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Operaciones

Carlyle ofrece el 5% de Cepsa a aseguradoras y ‘family office’ españoles

El capital riesgo controlará en torno al 35% a través de cuatro fondos y los inversores nacionales invertirán unos 400 millones

Una estación de servicio de Cepsa.
Una estación de servicio de Cepsa.

Salida a Bolsa fallida, exitosa venta privada de Cepsa. La petrolera, española de corazon, es emiratí por su dueño, aunque pronto contará con triple nacionalidad, pues el gigante estadounidense del capital riesgo Carlyle comprará entre el 30% y el 40% antes de cierre de año. Su objetivo, además, es dar entrada a inversores españoles para que se hagan con alrededor de un 5% del capital. Bankinter ha sondeado a aseguradoras y a family office españoles para que participen en la operación, según fuentes financieras.

Mubadala, uno de los fondos soberanos de Abu Dabi, con un patrimonio de más de 200.000 millones de euros en todo el mundo, acordó la venta de esa horquilla del capital por entre 2.200 y 3.000 millones. Fuentes conocedoras de la marcha de la operación señalan que el escenario más probable es que los fondos de Carlyle se queden con el 35% y que la firma complete esa participación con el porcentaje que adquieran sus aliados españoles.

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La tasación de Cepsa comunicada en el momento de la firma del acuerdo, el pasado 8 de abril, fue de 12.000 millones de dólares (unos 10.800 millones de euros). La valoración del capital –una vez descontados los 3.074 millones de deuda neta a marzo– se queda en unos 7.700 millones. La participación del 5% de los inversores españoles supondría un importe de cerca de 400 millones.

Una portavoz de Carlyle, otra de Cepsa y otra de Bankinter han declinado hacer comentarios sobre esta información.

Bankinter está en plena búsqueda de compradores en una operación que se cerrará antes de fin de año

El porcentaje con el que entrará Carlyle no está escrito en piedra, si bien ya ha recibido autorización de la Comisión Europea para ejecutar la adquisición. El Ejecutivo comunitario ha dado luz verde a la operación tras comprobar que los solapamientos horizontales y verticales de las compañías son moderados y que la operación no tendrá un impacto negativo para la competencia en el mercado europeo.

Carlyle anunció que el capital para esta inversión provendrá de cuatro de sus fondos de capital riesgo, la mayoría de ellos especializados en energía, y también de un grupo de coinversores. Las familias españolas y las aseguradoras a las que se ha invitado a participar están dentro de este último grupo, según explican fuentes conocedoras de la estructura de la compra.

Esta venta a Carlyle y a socios españoles sienta las bases para intentar de nuevo una salida a Bolsa. Ese era el objetivo inicial de Mubadala, aunque en octubre del año pasado canceló la operación, que valoraba la empresa entre 7.010 y 8.000 millones, por falta de demanda. La compañía afrontó una tormenta perfecta: un fuerte descenso de los mercados, con el Ibex en mínimos desde diciembre de 2016 debido los tambores que anticipaban una desaceleración económica, agravada por la entonces incipiente guerra comercial desatada entre Estados Unidos y China.

La posibilidad de retomar una OPV a medio plazo está encima del tapete, según ha explicado el propio presidente de Cepsa, Musabbeh Al Kaabi. Sería la fórmula más natural para dar liquidez a sus accionistas y un entorno más que conocido para la empresa, que cotizó entre 1929 y 2011, año en el que Mubadala le lanzó una opa de exclusión.

Cepsa firmó una operación para mejorar las condiciones de su pasivo financiero con una veintena de bancos el pasado 9 de junio. Entre ellos, los españoles Bankia, BBVA, CaixaBank y Santander, además de otras entidades que trabajan habitualmente con Cepsa, como BNP Paribas, HSBC y Mizuho, según los datos recopilados por Dealogic.

La petrolera amplió en la mencionada reforma de su estructura financiera una línea de crédito desde los 1.500 hasta los 2.000 millones. Previamente, a inicios de mayo, ya había debutado con éxito en el mercado de bonos, con 500 millones de euros que vencerán en febrero de 2025 y que vendió a una rentabilidad del 1,027%.

La mencionada modificación, que mejora su colchón de liquidez, dará un balón de oxígeno a Cepsa en su estructura financiera. La empresa aspira a que las tres principales agencias de rating –Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch– le suban la calificación, pese que todas le han asignado ya el ansiado grado de inversión: BBB–.

HSBC se encargará de financiar la operación

Asesores. Rothschild ha sido el asesor de cabecera de Mubadala para su desinversión en Cepsa desde el primer minuto. Los tambores de la operación arrancaron en marzo del año pasado. Para realizar la OPV por el 25% del capital fueron fichados Bank of America, Citi, Santander, Morgan Stanley, Barclays, BNP Paribas, First Abu Dhabi Bank, Société Générale, UBS, BBVA y CaixaBank. Finalmente, los asesores de Carlyle fueron JPMorgan y HSBC. Este último banco es el encargado de recabar la financiación necesaria para realizar la compra. Fuentes conocedoras del sector petrolera explican que, en este caso, la compra podría realizarse, forzando la máquina, con un 50% de recursos ajenos. HSBC es el principal financiador, pero ya está negociando la venta de una parte del crédito, según distintas fuentes. Todavía queda acordar el importe definitivo del préstamo, que variará en función del porcentaje final con el que Carlyle y sus acompañantes españoles entren en Cepsa. En la venta no se incluirá Medgaz, el gasoducto que une directamente Argelia con España a través de Almería y del que ahora la petrolera española controla el 42%, como publicó CincoDías el pasado abril. Naturgy ultima la compra de este porcentaje.

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