El ferrocarril privado de mercancías se ve abocado a parar por falta de maquinistas
Los operadores vuelven a denunciar la política laboral de Renfe ante la CNMC
La amenaza de fuga de maquinistas vuelve a poner en jaque al colectivo de transportistas privados de mercancías por ferrocarril. El colectivo que engloba a una docena de estos operadores, la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP), se queja de las prácticas de captación de personal por parte de Renfe, asunto bajo la lupa de la CNMC.
Pese a que la empresa pública fue obligada por la propia CNMC a compartir con el sector y con el regulador sus previsiones de contratación y formación con dos años de antelación, la empresa recurrió a la justicia ordinaria. Con todo, en octubre del año pasado las partes pactaron que Renfe ofrecería sus estimaciones a un periodo de 18 meses vista, pero los competidores aseguran que el grupo se salta esta prevención a través de la convocatoria de becas.
El problema para filiales de Acciona, Ferrovial, ACS, Azvi, SNCF o Torrescámara, entre otras, es la fuerza de atracción sobre sus plantillas que ejercen las ofertas de empleo público y becas de Renfe. Las ventajas del convenio del sector público y de los acuerdos empresariales entre Renfe y el sindicato de maquinistas Semaf hacen irreplicables las citadas condiciones e imposible retener a los trabajadores, según reconoce el frente de operadoras. Con un total de 217 maquinistas, estas empresas prevén la marcha de 81 profesionales en septiembre, la mayoría de ellos con destino a la citada Renfe, que cuenta con unos 700 conductores en Mercancías y 5.000 en todo el grupo.
El colectivo de empresas ferroviarias AEFP prevé la marcha de 81 de sus 217 conductores después del verano
La AEFP ha puesto en conocimiento de la CNMC lo que, bajo su punto de vista, es un incumplimiento de la resolución de 27 de diciembre de 2017, firmada por la sala de supervisión regulatoria, que marca las reglas de contratación y formación de personal de conducción por parte Renfe. De forma paralela, se ha enviado una carta al presidente de la compañía dependiente de Fomento, Isaías Táboas, con copia al secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura. En ella se advierte de posibles paros patronales ante la dificultad para competir.
La misma misiva ha sido remitida a los principales clientes del ferrocarril privado: los fabricantes de automóviles representados por Anfac, el colectivo de fabricantes de cemento Oficemen, la asociación de productores de acero Unesid, la patronal de fabricantes y distribuidores Aecoc, la federación empresarial de la industria química Feique, o la asociación de fabricantes de papel Aspapel.
Se trata de un toque de atención a la industria ante un problema laboral y de competencia que dificulta los servicios de transporte. Al mismo tiempo, la AEFP ha abierto contactos con representantes de esas asociaciones reclamando apoyo.
La asociación también ha trasladado su problema a la cúpula de Puertos del Estado. Con una cuota del 40% por toneladas transportadas por kilómetro operado, y del 35% en el caso de trenes por kilómetro, el sector privado es esencial a día de hoy en la entrada y salida de mercancías de los puertos. Con este peso creciente en la red, el colectivo de privados busca proteger sus operaciones ante el efecto llamada de Renfe.