El cigarrillo electrónico, tan cuestionado como el tradicional
Médicos y expertos advierten de que no es una alternativa al tabaco
Preocupación en España tras la muerte en EE UU de al menos seis jóvenes sanos y 380 casos confirmados por una afección pulmonar grave asociada al uso de cigarrillos electrónicos –en investigación–, hasta el punto de que el Gobierno de Donald Trump estudia su prohibición. Mientras, de este lado del Atlántico, el Ministerio de Sanidad lanzó a principios de mes la campaña Fumar ata y te mata en todas sus formas, en respuesta a esta alerta sanitaria.
“Es tan perjudicial como el tabaco”, afirma el neumólogo Carlos Jiménez Ruiz, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Estos dispositivos de moda en adolescentes contienen nicotina, que es adictiva, pero también sustancias tóxicas como el propilenglicol, que causa inflamación crónica de la mucosa bronquial; glicerina, que, al ser calentada, se convierte en un componente cancerígeno; partículas de cromo, plomo y níquel, que pueden ocasionar tumores, y saborizantes, que producen patologías diversas, advierte el especialista.
La inflamación pulmonar es la afección más frecuente
La oncóloga del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, Margarita Majem, vocal de la junta directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), añade el dietilenglicol (anticongelante), las nitrosaminas y los benzopirenos (carcinógenos), entre otras sin identificar en las etiquetas. En los casos de EE UU, los líquidos se mezclaron con derivados del cánnabis y produjeron una inflamación pulmonar o neumonía grasa, como se denomina. En general, los síntomas más comunes son inflamación de la vía aérea, tos seca, irritación faríngea, broncoconstricción y aumento del riesgo de neumonías, detalla Francisco López García, coordinador del grupo EPOC de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
“Las tabacaleras siguen enganchando a los fumadores con su publicidad engañosa y es la puerta de entrada al tabaco de los jóvenes”, asevera Antoni Baena, profesor de los estudios de Ciencias de la Salud de la UOC e investigador de la Unidad de Control del Tabaco del Instituto Catalán de Oncología. Este experto expone que no es eficaz para dejar de fumar como alegan las empresas, no es un producto terapéutico.
El dispositivo no es eficaz para dejar de fumar, según estudios; al contrario, introduce más sustancias nocivas al organismo
“Según estudios, entre el 60% y el 90% de los individuos continúa fumando y vapeando. Al final se introducen más sustancias al organismo, aunque es cierto que en menor cantidad. El tabaco es más nocivo, mata al año hasta 60.000 personas en España, pero los efectos del vapeo a largo plazo aún se desconocen porque apenas lleva 10 años en el mercado”, apunta Baena, quien cita Reino Unido, “con niveles de vapeadores 10 veces mayores y no ha bajado el número de fumadores.
“Produce enfermedades cardiovasculares, respiratorias, hormonales; las mismas, en embarazadas y lactantes [se estudia también en fertilidad]. En adolescentes interfiere en su desarrollo cerebral”, detalla Majem. Ese “daño epigenético” en los embriones ha sido confirmado en dos estudios publicados recientemente, uno en la revista Journal of Gynecology and Women Health por el doctor Jan Tesarik, director de la Clínica MarGen, y otro del Clinical Epigenetics por investigadores australianos de la Universidad de Sídney. “Perturba el desarrollo de los pulmones y aparecen de forma tardía la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma”, concreta Tesarik.
Desde Juul, líder en este segmento en EE UU y que entró en el país en primavera, arguyen que sus productos son "estrictamente para fumadores adultos. La misión es mejorar sus vidas, con una nueva opción para los que quieren dejar el tabaco; diversos estudios lo respaldan. Cumplimos con estrictas regulaciones europeas y locales”. Y aseguran que sus componentes, entre ellos la nicotina, son un 97% para uso farmacéutico y el 3% restante para uso alimentario.
Hasta el 25% de los jóvenes de 14 a 18 años lo ha utilizado alguna vez en España, señala López García, pese a que “no es seguro en adolescentes e incita al consumo de cigarrillos y otras sustancias adictivas”. Y aunque aquí no se han registrado todavía casos graves, Baena alerta de otra cuestión: el cigarrillo electrónico sirve hoy para consumir nicotina en lugares donde está prohibido el tabaco debido a las lagunas regulatorias y las ventas sin control.