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Paz y justicia, la fórmula del progreso

La paz, la justicia y las instituciones ­democráticas han de ser los sólidos ­pilares sobre los que levantar sociedades sostenibles y equitativas allí donde los derechos humanos son víctimas de todo tipo de violencias

Getty Images

La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), creada por las instituciones comunitarias para velar por sus intereses financieros, concluyó 2018 con un total de 167 investigaciones y la recomendación de recuperar 371 millones de euros del presupuesto de la UE. En España, la CNMV, encargada de supervisar los mercados de valores, trabaja en una revisión parcial del Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas analizando la posibilidad de reforzar las recomendaciones de mayor transparencia informativa.

Combatir la corrupción es rentable. Mirar hacia otro lado es un freno al desarrollo económico y social. El Foro Mundial cifra su coste en al menos 2,6 billones de dólares, el 5% del PIB en todo el mundo, y calcula que personas y empresas pagan cada año más de un billón de dólares en sobornos.

Este 9 de diciembre se celebra el día internacional contra la corrupción y todo lo que representa: evasión fiscal, blanqueo de capitales y flujos ilícitos en menoscabo de la justicia, la prosperidad y la democracia.

Porque un delito lleva a otro. Como el tráfico de armas. Según la ONU, solo en 2018 más de 22.800 civiles murieron o fueron heridos en seis conflictos armados activos en Afganistán, Irak, Mali, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, países donde la hambruna y la violencia sexual también aparecen en primera línea de combate. Por eso se les conoce como Estados fallidos, porque la población trata de sobrevivir desprovista de las más elementales garantías democráticas.

Naciones Unidas aporta más datos alarmantes; la mitad de la población mundial vive en zonas de alto riesgo y las pérdidas económicas mundiales debidas a conflictos violentos ascendieron en 2014 a más de 9,8 billones de dólares.

La promoción de la paz, la justicia y las instituciones sólidas es el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 16. En ello trabaja desde hace más de tres décadas Movimiento por la Paz. Fundado en 1983, ha desarrollado cientos de proyectos en 36 países gracias a la colaboración de personas anónimas, organismos estatales y comunitarios, agencias de Naciones Unidas y entidades como la Fundación La Caixa, Ecolectia, Microsoft o Paperblanks.

La cifra

9,8 billones de dólares. Las pérdidas económicas mundiales provocadas por los conflictos armados en 2014, última referencia de Naciones Unidas, ascendieron a 9,8 billones de dólares.

La consecución de la paz es “nuestro principal objetivo como organización. Entendemos que la paz es mucho más que la ausencia de guerra: es justicia social, equidad y derechos humanos. Sin esos parámetros ninguna sociedad puede considerarse en paz”, explica su presidenta, Francisca Sauquillo.

La labor de esta ONG, que durante 20 años estuvo presente en los Balcanes desplegando labores de reconstrucción y ayuda humanitaria, es fomentar “el empoderamiento de las personas en situación de mayor vulnerabilidad”. La paz es fundamental “en el desarrollo sostenible y justo de todas las sociedades sin excepción. No puede haber paz si hay violencias, injusticias sociales, si se vulneran los derechos de mujeres, personas migrantes, refugiadas, niñas y niños… Tenemos que reclamar el desarrollo próspero de nuestras sociedades desde la sostenibilidad, los derechos humanos y la justicia social”, subraya Sauquillo, quien aconseja “remar hacia el mismo lado” a instituciones, ciudadanía y empresas. Es “imprescindible identificar las causas de fondo que generan las violencias estructurales y desde esa posición abordarlas conjuntamente”.

Refugiados en el campo de Moria, en la isla griega de Lesbos.
Refugiados en el campo de Moria, en la isla griega de Lesbos.Getty Images

La Agenda 2030 de Naciones Unidas señala que, para la consecución de sociedades justas, es necesario proporcionar el acceso a una identidad jurídica para todos, en particular mediante el registro de nacimientos –asciende al 73% de los menores de cinco años en todo el mundo y cae al 46% en el África subsahariana– y garantizando la igualdad de acceso a la justicia a todos.

Cuatrecasas puso en marcha el Programa Pro Bono en 2007. Inspirado en el modelo norteamericano, surge por voluntad de sus socios, atraídos por esta cultura jurídica desinteresada que mide el desarrollo del Estado de derecho. El siguiente paso fue la creación de la Fundación Pro Bono España, donde más de una treintena de bufetes trabajan ya en la promoción del pro bono jurídico en todo el país.

La asistencia jurídica gratuita y el turno de oficio dejan un hueco a este programa, que asesora a entidades “verificando necesidades e identificando aquello en lo que podamos aportar valor añadido como si se tratara de cualquier otro cliente, con la única diferencia de que en la factura no hay honorarios”, explica Valentín García, socio de Cuatrecasas.

