Lucas Vidal: “Hay mucho trabajo para un compositor”
Tiene 35 años, un Emmy, dos Goyas y ha compuesto la música de la serie ‘Élite’ y de LaLiga
Creció en un ambiente musical y artístico. Su abuelo paterno, José Manuel Vidal, fundó en 1953 la discográfica Hispavox; y por vía materna, sus primos, los Yanowsky, son reconocidos bailarines de ballet. Con estos antecedentes, Lucas Vidal (Madrid, 1984) tenía un camino ya trazado, que él decidió seguir, ya que desde bien pequeño se aficionó a la música. A los tres años comenzó a tocar el piano, a los siete la flauta y a los diez le quitaba el sonido a películas como Cinema Paradiso e imaginaba qué notas y matices musicales le pondría él a la cinta.
A los 15 años, solicitó una plaza en la Berklee College of Music, experiencia que le sirvió para ponerse una meta: componer bandas sonoras en Hollywood. Más tarde, estudió en Boston, y en 2009 se trasladó a vivir a Los Ángeles, donde cinco años más tarde tiene la posibilidad de componer la banda de la película Fast and Furious 6, que va enlazando con otras producciones, hasta que en 2016 gana un Emmy por un tema musical para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de ese año. De vuelta a España, consigue dos Goyas por la música de Palmeras en la nieve y Nadie quiere la noche. También firma para Netflix la banda sonora de las series Élite y Días de Navidad. Además, acaba de presentar su primer álbum de música electrónica, Run, y es embajador de la firma de coches Peugeot.
- R. ¿Cómo es el día a día de un compositor?
- R. No es tan glamuroso como puede parecer. Yo soy muy mañanero, y me levanto muy temprano, después de mis horas de sueño. Es un trabajo que requiere de mucha vocación. Tuve suerte porque desde pequeño se me inculcó el amor por la cultura, el arte y la música. Siempre me ha gustado improvisar y he ido siempre por el lado de la composición.
- R. ¿Es complicado abrirse camino en Hollywood?
- R. Como todo en esta vida, si quieres algo, cuesta. En mi caso, yo no tuve padrinos, porque aunque mi abuelo fundó Hispavox, yo era pequeño cuando él falleció y tuve muy poco contacto con la discográfica. Aproveché mi estancia de formación allí, me rodeé de gente que me enseñó mucho y trabajé mucho. Luego ha venido todo lo demás, pero yo no vivo ni trabajo por el reconocimiento, sino que lo que más me importa es el trabajo del día a día. Ahora estás en lo más alto de la montaña y al otro día estás abajo. Ahora empiezo una nueva serie, Dime quién soy, y estoy abierto a cine, a series y a todo lo que me pueda aportar algo, como la música electrónica.
- R. También busca bandas sonoras para empresas.
- R. Creo que la identidad sonora de una empresa es muy importante, porque a través de la música puedes transmitir valores, no solo de manera visual. He hecho un anuncio con Julio Medem para Iberdrola, con una melodía elegante. También para los Premios Forqué y para LaLiga de fútbol, que tiene una repercusión internacional. La identidad sonora no es un jingle, sino algo más profundo, relacionado con los valores a través de la música. Las empresas necesitan tener una identidad sonora. Cada vez más empresas, sobre todo las grandes, le dan más importancia a la unidad musical. Además me gusta dar charlas en empresas sobre motivación y de gestión de equipos desde mi visión artística.
Netflix ha revolucionado y cambiado el modelo, como también lo han hecho empresas como Movistar, Apple o Amazon
- R. Pero el trabajo de un compositor es más bien solitario.
- R. Sí, pero necesito de un equipo para llevar al papel el trabajo final. Tengo un equipo de cuatro personas que me ayudan técnicamente, un mezclador, un ingeniero, editor musical... esto es como si se manejara una orquesta de 80 músicos.
- R. ¿Qué es lo más importante de un equipo?
- R. Entender la empatía, saber con quién hablas, comprender al otro, las necesidades de quien tienes enfrente. Es importante crear un ambiente bueno de trabajo, cordial, donde se incentive la motivación.
- R. ¿Las nuevas tecnologías juegan un papel importante en su trabajo?
- R. Han revolucionado el mundo de la música. Yo trabajo con un Mac, compongo y tengo una orquesta virtual gracias a Apple. Y con el equipo podemos trabajar en red. Con un ordenador se hacen maravillas, es evidente que no va a sonar como una orquesta real, porque lo que añade el factor humano es irreemplazable.
- R. Con el auge de plataformas como Netflix, ¿tiene más oferta de trabajos?
- R. Hoy día, para un compositor hay mucho trabajo. Netflix ha revolucionado y cambiado el modelo, como también lo han hecho empresas como Movistar, Apple o Amazon. La música ayuda a narrar el guion literario y hace que una historia de manera inconsciente sea interesante. Se puede vivir de la música y ojalá hubiera muchas más orquestas y educación musical. Mi deseo es que hubiera más iniciativas, a través de la música clásica, para apoyar a niños inmigrantes o sin papeles que no tienen acceso a la cultura, y que se podrían desarrollar en esta materia.