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El euro vigila el auge del populismo en Europa

Aunque los partidos euroescépticos no tendrán fuerza para gobernar, influirán en aspectos clave del proyecto europeo, lo que podría pesar sobre la divisa y la deuda

Un ciudadano deposita su voto en Berlin, Alemania, este domingo donde se celebran elecciones al Parlamento Europeo
Un ciudadano deposita su voto en Berlin, Alemania, este domingo donde se celebran elecciones al Parlamento EuropeoSean Gallup (Getty Images)

La mayoría de los españoles votará este domingo para elegir quién gobernará en su comunidad autónoma, en su ciudad, pero también quién les representará en el Parlamento Europeo. Los comicios europeos han quedado bastante relegados en España ante las otras dos convocatorias, aunque el resto de ciudadanos del Viejo Continente tampoco están muy interesados en estas elecciones. El porcentaje de participación ha ido cayendo desde la primera convocatoria en 1979, cuando alcanzó el 62%, hasta el 43% de 2014.

No obstante, la cita de este año tiene mayor relevancia debido al auge de los partidos populistas por toda Europa y que podría reflejarse en el resultado de los comicios. Por primera vez, según la gran mayoría de las encuestas, la coalición de centro –formada por el Partido Popular Europeo (EPP) y la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D)– podría perder la mayoría como resultado de una fragmentación de los votos. En tercer lugar quedaría la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), a la que podría unirse En Marche y sumar fuerzas con los dos partidos principales para gobernar.

A pesar de esta división y del fin del bipartidismo en Europa, no parece probable que los partidos euroescépticos, que podrían sumar hasta un 29% de los votos, según los cálculos de Axa Investment Managers, consigan ponerse de acuerdo y sumar la mayoría necesaria de 315 escaños (de un total de 751) para gobernar.

“Los partidos tradicionales proeuropeos deberían tener todavía suficientes escaños para formar una coalición mayoritaria y seguir impulsando la agenda de integración de la UE”, afirma Alvise Lennkh, analista de Scope.

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No obstante, esta fragmentación tendrá consecuencias, pues elevará el nivel de incertidumbre y “podría ralentizar e incluso paralizar la legislación de la UE cuando se tengan que tomar decisiones clave”, como las negociaciones comerciales con EE UU o la salida de Reino Unido, explica la economista de la eurozona en Axa Investment Managers, Apolline Menut. De hecho, la dimisión anunciada por Theresa May este viernes abre una nueva etapa de incertidumbre en las negociaciones de salida de la UE. Asimismo, la mayor o menor presencia de partidos antieuropeos podría modificar “las prioridades del próximo presupuesto de la UE”, subraya Lennkh.

Otro de los riesgos es que el poder obtenido por los euroescépticos les permita influir en los nombramientos de las principales instituciones europeas, como el presidente de la Comisión o el sustituto de Mario Draghi al frente del Banco Central. Pese a todo, el resultado de los comicios “tendrá un efecto limitado en los mercados”, señala Philippe Waech­ter, chief economist en Ostrum Asset Management (Natixis IM).

Los inversores estarán atentos principalmente al nivel de fragmentación del Parlamento, lo que influirá en la cotización del euro, explican desde ING. Si el porcentaje de voto destinado a partidos euroescépticos supera el 25%, pero la disparidad de ideas impide una coalición entre estas formaciones, la moneda única se mantendrá en los niveles actuales de 1,11 dólares. Sin embargo, si consiguen poner en común sus propuestas tras obtener más de un 30% de los votos, el euro se situará en los 1,08 dólares, niveles de abril de 2017.

El líder italiano del movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, cota este domingo en Pomigliano d'Arco, Italia
El líder italiano del movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, cota este domingo en Pomigliano d'Arco, ItaliaCIRO DE LUCA (REUTERS)

En todo caso, ambos escenarios incluyen efectos sobre la rentabilidad del bono alemán a 10 años y la prima de riesgo italiana. Y es que ambos países se juegan mucho en estas elecciones. En Alemania, los comicios llegan en plena fase de transición desde la era Merkel. La salida de la canciller, prevista para 2021, podría acelerarse si el apoyo a su socio de Gobierno (el partido socialdemócrata, SPD) pierde apoyos en las europeas y en los comicios regionales que se celebran también el domingo en el estado alemán de Bremen. En este caso, los inversores se refugiarían en el bono y su rentabilidad caería alrededor de 18 puntos básicos, apuntan en ING.

Los votos de los italianos también podrían resultar en una nueva convocatoria electoral. En Axa consideran que si la Liga obtiene más del 35% de los votos, Matteo Salvini podría decidir poner fin al Gobierno de coalición con el Movimiento 5 Estrellas, lo que llevaría al presidente Sergio Mattarella a encargar al líder de este último, Luigi Di Maio, la formación de un nuevo Gobierno. Una situación que elevaría su prima de riesgo hasta los 290 puntos básicos, calcula ING.

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