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Antonio Mexia: “No hay que parecer verde, sino serlo: hacen falta hechos, no discursos”

El ejecutivo luso está en contra de las ‘poses climáticas’ y cree que todas las centrales de carbón cerrarán a la vez

Pablo Monge
Carmen Monforte

Economista, exministro portugués de Obras Públicas, Transporte y Comunicaciones y expresidente de Galp Energía, Antonio Mexia (Lisboa, 1957) es el máximo ejecutivo de EDP desde 2006. Presume de la larga trayectoria verde del grupo luso, propietario de la antigua Hidrocantábrico, hoy EDP España, y se declara “optimista profesional” sobre la lucha contra el cambio climático, pues tiene en su favor “la presión de la calle y los increíbles avances tecnológicos”.

R. ¿Cómo afronta EDP la transición energética?
R. EDP es la segunda compañía europea con mayor peso de renovables en su cartera, un 65%, más del doble de la media del resto de empresas. Nos hemos anticipado 15 años con el desarrollo de más de 2.000 MW de eólica y solar, lo que nos convierte en tercer o cuarto operador verde del mundo. Estamos también en proyectos alternativos en la frontera de la innovación, como el hidrógeno. Tenemos varios proyectos piloto: el de la central de Ribatejo para el uso de hidrógeno como sustituto del carbón o la plataforma eólica marina que desarrollamos con una empresa noruega.
R. EDP tiene en marcha una plataforma eólica flotante en Portugal de 25 MW.
R. Está en fase precomercial y es, hoy por hoy, el proyecto más significativo de este tipo en el mundo. Puede ser muy interesante para España o países que, como Japón, necesitan desarrollar eólica y no tienen plataforma continental y sus mares son profundos. También apostamos por las redes inteligentes, el autoconsumo y el blockchain.
R. Pese a sus objetivos verdes, EDP tiene en venta activos hidráulicos. Esto es algo que ha sorprendido.
R. En la última década hemos incorporado a nuestra cartera más de 2,5 GW de hidráulica y ahora vendemos una parte. Tenemos más agua que años atrás porque somos de las pocas empresas que ha añadido hidráulica. Pero queremos diversificar el riesgo. Cuando tu capacidad está muy concentrada en la misma región, concretamente en el norte de Portugal, aumentas el riesgo, tu exposición al mercado.

"Estamos atentos a oportunidades en España, pero el balance y el dividendo son sagrados"

R. ¿El objetivo es lograr 2.000 millones de euros o vender 2.000 MW?
R. En marzo de este año presentamos en Londres un nuevo plan estratégico que incluye inversiones de 12.000 millones: 8.000 millones en renovables; 4.000 millones en rotación de activos y la venta de capacidad en la península ibérica por un valor de 2.000 millones.
R. Endesa hizo una oferta vinculante pero se retiró y hay rumores de que se ha quedado sola Iberdrola.
R. No, no. Hay competencia y una competencia muy interesante. Elegiremos entre las distintas ofertas a finales de este año o principios del que viene.
R. Endesa, Iberdrola y Naturgy han decidido cerrar su parque de carbón, por lo que EDP va a ser la única eléctrica que mantendrá las suyas en funcionamiento, concretamente, las de Asturias.
R. Una cosa es decidir que cierras y otra cerrar. Han dicho que las clausuran, ¿pero, cuándo? Las centrales de carbón cerrarán cuando tengan que cerrar y probablemente lo harán todas a la vez. No se trata de ser el más listo ni el más rápido. Lo que ha cambiado de manera muy clara es la rentabilidad, los precios no permiten cubrir los costes. Nuestras centrales son más recientes y competitivas, porque hemos hecho inversiones importantes, y las vamos a optimizar hasta que dejen de recuperar los costes variables. Habrá excepciones, por razones de seguridad de suministro, precisamente, en Asturias.
R.  ¿No se considera, por tanto, menos verde que sus rivales?
R. La cuestión no es aparentar ser verde. Nosotros somos más verdes que los demás. Para ello hacen falta acciones y medidas, no solo discursos. Nosotros practicamos la economía circular, tenemos centrales de carbón que pueden utilizar gas, mezclar el combustible.
R. A diferencia de sus rivales que tienen integrado el negocio verde, EDP mantiene aún una filial de renovables con un 83%.
R. Hace dos años hicimos una oferta para comprar todo el capital, pero no tuvimos éxito. Esto ya no es una prioridad para nosotros, el mercado tiene claro que si quiere invertir en renovables en EDP, la matriz tiene el potencial de crecimiento, los dividendos y la diversificación del riesgo. No vamos a comprar acciones con el dinero que podemos dedicar a proyectos. Si los inversores se quieren quedar, para nosotros no es un problema.

