en la información sobre esta cuestión.
Climate Action 100+
La gestora se ha unido a Climate Action 100+, una iniciativa lanzada en 2017 que tiene como objetivo eliminar las emisiones de efecto invernadero y que ha sido suscrita por más de 450 inversores encargados de gestionar unos 36 billones. En el grupo figuran Carmignac, HSBC, Robeco, Schroders, Natixis, Aegon, Allianz Global Investors, Amundi, Fidelity, Lyxor y CaixaBank Asset Management, entre otros.
Un ejemplo de los últimos logros de esta organización tiene que ver con Royal Dutch Shell. La compañía ha establecido como objetivo para 2050 la reducción de un 50% de la huella neta de carbono de sus productos.
Los Principios para la Inversión Responsable (PRI, por sus siglas en inglés) son otro proyecto de carácter global y promovido por Naciones Unidas. El fin es construir un sistema financiero más equilibrado basado en las siguientes actuaciones: incorporación de criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) en los procesos de análisis y toma de decisiones a la hora de invertir e impulsar la transparencia de las compañías en materia de sostenibilidad en sus negocios.
En la actualidad son casi 3.000 entidades firmantes de los PRI, frente a las 1.200 que había en 2014. Además de la mayoría de las grandes gestoras internacionales, también están adheridas a estos principios Renta 4 Gestora, Magallanes, Tressis, Fondo de Pensiones de Empleados de Telefónica, Mapfre, Alantra, Kutxabank Gestión y Santander Pensiones, entre otros.
Influencia en el valor
“Los factores ambientales, sociales y de gobernanza ejercen un efecto notable y cuantificable sobre nuestras decisiones de inversión. Afectan a nuestra evaluación de los fundamentales de las empresas en un 30% de casos”, explica Robeco. “En nuestras carteras de renta variable global, el 5% de los elementos que influyen en la formación del precio objetivo para una acción son de este tipo”, añade. La gestora tiene 129.000 millones de activos bajo gestión con criterios ASG, que actualmente integra en la mayoría de sus estrategias de renta variable y fija.
Las cifras
49% de los activosgestionados por entidades españolas siguen criterios de inversión socialmente responsable, frente al 47% de 2015.
5% del total de factores que Robeco tiene en cuenta para fijar el precio objetivo de una acción tiene que ver con la sostenibilidad de la empresa.
36 billones de euros gestionan en el mundo los más de 450 inversores que, bajo la iniciativa Climate Action 100+, buscan establecer un sistema financiero sostenible.
Las acciones llevadas a cabo por el sector financiero a favor del planeta están calando poco a poco entre los inversores. Los últimos datos de Spainsif, Foro de Inversión Sostenible de España, referentes al cierre de 2018, recogen un crecimiento de activos con factores ASG del 13%, hasta llegar a los 210.644 millones de euros, de los que un 91% pertenece a entidades españolas y el resto, a extranjeras. En el caso de las nacionales, suponen el 49% del total de los activos, cuando en 2015 eran el 47%.
La exclusión siguió siendo el principal foco de inversión, aunque Spainsif apunta que la integración de principios ASG está creciendo y ya es la segunda estrategia más seguida.
En cuanto a las razones de incluir la sostenibilidad en las carteras, las gestoras aluden motivos legislativos y de interés de los fondos institucionales, suponiendo el 59% del total. Pero la demanda de los particulares por este tipo de productos ha pasado a ser la tercera causa.
La visión de los expertos
BlackRock. El presidente de la mayor gestora de fondos del mundo, Larry Fink, ha asegurado que “dado que los mercados incorporan en sus proyecciones el riesgo futuro, veremos a corto plazo, y antes de lo que muchos prevén, una importante reasignación de capital”.
Robeco. Cree que “la sostenibilidad impulsa la creación de valor a largo plazo y el cambio en los mercados, países y empresas, lo que implica que ejerce una enorme repercusión sobre la rentabilidad de las inversiones”. La firma comenzó a poner el foco en el medioambiente en los noventa y ahora integra, en la mayoría de sus estrategias cuantitativas y por fundamentales, elementos ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG). Mantiene cada año un diálogo activo con 200 empresas.
Pictet. “La sostenibilidad se ha convertido en una opción rentable que está atrayendo a un número creciente de inversores particulares e institucionales. Tener una visión a largo plazo es más importante que nunca, y esto significa contar con la sostenibilidad en nuestras decisiones diarias”, explica la firma.
Fidelity. Lanzó el pasado año un sistema propio de calificación. Eso significa que a todas las compañías que cubren los analistas (más de 3.000) se les asigna un rating ASG. La gestora asegura que será clave a la hora de tomar decisiones de inversión.