Usos de rectificativas y anuladas que pueden acabar en Inspección de Hacienda
El autónomo puede cometer errores en su contabilidad. Y existen mecanismos para corregirlos. Sin embargo, no puede aprovechar este camino para otras técnicas que Hacienda puede interpretar como sospechosas.
Las facturas rectificativas son una técnica completamente legal. También se puede proceder a una anulación completa de una factura emitida con anterioridad. Esta cuestión, aunque similar a la rectificativa, no es exactamente lo mismo. De hecho, un uso inexacto o comprometido de la anulación o la rectificación puede acabar despertando las sospechas de Hacienda.
Para evitar problemas, vamos a explicar a continuación qué es una factura rectificativa y una factura anulada. Los casos en los que es normal utlizar esta técnica legal. Y también recovecos que algunos aprovechan en esta maniobra legal para hacer cosas inadecuadas. Es en este punto donde podemos levantar las sospechas de la Administración. Por eso debemos tener cuidado y hacer correctamente estas modificaciones.
Facturas rectificativas
Las facturas rectificativas se emiten cuando faltan datos en la factura que se ha emitido, como pueden ser datos fiscales o identificativos del cliente. También cuando se haya calculado mal el IVA o ha habido algún error en el importe de la factura que se ha emitido. Lo mismo sucede en el caso en el que se quiera recuperar el IVA de las facturas que han sido impagadas, según explican desde la página web de Altec Asesoría, donde analizan estas figuras. Ojo porque aquí encontramos la primera de las circunstancias que debemos tener en cuenta para no meter la pata con Hacienda.
JRAEconomistas profundiza en su página web en los casos concretos en los que sí está permitido recuperar el IVA con una rectificativa: si el cliente se declara en concurso de acreedores; o si ha pasado un año desde el devengo del IVA y se ha reclamado la deuda vía judicial o por requerimiento notarial.
Cómo debe ser una rectificativa
Entre los requisitos para emitir una factura rectificativa destaca que ésta conste de una numeración distinta a la empleada habitualmente en las facturas. Asimismo debe quedar claro que se trata de una factura rectificativa y debe constar el motivo por el que se emite la rectificación, así como todos los datos de la factura que rectifica.
Una factura rectificativa siempre se puede emitir cuando no hayan transcurrido cuatro años desde la emisión de la primera factura.
Factura rectificativa vs factura anulada
El autónomo no debe confundir en estos casos una factura rectificativa y una anulada. Podría darse el caso de que cuando se emita la factura el profesional autónomo se equivoque de cliente, tal y como explican desde JRAEconomistas, también en su blog. En esas circunstancias deberá anular la factura. ¿En qué consiste? Se trataría de emitir una factura rectificativa que afecte al total de la operación. Puesto que, en este caso, todas las cifras atribuidas a una entidad deben ser corregidas, pues no son ciertas. En resumen, una factura anulada se trata de una rectificativa que consigna de forma negativa la totalidad de las cantidades expuestas anteriormente en una factura original. Esta es la diferencia.
Posteriormente, recuerdan, se deberá emitir una factura normal al cliente que sí correspondiera.
Porque, tal y como recuerdan estos especialistas, lo que no se debe hacer es utilizar esta técnica para retrasar el pago de IVA. Por ejemplo, si se ha emitido cerca del periodo de liquidación y no se cobrará a corto plazo. Tampoco si nos informan de que se retrasará algún pago o similar. Hacienda puede comprobar "el truco" con cierta facilidad, ya que en el futuro se emitirás de nuevo una misma factura con los mismos importes y destinatario que la rectificativa. Y ahí puedes despertar las sospechas de la Administración.