"El fracaso de la opa del accionista chino no quita valor a nuestra alianza. Buscaremos opciones"

R. La opa por el 100% del capital que lanzó en mayo el primer accionista de EDP, China Three Gorges (CTG), fracasó. ¿Piensa que puede volver a intentarlo o lo podría hacer otro inversor?
R. El liderazgo en renovables permite a EDP controlar su destino. La alianza con CTG [tiene un 23% del capital] se mantiene y el que la opa fracasara no le quita valor a esa alianza. Estamos buscando opciones de inversión, como los proyectos que hicimos con ellos en el pasado, como los de eólica en Brasil. Si las encontramos en el pasado, las encontraremos ahora. Actualmente, EDP tiene una base de accionistas estable: CTG; Opidum (el grupo Masaveu junto con Liberbank) o Mubadala, fondo soberano de Abu Dabi. Este núcleo de accionistas comparte la idea de liderar la transición energética.
R. Dado el menor tamaño de EDP, ¿descarta una fusión como la que en su día se intentó con Naturgy?
R. Lo importante es tener una estrategia y la nuestra es reducir nuestra exposición a la Península Ibérica, consolidarnos en Estados Unidos, nuestro principal mercado exterior, y entrar en otros nuevos. Acabamos de desembarcar en Colombia y Grecia y queremos hacerlo en Japón y Corea del Sur. El mercado reaccionó muy bien a nuestro plan: desde la opa, la cotización de EDP ha subido un 20%: de 3,07 euros por acción a 3,70 euros.
R. ¿Podría EDP intentar crecer en España comprando, por ejemplo, Viesgo, que está en la zona de referencia de su filial española?
R. La rotación de activos es algo muy importante para las utilities. Antes lo único que estas hacían era acumular activos. Ahora los puedes desarrollar, vender, intercambiar, porque los avances tecnológicos en la cadena de valor son increíbles. Por eso hay que diversificar el riesgo y no tener tabús. El mercado español es muy importante, estaremos atentos a las oportunidades, siempre teniendo en cuenta que el balance equilibrado y el dividendo son sagrados. Miraremos las buenas oportunidades, las que encajen con nuestro plan estratégico.

"Antes las ‘utilities’ acumulaban activos, ahora pueden desarrollarlos, rotarlos o venderlos”

R.  El Gobierno portugués va a sacar a concurso redes eléctricas.
R. En Portugal, la red de muy alta tensión la gestiona REN, homóloga de REE. Por su parte, EDP Distribución tiene las líneas de alta y media tensión, que representan dos tercios y las de baja, que son el otro tercio. Son estas últimas las que el Gobierno portugués tiene previsto licitar en 2020. La concesión se otorgará por 30 o 40 años.
R. Se trata de un sistema muy distinto al español, donde no se renuevan nunca las concesiones.
R. Sí, es algo sorprendente. En España si quieres redes tienes que comprarlas mientras que en Portugal basta con competir por ellas. Sobre esta licitación hemos sido muy claros con el Gobierno y le hemos dicho que los sistemas no se pueden trocear si queremos garantizar las economías de escala, desplegar las redes inteligentes que marcarán la próxima década y evitar mayores costes. EDP está en primera línea de la digitalización y puede maximizar la eficiencia del sistema y garantizar un mejor precio al usuario. Tendremos competidores en el proceso.
Pablo Monge

“Para descarbonizar es necesario eliminar el impuesto del 7% a la generación"

Según ha asegurado en alguna ocasión, la transición energética se basa en 3D.

Sí. La descarbonización, a través de renovables; la descentralización, energía compartida o autoconsumo y la digitalización de las redes. Estas 3D son las que han guiado nuestra estrategia en los últimos años.

Es muy crítico con el impuesto español del 7% a la generación.

