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Aldesa negocia una nueva estructura de deuda con la banca y los ‘hedge funds’

Sabadell, Bankia, Santander, BBVA, CaixaBank y el ICO estudian inyectar hasta 300 millones

La deuda de Aldesa, en mínimos
Belén Trincado / Cinco Días

Aldesa, novena constructora española con un balance de más de 1.300 millones y una plantilla de 2.500 empleados, está en plena negociación para reestructurar su deuda. Un grupo de bancos españoles formado por Sabadell, Bankia, Santander, CaixaBank, BBVA y el ICO, tiene en estudio la refinanciación de 200 a 300 millones. La clave de bóveda del plan de Aldesa, asesorada por Alantra, consiste en recomprar sus bonos, por 245 millones. Estos cotizan al 40% del nominal y pagan un cupón del 7,25%.

El plan B es que sean hedge funds quienes inyecten el dinero, a costa de un mayor coste financiero. De hecho, la dirección de la constructora se está planteando una mezcla entre la financiación bancaria y la de los fondos, en busca de mayor plazo y flexibilidad.

La tercera vía, aunque remota, es la emisión de bonos en el extranjero, previsiblemente en México, donde la empresa es la octava referencia del sector.

La empresa pretende adelantarse un año a sus vencimientos y tener lista la reordenación del pasivo a inicios de 2020

El objetivo es tener cerrada la operación a inicios de 2020, adelantándose un año a su principal vencimiento.

Aldesa, que publicó ayer sus cuentas del primer semestre en la Bolsa luxemburguesa, contaba a finales de junio con una caja de 87,6 millones. Su problema reside en que quema efectivo, con un flujo de caja negativo (el ebitda, una vez descontadas las necesidades operativas y de inversión) de 129,7 millones. La buena noticia es que, gracias a las desinversiones de los parques eólicos de Alijar y Valdivia, y la planta solar de Santa Lucia, ha mejorado su posición financiera.

Fuentes conocedoras de la situación señalan que el objetivo de la firma, fundada por Antonio Fernández Rubio y presidida ahora por su hijo Alejandro Fernández Ruiz –la familia controla el 100% de la compañía a través del holding Favifam– es poner orden en el balance.

Uno de los grandes retos está en zanjar la deuda cotizada por 245 millones que colocó en abril de 2014, que paga el citado interés del 7,25% anual y que debe devolverse en abril de 2021. El servicio de esa deuda alcanza los 18 millones por semestre, y el próximo pago será el 15 de enero. La cotización actual, al 42% del nominal, se presta a eventuales recompras por parte de la compañía, que carece de penalizaciones por ello desde el pasado abril, para mejorar su perfil financiero.

No sería la primera vez que Aldesa compra su propia deuda. En 2018 ya se hizo en el mercado con bonos por cinco millones con el fin de mostrar su confianza en la evolución de los negocios y sacar partido de la situación de mercado, marcada por los problemas de varios de sus competidores.

La cotización actual de los bonos, al 42% del nominal, se presta a eventuales recompras por parte de la compañía, que carece de penalizaciones por ello desde el pasado abril

Beneficios de la refinanciación

La reducción de intereses con la esperada refinanciación se sumaría al efecto contable de computar como beneficios la diferencia entre el valor nominal (100%) frente al de cotización. Así, 10 millones de deuda comprada al 40% supondrían, sobre el papel, unos seis millones de beneficio. Aldesa, aseguran fuentes financieras, se propone lanzar una oferta de recompra a un precio superior al actual.

Una parte de los dueños de los bonos, entre los que hay hedge funds que han entrado a precios de derribo, aceptaría de buen grado. La operación necesita el visto bueno de la banca, entre la que hay diferentes sensibilidades y que, en todo caso, no ha tomado una decisión. Las fuentes consultadas señalan que un pacto unánime es complicado ante el riesgo de la compañía y del propio sector. La posibilidad de una fórmula mixta, con una parte inyectada por los bancos y otra por los hedge funds gana posibilidades. La cuantía que se pondría encima del tapete llegaría a un máximo de 300 millones.

El pasivo conjunto de la empresa se situaba a cierre del primer semestre en 595 millones, pero de esta cuantía solo 327 corresponden a la matriz y a determinadas filiales que responden por ella. También se incluyen 65 millones de una línea de crédito que expira en junio de 2021 tras ser ampliado su vencimiento el pasado mes septiembre. El importe máximo de este crédito se sitúa en 100 millones.

Los 239 millones de deuda restantes están en filiales que se hacen responsables del pago. La ratio de deuda total ante el ebitda se sitúa en 4,3 veces. Moody’s rebajó en septiembre un escalón la nota de Aldesa, desde B3 a Caa1, lo que complica la reestructuración.

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