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España supera por primera vez los 47 millones de habitantes gracias a la inmigración

El saldo migratorio, el más alto desde 2008, compensa que mueran más personas de las que nacen

La población en España en máximos en el primer semestre de 2019

España superó por primera vez los 47 millones de habitantes en el primer semestre de 2019 gracias a la inmigración, según las Cifras de Población y la Estadística de Migraciones difundidas este miércoles por el INE. Entre enero y junio pasados, la población residente en España se incrementó en 163.336 personas hasta alcanzar los 47.100.396 habitantes, gracias a un saldo migratorio positivo que permitió compensar nuevamente un saldo vegetativo negativo, esto es, que murieran más personas de las que nacieron. En términos relativos, la población aumentó un 0,8% respecto el primer semestre de 2018, el mayor repunte desde mediados de 2009.

Durante los seis primeros meses de 2019 llegaron a España 209.097 personas más de las que se fueron del país. Ese saldo migratorio positivo permitió compensar el hecho de que los fallecimientos superasen en 45.002 personas a los nacimientos.

Saldo migratorio en máximos por los extranjeros

En concreto, el saldo migratorio de 209.097 personas fue el resultado de la llegada de 348.625 residentes (un 21,8% más anual) y de la salida de 139.528 (un 17,5% menos), tanto extranjeros como españoles. Se trata del segundo saldo migratorio más importante desde 2008, cuando empezaron los registros, solo superado por el que se dio entre julio y diciembre de 2018 (217.052 personas).

Por nacionalidades, el saldo migratorio de los extranjeros fue de 205.678 personas (el 98,4%) mientras que el de los españoles se situó en las 3.419 (1,6%) personas, la segunda cifra positiva consecutiva, después de una década en la que se iban más españoles fuera de los que llegaban.

Por tanto, según destaca el INE, el aumento de los residentes en España durante los seis primeros meses de 2019 se debió al incremento de la población extranjera ya que la española se redujo, una tendencia que lleva produciéndose desde hace ya dos años. El saldo vegetativo negativo español, de 67.195 personas, no pudo ser compensado por la suma del saldo migratorio positivo (3.419) y de las adquisiciones de nacionalidad española (44.654).

En total, hasta el primer semestre del año pasado, residían en España un total de 5,02 millones de extranjeros, lo que representa el 10,7% de la población, la proporción más alta desde finales de 2012. Con todo, el récord de extranjeros se alcanzó a mediados de 2009, en el arranque de la crisis, cuando llegaron a ser 5,43 millones de personas y el 11,7% de la población.

Colombianos, venezolanos y marroquíes, los que más vienen

Los mayores incrementos de población entre extranjeros fueron los de los colombianos (27.920 personas más), venezolanos (24.238) y marroquíes (20.627), aunque en términos relativos los mayores repuntes se dieron entre quienes procedían de Venezuela (18,1%), Honduras (15,4%) y Colombia (14%). Solo la comunidad ecuatoriana y la rumana perdieron población entre enero y junio de 2019, un 1,2% y 0,1%, respectivamente.

De entre las 348.625 personas que llegaron a España en ese periodo, 309.874 (el 88,9%) eran extranjeras –el valor más alto para un primer semestre desde 2009– mientras que 38.751 (11,1%) eran españolas. De estas últimas, apenas el 38,5% (14.934 personas) se corresponden con retornos, mientras que la mayoría restante son personas con nacionalidad española nacidas en el extranjero, procedentes principalmente de Venezuela (6.487 personas), Reino Unido (2.883) y Ecuador (2.853).

De los 139.528 emigrantes que se fueron de España, 104.196 (el 74,7%) eran extranjeros –el dato más bajo desde inicios de la serie que arranca en 2008– mientras que 35.332 (25,3%) eran españoles. La emigración más numerosa se dio entre rumanos (16.525 salidas), marroquíes (9.396) y británicos (6.049), precisamente las tres nacionalidades más importantes entre la población extranjera residente. Los principales destinos de la emigración española fueron Reino Unido (8.310 personas), Francia (4.235) y Alemania (3.258).

Baleares, la que más crece; Cataluña, la que atrae más inmigrantes

En el primer semestre de 2019, la población creció en 13 de las 17 comunidades autónomas. Baleares (0,87%), Madrid (0,66%) y Canarias (0,61%) fueron las que más aumentaron población en términos relativos. Perdieron población Extremadura (-0,25%), Asturias (-0,22%) y Castilla y León (-0,20%) y Galicia (-0,06%), así como Ceuta (-0,47%) y Melilla (-0,48%).

Cataluña es la región que más inmigrantes atrae, con un saldo migratorio positivo de 47.119 personas entre enero y junio de 2019, seguida de Madrid (40.539) y, a cierta distancia, de Valencia (27.162), Andalucía (23.965) y Canarias (14.898). Valencia es la que más población atrae de otras comunidades autónomas (con un saldo positivo de 1.952 personas) y Extremadura, la que más expulsa (con un saldo negativo de 1.283 personas).

Más población pero más envejecida

Desde 2015, la población residente en España no ha dejado de crecer, después de contraerse entre 2012 y 2015 a causa de la elevada emigración resultante de la crisis. Crece y envejece. Por primera vez, la edad media de la población ha superado los 44 años, cuatro más que en 2010, y muy lejos de la media de 30 años que se registraba en 1975. El 19,4% de los residentes en España supera los 65 años (una proporción que no ha dejado de crecer en los últimos 40 años), mientras que el 6,1% tiene ya más de 80 años.

La comunidad autónoma más envejecida continua siendo Asturias (48,3 años de media), seguida de Castilla y León, Galicia, Cantabria y País Vasco, todas por encima de los 45 años. En el otro extremo se sitúan, como las regiones más jóvenes, Murcia, Baleares, Andalucía, Madrid, Canarias y Cataluña, con edades medias entre los 40 y 42 años, superadas, eso sí, por Melilla (35,5 años) y Ceuta (37,5).

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