En España, la prioridad es la desaparición del impuesto del 7% a la generación; las subastas de renovables y la hibridación. Si para descarbonizar hay que electrificar, es muy importante que los costes bajen. En su día, el 7% pudo tener sentido porque había que acabar con el déficit tarifario, pero hoy ya no lo es porque hay excedente. Las subastas nos gustan porque dan visibilidad a los precios y reducen el riesgo. En cuanto a la hibridación, o mix que conecta distintas renovables a la misma red, debe tener unas reglas claras. La hibridación puede ser de solar con eólica; de agua con solar flotante; de agua con solar y de almacenamiento o almacenamiento con solar y eólica. Si tienes una hidráulica y no vas a utilizar al 100% la red, esta conexión puede ser aprovechada por otros parques, eólicos o solares. Es algo prioritario en la Península Ibérica.

Sin embargo, las grandes eléctricas españolas, Endesa e Iberdrola, no ven necesarias las subastas.

Son visiones diferentes. En mi opinión con las subastas la competencia es mayor y más clara; puedes comparar las ofertas; reduces el riesgo; das visibilidad al cash flow; reduces el costes de capital y bajas el precio final.

¿Es Ud. optimista respecto a la posición de China frente a la crisis climática?

Soy un optimista profesional. Por varias razones: hay una presión muy fuerte en la calle y la tecnología nos acompaña. Sería mucho más complicado si las renovables siguiesen siendo caras. En la subasta fotovoltaica de Portugal hubo un precio de 14,6 euros MWh. La tecnología está ahí, lo que hace falta ahora es voluntad política y regulatoria que facilite las inversiones. China, que es un gran emisor de CO2, está apostando por las renovables. Luego están los países donde hay debate político pero no están todos alineados, como Estados Unidos, aunque el 70% de los estados está comprometido. La transición va a ser una oportunidad de riqueza, de empleo y lo más importante es garantizar que las personas que se oponen porque se sienten perjudicadas, sean compensadas. Tenemos tecnología e inversión y solo falta voluntad política y China la tiene. Por eso soy optimista.

¿Qué supone la Cumbre de Madrid en la lucha climática?

Los objetivos de la COP25 son fijar las reglas de la descarbonización y el destino de los fondos de los mercados de emisión de CO2. Habrá mucho dinero y los países desarrollados deben garantizar la transición justa y ayudar a los que están en vías de desarrollo. Estos solo se pueden comprometer si reciben fondos pues, a diferencia de nosotros, no tienen garantizada la financiación verde. El calendario debe ser el mismo para todos. No podemos dejar a nadie atrás, ni aquí ni en países en desarrollo.

En este punto, ¿qué proyectos de transición justa tiene EDP encima de la mesa para Asturias?

Asturias tiene recursos eólicos importantes y hemos presentado al gobierno regional un proyecto de wind float y otro para producir hidrógeno en centrales térmicas. Cualquier acción sobre el clima afecta a la sociedad. Lo importante es cómo van a utilizar los Estados los fondos recaudados en los mercados de derechos de emisión.

La movilidad eléctrica es el gran maná para las empresas energéticas.

La movilidad eléctrica es quizá la mejor noticia para el sector, es una gran oportunidad de crecimiento , de almacenamiento: más demanda y más flexibilidad en el sistema. Acabamos de firmar con la Cámara de Comercio de Lisboa y 56 compañías un acuerdo de movilidad y con Wolkswagen construiremos el trazado más más largo de América Latina (2.500 kilómetros) con puntos de recarga superrápidos que permiten cargar en menos de 30 minutos. En Portugal tenemos postes de recarga con Repsol y vamos a desarrollar otros con varias marcas en España.

¿Los bonos verdes serán la solución?

Hasta el año pasado hubo muchas iniciativas públicas y privadas sobre financiación verde, pero la gran diferencia ahora es la presencia de los fondos en todos los foros; el cambio en el mercado de deuda es muy significativo. EDP emitió sus primeros bonos verdes este año y el anterior. Si queremos que el dinero llegue a los proyectos de descarbonización es preciso que la financiación verde no sea más cara que la normal. Hace unos años había mucha burocracia, muchas trabas y es necesario que el mercado financiero comience a distinguir: las compañías que afrontan la transición energética tienen menos riesgos y su spread debe ser más bajo, es una prioridad absoluta.

Sobre la firma

Carmen Monforte
Es redactora de Energía de Cinco Días, donde ocupó también los cargos de jefa de Especiales y Empresas. Previamente, trabajó como redactora de temas económicos en la delegación de El Periódico de Cataluña en Madrid, el Grupo Nuevo Lunes y la revista Mercado.

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