Planificar. La clave para que un autónomo consiga pagar menos IRPF
La comunicación fluida con un profesional que gestione con anticipación las cuestiones clave permitirá al autónomo una mejor presentación de este impuesto.
El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) es uno de los grandes quebraderos de cabeza para muchos autónomos en este país. Realizar una acertada previsión y planificación fiscal suele ser el punto diferencial para que los resultados sean más o menos beneficiosos para el contribuyente.
Ponerse en manos de un experto siempre es el consejo número uno de cualquier interlocutor con experiencia en la gestión de negocios. Es una forma de cubrirte las espaldas en cuando al correcto uso de los trámites. También de no encontrarte con desagradables imprevistos en forma de reclamaciones o sanciones de Hacienda o la Seguridad Social.
Según informan desde el Bufete Pérez Ocaña, es necesario realizar un estudio de fiscalidad del autónomo y su IRPF para que éste tenga que pagar lo menos posible por este impuesto, siempre dentro de la legalidad.
El primer consejo que dan es calcular el tipo efectivo del gravamen del profesional por cuenta propia, teniendo en cuenta sus posibles aumentos y disminuciones. Con esto se pretende conocer las tributaciones que tendrá que realizar, así como sus plazos.
El siguiente paso es efectuar una correcta deducción de los gastos de actividad de los ingresos brutos, comenzando por las facturas y terminando por los gastos financieros, pasando por la dotación de precisiones, afirman desde este bufete. Posiblemente, el experto fiscal también podrá ayudarte en situaciones de incertidumbre, ante cualquier cambio de estrategia en tu negocio, o que se hallen fuera de la hoja de ruta fiscal establecida.
¿Por qué es tan importante la planificación?
Según recuerdan los profesionales de Pérez Ocaña, estamos ante un impuesto complejo. En primer lugar, se trata de un tipo gradual. Cuanto mayor sea el rendimiento, más se pagará.
Por ejemplo, en este 2020 se aplicará un tipo máximo de 45 puntos para las bases generales que superen los 60.000 euros, lo que implica que todos los profesionales autónomos que superen unos rendimientos superiores a esa cantidad tendrán que tributar por ese porcentaje, según recuerdan desde el bufete.
Por otro lado, resulta vital conocer todas las bonificaciones y deducciones, para rebajar la cantidad total a abonar. Además de estar atento a posibles cambios normativos. Por ejemplo, la Administración estudia nuevos tramos para bases superiores a los 130.000 o los 300.000 euros.