El perfil de las entidades, hasta la fecha más de 150 asistidas por más de 200 letrados, es el de fundaciones y asociaciones sin ánimo de lucro con finalidad social, ya sean locales o internacionales, que quieren establecerse en nuestro país y tienen algún tipo de conflicto jurídico en España. Porque “el ODS 16 no consiste en hacer la guerra por tu cuenta”, dice el abogado, “sino en generar instituciones sólidas que den continuidad” a iniciativas como esta.

Ciberdelincuencia
CyberRange, la tecnología de Indra contra la ciberdelincuencia.

Ética rentable que deja huella

Poner fin a los conflictos armados, procurar instituciones democráticas que garanticen el pleno reconocimiento de los derechos fundamentales y ofrecer cobertura legal y jurídica para todos en todas las regiones del planeta parecen empresas destinadas a actores políticos y organismos internacionales.

Pero son los pequeños gestos los que consiguen grandes cambios y, si bien es responsabilidad de los Gobiernos procurar la paz y la seguridad, el Pacto Mundial de Naciones Unidas identifica las contribuciones del sector privado a través de sus prácticas comerciales.

Comenzando por el principio y de menos a más. A nivel interno las empresas avanzan en la mejora de sus políticas de buen gobierno y transparencia, como el grupo Gesor y su código ético de comportamiento; dedicado a la consultoría y al asesoramiento financiero, se ha fijado el objetivo de mantener cero sanciones disciplinarias por incumplimiento del mismo.

De manera específica se articulan respuestas orientadas a cada sector de actividad. Como grupo de comunicación, Mediaset está comprometido con el acceso público a la información, que también figura entre las metas del ODS 16, y como proveedor de soluciones tecnológicas orientadas al sector de la edificación y la industria, Nechi Group forma a sus empleados para responder con una conducta ética ante posibles casos de corrupción.

El grupo Calvo asume 17 compromisos de sostenibilidad para los próximos cinco años que alcanza a toda la cadena de suministro. Así, la compañía se compromete a que en 2025 el 100% de sus proveedores sean auditados por un externo independiente, objetivo enmarcado en el Sistema de Compras Responsable que puso en marcha en 2017 y está basado en la iniciativa BSCI (Business Social Compliance Initiative) de Am­fori, la principal asociación empresarial mundial para el comercio transparente y sostenible; en 2018 hubo 339 evaluaciones y al 71% de aquellos considerados de riesgo según el código de conducta para proveedores de la empresa se les sometió a un nuevo control por parte de un tercero homologado.

La participación ciudadana y la prevención y lucha contra la ciberdelincuencia requerirán de los Gobiernos inversiones tecnológicas que garanticen el futuro del Estado de derecho sin descuidar la formación de profesionales; de no hacerlo, Europa tendría un déficit de 350.000 especialistas en seguridad en 2022, cifra que, según las estimaciones, alcanzaría el millón y medio a nivel global.

Atendiendo a estas nuevas realidades, Indra ha desarrollado CyberRange, una herramienta inteligente para el entrenamiento de ciberexpertos de forma práctica que ya ha sido requerida por el Mando Conjunto de Ciberdefensa español, ejércitos europeos e iberoamericanos y otros cuerpos de policía de la Unión Europea y la OTAN; la compañía española pasó a formar parte en 2018 de la red de empresas que colabora con la Agencia de Comunicaciones e Información de la Alianza Atlántica (NCIA) para detectar y prevenir posibles ciberataques.

Asistentes a la Cátedra Iberdrola de Ética Económica y Empresarial.
Asistentes a la Cátedra Iberdrola de Ética Económica y Empresarial.

Reflexiones desde el ágora

Tras 15 años de reflexiones y debate, y patrocinada desde hace año y medio por la compañía energética, la Cátedra Iberdrola de Ética Económica y Empresarial reúne a investigadores, profesores y profesionales interesados en intercambiar ideas acerca de la responsabilidad social, la sostenibilidad o los nuevos modelos de negocio.

Dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Pontificia Comillas y convocado con periodicidad mensual, este foro de reflexión se ha convertido en un punto de encuentro de académicos y directivos interesados en promover el liderazgo ético en las entidades privadas.

Durante el curso 2018-2019, el seminario versó sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el ámbito de la responsabilidad de las organizaciones. A lo largo de ocho sesiones, y bajo el título Los ODS en la gestión de la responsabilidad de la empresa, analizaron las dificultades que implica asumir un reto como este para llegar a una serie de conclusiones: los problemas del principio de legalidad residen no tanto en las empresas cotizadas como en la forma de aplicar la ley en el tejido industrial; sobre la tecnología tienen la doctrina pero han de hacer uso de ella en una sociedad plural, globalizada y muy fragmentada; y frente a los cambios sociales la cuestión principal es el lenguaje y la forma de comunicar.

El tema de este curso es Los ODS como impulsores sobre la igualdad, la diversidad y la justicia en las empresas y su propósito es analizar, a través de casos reales, los objetivos fijados por las organizaciones, las dificultades enfrentadas y los resultados obtenidos a la hora de desarrollar, principalmente, los ODS 5 (igualdad de género), 8 (trabajo decente) y 10 (desigualdad).

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