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El Abogado del TJUE avala las cláusulas de renuncia a acciones legales contra el banco si son transparentes

Debe quedar demostrado que el consumidor entendía las consecuencias económicas y que no hubo abuso de poder

EFE
Nuria Salobral

El estallido de las cláusulas suelo abusivas provocó una avalancha de renegociaciones de contratos hipotecarios, por los que el banco revisaba las condiciones del préstamo y en las que el cliente se comprometía a no emprender acciones legales con posterioridad, asumiendo también que no recibiría lo pagado en exceso a la entidad. Esa cláusula de renuncia a litigar contra el banco ha llegado también al Tribunal de Justicia Europeo. Y su Abogado General, una suerte de fiscal cuyas conclusiones no son vinculantes pero sí muy influyentes, ha dictaminado hoy que la cláusula por la que un consumidor renuncia expresamente a impugnar por vía judicial la validez de una cláusula previa no tiene por qué ser abusiva, siempre que  "el cliente esté en condiciones de comprender las consecuencias económicas que se derivan para él". Es decir, que la renuncia a esas acciones legales implica necesariamente renunciar a recibir lo cobrado de más por la entidad en una cláusula suelo. 

El pronunciamiento del Abogado General responde a una denuncia de una consumidora ante un juzgado de Teruel contra Ibercaja, entidad con la que firmó en 2011 una hipoteca con un interés que no podía ser inferior al 3,25%. En 2014, la consumidora e Ibercaja firmaron un contrato de novación que modificó el préstamo hipotecario inicial, de modo que el interés no podría ser inferior al 2,35%, una cláusula aceptada por la consumidora. Además, en la firma del contrato las dos partes renunciaban a acciones legales.

La consumidora presentó sin embargo una demanda posterior por carácter abusivo de esa nueva cláusula de renuncia a acciones legales. El Abogado General del TJUE concluye que cuando las partes han modificado la cláusula en cuestión "mediante un acuerdo posterior, confirmando la validez del contrato inicial y renunciando mutuamente a ejercitar acciones basadas en su clausulado, la Directiva (de transparencia) no se opone a que dicho acuerdo tenga eficacia vinculante respecto al consumidor, siempre que medie el consentimiento libre e informado de este último a tal acuerdo". 

El Abogado General reconoce que "no puede perderse de vista la situación de inferioridad en que se halla el consumidor respecto al profesional, ni pasar por alto el riesgo de que la renuncia del consumidor a invocar el carácter abusivo de una cláusula resulte de un abuso de poder del profesional". Pero añade que "una cláusula de renuncia al ejercicio de acciones judiciales no puede considerarse en sí misma abusiva".

Advierte no obstante, que dicha cláusula debe cumplir con el imperativo de transparencia que resulta de la Directiva. Y concluye que "una cláusula suelo que no ha sido objeto de una negociación individual es transparente, en el sentido de la Directiva, cuando el consumidor está en condiciones de comprender las consecuencias económicas que se derivan para él de dicha cláusula. En particular, el contrato que la contiene debe exponer de manera transparente los motivos y las particularidades del mecanismo al que se refiere dicha cláusula". 

"En cambio, no se puede exigir al profesional que exponga, de cara al futuro, las cuotas que tendría que pagar el cliente en ausencia de esa cláusula", añade, lo que supone un alivio para las entidades financieras.

Desde Asufin, la asociación de defensa de los consumidores bancarios, su presidenta Patricia Suárez señala que "las conclusiones del Abogado General siguen dejando abierta la litigiosidad al tener que demostrar, caso por caso que se trató realmente de un acuerdo negociado y no de un abuso de posición por parte del banco. Los bancos tendrán que demostrar que no impusieron a sus clientes las cláusulas de los acuerdos novatorios".

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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