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El Ibex se aleja de Europa con una banca fulminada en Bolsa por el BCE

El principal índice español cierra el mes de julio con una caída del 2,48% que lo ha dejado en los 8.971 puntos

Evolución de los principales mercados
Carlos Cortinas / Cinco Días

La Bolsa española ha perdido sin paliativos el tren de la rentabilidad en el mes de julio. El balance mensual deja una pérdida para el Ibex del 2,48%, la mayor con diferencia entre las Bolsas europeas, que superan el mes con descensos más leves y después de permitirse incluso el lujo de marcar máximos anuales en el inicio de julio. No ha habido en cambio tregua para el Ibex, que finaliza el mes por debajo de los 9.000 puntos, retrocediendo a niveles de mediados de febrero y un 6,18% por debajo de los máximos anuales del pasado abril.

El fuerte peso de la banca en el selectivo español ha vuelto a pasar una factura implacable y los fuertes descensos sufridos por el sector en el último mes amplían a un nivel sin precedentes durante este ejercicio la brecha del balance anual del Ibex frente al resto de Bolsas europeas. Mientras el Dax y el Eurostoxx conservan una revalorización en lo que va de ejercicio del 15,44% y el 15,51% respectivamente, el alza del Ibex en 2019 ha menguado al 5,05%. También la Bolsa italiana triplica la ganancia de la española en el acumulado del año, con un avance del 16,78% para el Ftse Mib.

La confirmación de los preparativos para una rebaja de tipos por parte del BCE ha fulminado las cotizacionesde los bancos españoles en el mes. Y los propios bancos han dado fe en sus presentaciones de resultados de los últimos días del impacto de la política monetaria de Mario Draghi: CaixaBankl, Sabadell y Bankia han anunciado rebajas en sus previsiones de beneficios.

El mes deja caídas del 13,74% en bankia y del 13,11% en Sabadell, ambos en renovados mínimos históricos. Bankia al filo de perder los 5.500 millones de euros de capitalización bursátil –y con Bankinter pisándole los talones– y Sabadell por primera vez por debajo de los 0,80 euros por acción. Y el balance del año deja cifras demoledoras para la banca: la caída acumulada por Caixabank en 2019, del 29,36%, ya supera a todo lo perdido durante el año pasado, algo que también le sucede a Bankinter, que se deja el 16,39% este año. El nuevo mínimo del euríbor a un año en julio –del -0,283%– es de hecho un varapalo para el conjunto del negocio hipotecario de la banca.

El rally de la deuda

Los bancos han reaccionado con contundencia al mensaje lanzado la pasada semana por el BCE de que se prepara para una próxima rebaja de tipos, al tiempo que ha comenzado a estudiar opciones como la reanudación de las compras netas de deuda. El reverso a la caída en picado de las cotizaciones bancarias ha estado en el alza meteórica de los precios de la deuda. Julio ha sido también el mes del nuevo mínimo histórico para el rendimiento del bono español a una década –en el 0,214%–, alimentado por la expectativa de otra fuerte oleada de estímulos monetarios del BCE y completamente ajeno a la inestabilidad política española, después de que Pedro Sánchez fracasara en la votación de investidura para ser presidente del Gobierno y se abra paso la perspectiva de nuevas elecciones generales. Por su parte, el bund alemán ha marcado un nuevo mínimo histórico al caer su rentabilidad por debajo del -0,4%.

La Bolsa española se ha quedado además sin la opción de buscar refugio en uno de los sectores defensivos por excelencia, el energético. La polémica propuesta de la CNMC del recortes de la retribución al gas y la electricidad deja caídas en el mes del 16,17% para Enagás y del 4,27% en Naturgy. Y la decepción por los resultados semestrales provoca caídas en julio del 13,30% en Siemens Gamesa y del 17,09% en Ence.

Brexit y guerra comercial

La guinda para el mal mes bursátil la han puesto Boris Johnson y Donald Trump, con mensajes desestabilizadores que han sacudido al conjunto de la Bolsa europea y que provocaron el martes la peor sesión del Ibex en el año. El nuevo primer ministro británico no ha dudado en mostrar desde el primer momento su voluntad de hacer realidad el Brexit el 31 de octubre, con o sin acuerdo, lo que ha debilitado a la libra hasta mínimos de 2017. De hecho, julio es el peor mes para la divisa británica desde 2016, el año del referéndum, un argumento más para las caídas de los valores más expuestos a Reino Unido, como IAG, Sabadell o Santander.

El frente de la guerra comercial ha quedado además lejos de apaciguarse en julio. Las conversaciones entre EE UU y China se saldaron ayer sin nuevos avances. El giro acomodaticio de los bancos centrales confirmado en julio es de hecho la prueba de cómo la guerra comercial está calando en el crecimiento económico y provocando, de forma encubierta, una lucha por la devaluación de las divisas.

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