Los bajos tipos de interés aumentan el atractivo de los dividendos
El sector financiero y el eléctrico, los más generosos en los pagos
No hay duda, invertir en dividendos resulta rentable. Y más, si cabe, en la Bolsa española. De hecho, introducir en las carteras valores que retribuyan al accionista puede llegar a ser el doble de rentable. Así lo determina el Informe de mercado de 2019 publicado por BME.
Desde los mínimos de la crisis y hasta noviembre, el Ibex se revalorizó un 57,01%, mientras que con dividendos lo hizo prácticamente el doble, un 113,46%. Desde los máximos precrisis, en noviembre de 2007, la rentabilidad negativa del 41,35% del índice consigue elevarse al 6,31% con dividendos.
Cifras que, según Domingo García Coto, director del servicio de estudios de BME, consiguen atraer al inversor extranjero. “En los últimos 30 años, la Bolsa española nunca ha tenido una rentabilidad media por dividendo superior al 4%, lo que demuestra que la generosa retribución a los accionistas es una tendencia sostenida a lo largo del tiempo, algo que valoran mucho los inversores internacionales”, afirma.
En comparación con otras Bolsas, “la española se sitúa entre las que ofrecen una mayor rentabilidad por dividendo en todo el mundo”, asegura el experto de BME. Declaraciones que se corroboran incluso en los últimos años, cuando el selectivo español ha protagonizado “un peor rendimiento que el mercado de renta variable europeo y mundial desde la crisis financiera de forma bastante sustancial”, indica Juan Barriobero, gestor de carteras de DWS.
En concreto, durante 2019 –y hasta el 31 de octubre–, el promedio mensual de rentabilidad por dividendo de España fue de un 4,04%, por encima de otros países como Reino Unido (3,80%), Italia (3,30%) o Francia (3,13%).
La cifra
4,6% fue la rentabilidad por dividendo al 31 de octubre. El porcentaje es casi 11 veces superior al tipo del bono español a 10 años, situado en el 0,43%.
Pese a ello, Edoardo Fabris, bróker y socio de Key Capital Partners, descarta que los dividendos sean un factor determinante sobre la inversión extranjera en las empresas del Ibex. Fabris explica su afirmación con valores como Inditex (uno de los preferidos por los fondos de inversión) que, sin embargo, “no está entre las compañías con el yield más alto, pero que pueden ser una opción interesante para el inversor de dividendo a largo plazo”.
Mientras que utilities y bancos, muy presentes en el Ibex y con rendimientos elevados, tienen un endeudamiento importante y un riesgo de negocio alto, respectivamente. Por ello, aunque “a corto plazo pueden parecer atractivos, a largo pueden dar sorpresas negativas”, avisa.
Valor refugio
Lo que sí está ocurriendo, dados los bajos tipos de interés, es “la aparición del dividendo como una alternativa atractiva frente a los bonos, cuyas rentabilidades están en zonas de mínimos históricos”, señala Domingo García Coto. Realidad que también destaca Barriobero.
Desde la crisis financiera de 2008, los bajos tipos de interés y la flexibilización cuantitativa han reducido los ingresos disponibles para los inversores procedentes del efectivo y la deuda pública.
Los bonos del Estado no han logrado batir los índices de inflación. Una situación que ha creado un dilema para muchos inversores. Lejos de ver el final del túnel, “se espera que el bajo nivel de los tipos continúe, dado el reciente cambio de tendencia de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo, y debido a la todavía moderada inflación y a la ralentización del crecimiento”, afirma Barriobero.
En tanto, la rentabilidad por dividendo de la Bolsa española (4,6%) es casi 11 veces superior al rendimiento que ofrece el tipo del bono español a 10 años, en 0,43%. En los últimos 12 años, según BME, la Bolsa ha ofrecido una rentabilidad por dividendo anual del 5,5% (promedio realizado sobre el dato de cierre de 144 meses) frente al 3,2% del bono a 10 años respetando la misma media.
Las áreas más atractivas
Entre los sectores predilectos, Gonzalo Lardiés, gestor de renta variable española de A&G Banca Privada, indica que, aunque pueda resultar paradójico, la banca es quien paga unos dividendos más atractivos. “De forma aproximada, el sector dio una rentabilidad por dividendo por encima del 5% en 2019”, cifra Lardiés.
Sin embargo, el experto remarca el contraste con su mala evolución en el ejercicio, “teniendo en cuenta que el año pasado fue muy positivo para la renta variable”. Otra área destacada por Lardiés es la de las eléctricas. Pero, como resumen, “podríamos decir que prácticamente la mitad de las compañías del índice pagaron en 2019 dividendos que suponen una rentabilidad por encima del 5%”, subraya.
De cara a 2020, el consenso de los analistas es optimista al esperar un incremento de los dividendos del Ibex 35 del 6,5% en relación a lo pagado en 2019. El sector bancario y el eléctrico seguirán siendo atractivos para los inversores en valores con una alta rentabilidad en dividendos. Pero los expertos piden cautela frente al sector bancario, dada la petición de contención del Banco de España.
Curiosidades
En este siglo. Desde el año 2000 la Bolsa española ha repartido dividendos por un valor que supera ligeramente los 452.240 millones de euros, una cifra que equivale al 66% del valor actual de mercado de todas las cotizadas españolas.
Cifras anuales. Entre los años 2000 y 2005, el importe promedio de dividendos brutos repartidos por las compañías cotizadas entre sus accionistas fue de 10.893 millones de euros. En 2006 fue de 21.810 millones y desde entonces hasta hoy ningún año ha sido inferior a 23.000 millones de euros. Y, en especial, en los últimos cuatro ejercicios, cuando nunca ha sido inferior a los 27.000 millones.
Opción mayoritaria. Por compañías y tamaños, 54 empresas integradas en algún índice de la familia Ibex han pagado dividendos hasta noviembre. De ellas, 23 han superado una rentabilidad del 4% (15 en el Ibex 35, 6 en el Medium y 2 en el Small).
Scrip dividend. En cuanto a la modalidad de pago, las cotizadas españolas siguen optando –aunque en menor medida– por el scrip dividend o dividendo en acciones. Entre enero y noviembre del pasado ejercicio, el pago satisfecho en acciones fue un 5% inferior al distribuido en el mismo periodo de 2018, alcanzando la cifra de 3.377,56 millones de euros. Su peso dentro del total del pago de dividendos realizados por la Bolsa española fue del 12%, siendo la elección de ocho de las empresas cotizadas.