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Capital riesgo

Proa negocia en exclusiva con Criteria la compra de una participación en Saba

El fondo Macquaire se cae de la puja. La gestora española busca un coinversor para acometer la operación

PABLO MONGE
Álvaro Bayón

Proa negocia recuperar Saba. Criteria, el máximo accionista de CaixaBank y actual dueño de Saba, ha abierto negociaciones en exclusiva con el fondo de capital riesgo para adquirir el primer gestor español de parkings, según indican fuentes financieras a CincoDías. El acuerdo pasaría por que Proa consiga atraer a, al menos, un socio más que le permita desembolsar los 1.500 millones a los que se valora la compañía.

Hay operaciones que siempre están en la mesa de los capital riesgo que operan en España. Y una de ellas es Saba. Criteria vendió el 49% a Torreal, KKR y la propia Proa, con vistas a una salida a Bolsa que nunca se produjo. En 2018, gracias a los fondos obtenidos de la venta de Abertis en la opa de Atlantia y ACS, recuperó el control sobre el 100% de la sociedad y esta primavera encomendó al banco de inversión AzCapital y el despacho de abogados Garrigues acometer su venta.

El hólding pilotado por Isidro Fainé recibió a inicios de año las primeras ofertas, de entre las que destacaban dos fondos internacionales con exposición en el sector, Macquaire y First State. Las fuentes consultadas señalan que la puja del primero -que partía como favorita en un principio– ha sido descartada, mientras que la oferta del vehículo estadounidense se mantiene como alternativa si las negociaciones con Proa se atascan. Un portavoz de Criteria ha declinado hacer comentarios.

En su anterior etapa en Saba, Proa tomó un 10,5% del capital. El músculo financiero de la gestora capitaneada por Fernando Ortiz no es suficiente para hacerse con una compañía que cerró el ejercicio de 2018 con una facturación superior a los 200 millones de euros. Más tras haber cerrado hace escasos meses la compra de Pastas Gallo por 250 millones.

En paralelo a negociar la compra con Criteria, Proa busca en el mercado a un socio que le dé el músculo financiero necesario para acometer la operación. Todo apunta a que novias no le van a faltar. Y es que los párkings han sido un codiciado objeto de deseo para los fondos de capital riesgo y de infraestructuras tanto españoles como internacionales en los últimos años. Además de la mencionada inversión de KKR, Torreal y Proa en Saba, el propio Macquaire compró en 2017 al principal competidor de Saba, Empark, por 1.000 millones. First State es el dueño de Parkia, que hasta 2016 estaba en manos del fondo sueco EQT y la Mutua Madrileña. Y Mirova cuenta en su portfolio con Indigo.

Criteria busca ahora exprimir el apetito por negocio de los parkings. En 2017 pagó a KKR, Torreal y Proa 438 millones por el 49% que retenían en Saba, de los que el fondo de Fernando Ortiz se embolsó 45,99 millones. Esta operación valoraba la compañía en 893 millones. Ahora el hólding catalán busca obtener unos 607 millones más, si bien las fuentes consultadas indican que la tensión en Cataluña tras conocerse la sentencia del procés pueden moderar sus expectativas de precio, donde tiene buena parte de sus activos.

En este tiempo, Criteria se ha dedicado a engordar el perímetro de Saba e internacionalizarla. Ha entrado en Reino Unido, Alemania, Eslovaquia y la República Checa tras comprar los activos Indigo en estos países. Estas adquisiciones suponen la suma de 170.000 plazas más a su portfolio. Así, la compañía cuenta actualmente con 378.676 plazas, distribuidas en 1.207 párkings de ocho países.

Una buena parte, más de 300, se corresponden con concesiones administrativas, fundamentalmente con Adif y Aena. Entre ellas destaca el contrato para gestionar el parking de Atocha y los de los aeropuertos de El Prat y Barajas. Aena resolverá en los próximos meses la concesión de los aparcamientos de este último, actualmente en manos de Empark y Saba, lo que será definitivo para determinar el precio final de la operación.

Eleva la deuda hasta los 550 millones

Antes de volver a activar la venta de Saba, Criteria reestructuró la deuda de su participada, que se ha elevado en el último año hasta los 550 millones. El 66% está referenciada a tipo fijo. En 2017 refinanció el crédito que tenía con CaixaBank desde 2014. Paradógicamente, esta operación supuso cerrar su relación con el banco catalán, participada de referencia del holding de Fainé. Amplió el importe hasta los 465 millones, retrasó su vencimiento a 2021 y lo sindicó con un grupo de entidades financieras. Esta nueva financiación, totalmente dispuesta a cierre de 2018, ha permitido a Saba impulsar su expansión internacional con la compra de varias sociedades. A este crédito se suma una póliza de 124 millones firmado por su filial Barcelona d'Aparcaments Municipals.

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Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.

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