Los trabajadores temporales gastan un 20% más cuando se convierten en indefinidos
La incertidumbre de la temporalidad hace que los hogares ahorren más por precaución
La recuperación económica en España ha venido sustentada gracias a la solidez del consumo privado pero la incertidumbre del mercado laboral, caracterizado por una fuerte temporalidad, coarta el gasto de los hogares. Así lo muestra un estudio publicado ayer por el Banco de España en el que revela que el consumo de los trabajadores temporales cae cuando se acerca la finalización de su contrato pero se dispara más de un 20% una vez se convierten en indefinidos. En concreto, analizando el periodo de recesión y recuperación (2007-2016), el organismo regulador observa que el gasto disminuye hasta un 8% en los seis meses que preceden la terminación del contrato, pero repunta un 23% en el trimestre que sigue a su conversión en indefinido, a pesar de que su renta solo crezca un 4%.
Así, la institución dirigida por Pablo Hernández de Cos muestra que los hogares con contratos temporales gastan menos no porque tengan menos renta, sino por la incertidumbre a la que se enfrentan sobre la evolución de sus rentas futuras y la mayor probabilidad que tienen de quedarse en paro, una dinámica que se conoce como “ahorro por precaución”. Una vez que estos empleados se convierten en indefinidos y se “mitiga” esa “fuente de riesgo”, el consumo aumenta significativamente a pesar de que su renta se mantenga más o menos estable y crezca solo muy ligeramente.
Este comportamiento, prosigue el organismo, explica en gran medida la evolución de la tasa de ahorro de los hogares durante la última década, que se duplicó entre 2007 y 2009 pasando del 5,6% de la renta disponible hasta el 11,3%, se mantuvo en torno al 10% los dos años siguientes, e inició su caída hasta situarse en el 5,9% en 2018, una de las tasas más bajas de la eurozona. “La existencia de un motivo de precaución, ligado a la incertidumbre sobre el empleo, puede explicar una parte significativa tanto del aumento del ahorro de los hogares españoles durante la crisis (2007-2013) como de su posterior reducción”, resume el Banco de España.
De hecho, el organismo detalla que en los hogares donde quien aporta el mayor sustento económico tiene un contrato temporal, el nivel de riqueza financiera es mayor al de las familias donde ambos miembros trabajan de forma indefinida. Una riqueza que se explica, dice el Banco de España, por la “contención del gasto” y que hace que los hogares ahorren en torno al 40% de sus rentas laborales anuales. Con todo, matiza la institución, el ahorro precavido también se dio en la última recesión entre los trabajadores fijos.
El temor a verse afectado por las vacas flacas provocó un efecto contagio en los hogares de las regiones donde más creció el desempleo, de tal forma que allí las familias disminuyeron proporcionalmente su consumo al inicio de la crisis. “Mas allá del tipo de contrato, los hogares que percibían una mayor probabilidad de perder su empleo mantuvieron también niveles de gasto inferiores al resto”, señala el informe.
Menores de 45 años y hogares hipotecados, los que más ahorraron
Durante la recesión (2007-2013), los hogares con mayor y menor nivel educativo contribuyeron de forma bastante similar al aumento de la tasa de ahorro (un 48% y el 41%, respectivamente). Sin embargo, durante la recuperación (2015-2016), la contribución de aquellos con menor nivel de estudios y por tanto menos ingresos, al descenso de la tasa de ahorro fue mucho mayor, de un 70%, frente a un 20% de quienes tenían formación universitaria.
Por edades, las generaciones que en 2007 tenían menos de 45 años fueron las que más ahorraron durante la crisis (un 80%) y las que menos influyeron en la caída del ahorro en periodo de bonanza (un 20%). Algo que guarda relación con el hecho de que quienes más contuvieron más el gasto fueron los que tenían que hacer frente al pago de una hipoteca (70%), mientras que los hogares que vivían de alquiler contribuyeron apenas en un 15% de la tasa de ahorro.
La temporalidad en España
Del 27%, el doble que en la UE. España tiene la tasa de temporalidad más alta de toda la Unión Europea: afecta a casi tres de cada 10 trabajadores (27%), frente al 14% del bloque comunitario, según los datos del Eurobarómetro.
Seis años de aumentos. El peso de los contratos temporales en el mercado laboral español no ha dejado de crecer desde 2013, cuando se situaba en el 22%, tal y como muestra el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Solo un 10% de indefinidos. Los datos del Ministerio de Trabajo reflejan, además, que apenas un 10% de los nuevos contratos que se crean mes a mes son indefinidos. En concreto, en octubre, representaron tan solo el 10,7% de la nueva contratación, un porcentaje que ha aumentado sensiblemente respecto a años anteriores.