Guía para engancharse al autoconsumo eléctrico
Pasos para que casas, edificios y pymes dejen de lado la red eléctrica
Si bien el sector de las renovables celebraba “por fin” en octubre pasado la derogación del denominado impuesto al sol mediante el Real Decreto Ley 15/2018, de medidas urgentes para la transición energética, a principios de este mes la fiesta continuaba gracias a la aprobación del RDL 244/2019, que favorece ahora el autoconsumo colectivo –antes solo se permitía el individual conectado a una red interior–. La regulación simplifica a la vez los trámites administrativos, lo que se conoce entre las empresas como el desarrollo (muy esperado) de la normativa de otoño.
De esta manera se establecen dos modalidades: con excedentes, que permite la inyección de la energía sobrante en las redes de transporte y distribución, pudiendo, además, acogerse o no a una compensación económica derivada de esa compraventa de electricidad.
Diseño, licencia de obras, certificado de la instalación y registro autonómico, entre los requisitos
Y sin excedentes, que dispone de un sistema antivertido que regula la producción para ajustarla al consumo de su inmueble, recoge la guía preliminar publicada recientemente por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), que explica en 17 pasos los requisitos necesarios para llevar a cabo una instalación de este tipo, y cuyas recomendaciones se irán actualizando a medida que avance su desarrollo.
Pero ¿quién puede beneficiarse? ¿Dónde se pueden colocar los paneles fotovoltaicos? ¿Qué documentos son necesarios para su registro y tramitación? ¿Cuál es el ahorro para los consumidores? Son algunas de las dudas a despejar a partir de ejemplos concretos.
El IDAE sugiere asegurarse de que el inmueble no esté protegido o se encuentre en suelo rústico
Lo primero que recomienda el IDAE es asegurarse de que no haya impedimentos legales para situar la instalación en el emplazamiento elegido a través del departamento de urbanismo del ayuntamiento correspondiente. El inmueble puede estar protegido, lo que suele ocurrir en el centro de las ciudades, o ser suelo rústico... En general, se pide diseño, certificado y ejecución de la instalación, una licencia de obras e inscripción en el registro autonómico de autoconsumo. Pero si decide verter la electricidad que no usa a la red y percibir una cuantía monetaria por ello, es cuando se exigen otros requerimientos. A continuación los lugares donde se verá más el autoconsumo.
Chalés
La fórmula es individual. “Para una vivienda unifamiliar, se precisa una potencia instalada de entre 1,5 y 3 kilovatios (kW), que implica 6-12 placas solares, con la que puede cubrir, según la orientación de la estructura, un tercio del total de su consumo doméstico, el resto deberá adquirirlo en la red (comercializadora).
Esto supone una inversión de 3.000-6.000 euros amortizables en 11-13 años, con una tasa de rentabilidad del 6%”, ilustra José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (Unef). Sin embargo, Donoso aclara que los costes dependen del edificio y su ubicación. Es decir, los paneles fotovoltaicos suelen colocarse al sur, sureste o suroeste al considerarse que son las mejores posiciones, respecto de la radiación solar, para el aprovechamiento de la generación energética. Asimismo, se recomienda una inclinación de 45 grados de latitud española.
La inversión es de hasta 6.000 euros para una vivienda y de unos 50.000 para una pyme, lo que se recupera en 13 o 6 años, respectivamente
En cuanto a los trámites, al tener una potencia inferior a 15 kW y estar en suelo urbanizable, no tiene que pedir permiso de acceso y conexión a la distribuidora, la empresa instaladora solo debe enviar un boletín a la comunidad autónoma. Una facilidad de la que se benefician asimismo los que prefieren la fórmula sin excedentes, añade. Además, para este ejemplo, si quiere inyectar a la red la energía que no consume (con excedentes) y ser recompensado por ello, la vía es mediante el descuento en la factura en el mes siguiente.
