El BCE inicia hoy el cambio de rumbo hacia una nueva oleada de estímulos
Debatirá si rebaja ya la facilidad de depósito o lo hace en septiembre. El mercado prevé la reactivación de las compras de deuda en otoño
El Banco Central Europeo ha ido virando su discurso de los últimos meses ante el débil crecimiento económico de la zona euro y las primeras evidencias del impacto del proteccionismo, hasta dar un giro de 180 grados que va a confirmarse hoy.
Mario Draghi ha enterrado cualquier expectativa de alza de tipos durante 2019 y ahora mide el momento para anunciar la decisión opuesta, un nuevo recorte con el que conjurar el riesgo de una recaída económica y exprimir al máximo el actual ciclo de crecimiento. El objetivo del BCE de aproximar la inflación de la zona euro al 2% está lejos de cumplirse y en Estados Unidos, la Fed está a punto de abordar la primera rebaja de tipos de interés desde el estallido de la crisis. La reunión que hoy celebra en Fráncfort el consejo de gobierno del BCE será por tanto la ocasión de seguir preparando el terreno para una nueva batería de estímulos monetarios, que contempla todas las opciones: bajada de los tipos de interés de referencia, para adentrarlos por primera vez en terreno negativo; nuevo recorte a la facilidad de depósito y recuperación de las compras de deuda.
El mercado ya cuenta con que Draghi confirmará el mensaje de los últimos meses y que ha permitido una caída hasta niveles inimaginables de la rentabilidad de la deuda soberana. Lo contrario sería una decepción capaz de provocar una fuerte sacudida en el mercado financiero. Sin embargo, tal y como advierten desde ING, “la cuestión es si las palabras, por muy acomodaticio que sea el tono, serán suficientes”.
La expectativa es alta y los futuros ya dan un 40% de probabilidades a que el BCE recortará hoy en 10 puntos básicos la facilidad de depósito, hasta dejarla en el -0,5%, y otro 45% de probabilidades a una rebaja en el tipo de referencia desde el cero al -0,10%.
Los inversores prevén nuevas compras de deuda neta por 30.000 millones de euros al mes durante hasta 12 meses
“Creemos que la retórica del presidente Draghi mandará un mensaje acomodaticio y de apoyo al euro con contundencia, incluso si decide dejar sin cambios el tipo de la facilidad de depósito”, apuntan desde Barclays. De hecho, una gran mayoría de firmas análisis apunta a que el BCE dejará para la siguiente reunión la materialización de los nuevos estímulos y hoy dejará todo preparado para la rebaja de tipos el 12 de septiembre.
Según coinciden en Pimco, Citi o BofAML, el BCE comenzará hoy por modificar el mensaje oficial de perspectivas de tipos en el comunicado que emite tras la reunión. La frase que guía la política monetaria sufriría hoy un pequeño pero determinante cambio. Así, el BCE podría reformular su declaración anunciado que espera que los tipos oficiales se mantengan en los niveles actuales, o más bajos, hasta el primer semestre de 2020, dejando ya la puerta abierta a una próxima bajada.
Para Pimco, la mayor gestora de bonos del mundo, el BCE lanzará en septiembre un completo programa de estímulos, coincidiendo con la actualización de las perspectivas económicas. Así, en su penúltima reunión al frente del BCE, Draghi anunciaría una recorte de la facilidad de depósito de 10 puntos básicos –al que seguiría otro de igual cuantía en diciembre o marzo de 2020– y el reinicio de las compras netas de deuda por 30.000 millones de euros al mes durante los siguientes seis o nueve meses. Para ello, el BCE tendría que flexibilizar el límite actual por el que no adquiere más del 33% de una emisión o un emisor para elevarlo al 50%.
Nomura también espera un recorte de la facilidad de depósito en 10 puntos básicos en septiembre y otro en diciembre y la reanudación de las compras de deuda, probablemente ya desde octubre. Solo nueve meses después de que las diera por concluidas.
En Citi, también apuestan por septiembre como el momento para tomar decisiones de calado. La reunión de hoy será la ocasión para comenzar a debatir las próximas medidas e ir creando el consenso necesario, según el banco estadounidense, que también prevé un recorte en la facilidad de depósito de 10 puntos básicos en septiembre, algún tipo de alivio a la banca ante unos tipos de interés aún más negativos, y compras de deuda por 360.000 millones de euros durante el próximo año.