Los tipos frenan el beneficio de la gran banca, que gana un 11% menos
Entre los seis primeros bancos suman beneficios por 7.536 millones
Los seis grandes bancos españoles que cotizan en el Ibex han visto cómo su negocio se ha frenado durante los seis primeros meses de 2019 respecto al mismo periodo del año anterior, con un descenso en los beneficios y un parón en el margen neto. En un contexto de incertidumbre internacional en varios países de los que operan algunos de los bancos, unido a impactos extraordinarios y el perenne entorno de tipos de interés negativos, tan solo Bankinter y Sabadell han logrado superar el beneficio atribuido logrado en los seis primeros meses de 2018.
En conjunto, las seis grandes entidades financieras (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter) registraron un beneficio de 7.536 millones de euros, un 11% menos que los 8.433 millones obtenidos entre enero y junio de 2018. En ese sentido, CaixaBank ha sido la entidad más penalizada, que como consecuencia de su reestructuración del negocio (venta de participadas, venta de cartera inmobiliaria y reducción de plantilla y oficinas) arrastra durante todo el ejercicio peores indicadores en comparación con las cifras de 2018.
Previsiblemente, hasta que no se adentre en 2020, cuando los trimestres sean comparables, no aumentarán los indicadores de beneficio. Entre enero y junio de este año, tras asumir 978 millones por el ERE que provocará la salida voluntaria de 2.023 empleados, la entidad presidida por Jordi Gual registró un beneficio de 622 millones, un 54,8% inferior al mismo periodo del 2018.
Santander presentó el mayor beneficio en el periodo, con 3.231 millones de euros, un 14% menos que en el primer semestre de 2018 debido a las dotaciones de 814 millones en cargos por reestructuración. Por detrás se situó BBVA, que anunció este miércoles con beneficio neto de 2.442 millones de euros durante el primer semestre de este año, lo que supone un descenso del 3,7% respecto al mismo periodo del año anterior, por el efecto de mayores provisiones. Las ganancias de Bankia se redujeron un 22,3%, hasta 400 millones, fundamentalmente por un menor volumen de resultados por operaciones financieras en el periodo.
En cuanto a Sabadell, el beneficio se incrementó un 341%, hasta 532 millones de euros, gracias a menores provisiones y a la ausencia de costes extraordinarios de la migración tecnológica de su filial británica TSB en el ejercicio anterior. Igualmente, Bankinter presentó un beneficio neto de 309 millones un 18,3% más que en el mismo periodo de 2018, que incluye las cifras de negocio de EVO Banco y de su filial de consumo en Irlanda, Avantcard, cuya integración en el grupo Bankinter se produjo el pasado 31 de mayo.
No obstante, a pesar de la caída en los beneficios, los indicadores que reflejan el negocio puramente bancario no fueron tan malos. El margen de interés conjunto aumentó un 3,63%. Tan solo Sabadell (que se quedó plano con una caída del 0,2%) y Bankia (redujo su margen un 2,8%) obtuvieron peores resultados que un año antes. CaixaBank aumentó el margen un 1,9% y el resto de las entidades mejoraron por encima del 4%. No obstante, las comisiones netas cayeron un 0,05%; el margen bruto conjunto descendió un 0,78%; y el margen neto se redujo en un 4,89%.
Objetivo: reducir costes
A pesar de que en los últimos tiempos la banca española ha acelerado para optimizar la red de sucursales y plantillas los esfuerzos no se han traducido, de momento, en una reducción de costes operativos. En conjunto, las seis entidades registraron gastos por 22.536 millones prácticamente igual que en el primer semestre de 2018 (+0,07%).
Más de la mitad de los gastos correspondieron al Grupo Santander (11.587 millones) que solo pudo rebajarlos un 0,9%. En este sentido, Sabadell recortó gastos un 9,4%; Bankia un 5%; y BBVA un 0,4%. Bankinter los incrementó un 2,1% y CaixaBank los elevó en un 4,5%, aunque señaló que la salida de 2.023 trabajadores, que se producirá este jueves en su gran mayoría, le proporcionará un ahorro de 200 millones anuales.
El entorno de tipos negativos que asola al entorno financiero por la dificultad para generar rentabilidad ha provocado la búsqueda de nuevas palancas para impulsar el beneficio, más allá de la contención de gastos operativos. Y es que las entidades deben conceder cada vez crédito más barato y al mismo tiempo pagar por el exceso de liquidez.
Por ello, en los últimos meses se ha planteado en el sector la posibilidad de cobrar a los clientes por los depósitos. Durante la presentación de resultados en las últimas dos semanas los seis principales bancos reconocieron cobrar por los depósitos a clientes empresariales e institucionales que mantiene sus cuentas no operativas pero descartaron comenzar a cobrar a los clientes particulares por sus cuentas. Solo Sabadell dejó abierta esta posibilidad, en caso de que bajaran aún más los tipos: “Cualquier escenario podría contemplarse”, apuntó el consejero delegado del banco, Josep Guardiola.