Daniel Fernández y Edgar Imaz, cofundadores de la plataforma española SotySolar, especializada en esta materia, calculan que un chalé de más de 100 metros cuadrados, con cuatro habitantes y un recibo de luz superior a 100 euros en Madrid necesita apenas una potencia de 3 kW, lo que supone un ahorro del 68% en su factura a largo plazo.
Edificios
En esta ocasión, como se trata de comunidades de vecinos, se realiza de manera compartida. El IDAE señala que la instalación más básica cubre la demanda de las zonas comunes (iluminación de escaleras, rellanos, portales, garajes, trasteros, el funcionamiento del ascensor o de piscinas y zonas de juego) y la titularidad corresponde a la comunidad de propietarios.
También es posible incluir el consumo de las viviendas y locales comerciales, “atractivo para las nuevas construcciones”, aunque está la opción flexible, que incluye solo a los vecinos que quieran conectarse, “ideal para los bloques ya construidos”.
Donoso, de Unef, contabiliza que un edificio de cuatro plantas, con una potencia pico instalada de 2,5 kWp, precisa una inversión de unos 5.800 euros. Y como la potencia es menor a 15 kWp, se aplican las mismas condiciones administrativas.
Pymes
A diferencia de los hogares, en las pequeñas y medianas empresas la potencia instalada puede superar los 15 kW, por lo que deberá solicitar un punto de acceso y conexión a la compañía distribuidora (Endesa, Iberdrola o Naturgy) [hoy un punto de conflicto entre generadores renovables y operadores de las redes eléctricas, ya que los primeros denuncian un supuesto bloqueo por parte de los segundos a la hora de enganchar sus proyectos.
De hecho, está pendiente la aprobación del real decreto ley de acceso y conexión y la circular de autoconsumo de la CNMC, una norma en la que el sector confía para resolver esta cuestión], avisan desde la patronal fotovoltaica.
El ahorro para las pequeñas empresas puede ser de hasta el 55% de su factura a medio-largo plazo
Y los recursos a desembolsar también son mayores. “El coste sería de unos 50.000 euros para una planta de 50 kW, que puede producir hasta la mitad de la energía demandada. Su vida útil supera las dos décadas y el tiempo de amortización es de cuatro a seis años. Puede vender la energía que sobra en el mercado y recibir una compensación por ello [para lo que debe suscribir también un contrato con una comercializadora]”, indica Donoso.
Siguiendo esta fórmula, SotySolar prevé que una pyme, en un polígono industrial de Málaga, con una potencia instalada de 25 kW y un gasto de 1.500 euros, puede ahorrarse el 55% de su factura a medio-largo plazo.
Unef sugiere que, si está interesado en convertirse en un autoconsumidor renovable, se ponga en contacto con una empresa instaladora, que elaborará un análisis técnico y, en muchos casos, se encargará de la financiación.
Previsiones
Auge. Unef vaticina que en los próximos años se instalará una media de 400-500 megavatios de autoconsumo al año, lo que duplica el dato de 2018 (235 megavatios). Y es la actividad que más crece desde 2014 tras el estancamiento de los grandes proyectos debido a la crisis y a la reforma de 2013.
Desarrollo. Si bien hasta ahora se ha beneficiado la agricultura, el autoconsumo se extenderá a industrias y comercios por el ahorro y la mejora de la imagen empresarial; así como a comunidades de vecinos, favoreciendo la solución de la pobreza energética, augura Unef.
Competencia. Cada vez son más las firmas que entran en este negocio, como Powen u Opengy (Enertis), de reciente creación, o Cox Energy, con más recorrido, atraídas por la reducción del 80% de los costes renovables.
Empleo. Se prevé que el autoconsumo se desarrolle y cree empleo en todas las comunidades autónomas. El coste se amortizará más rápido en las que tienen mayor radiación solar, apuntan. Así, en Asturias se espera crear 1.500 puestos en dos años.
Sobre la firma
Más información
Archivado En
- Autoconsumo eléctrico
- IDAE
- UNEF
- Consumo electricidad
- Solar fotovoltaica
- Patronal
- Energía solar
- Consumo energía
- Energías renovables
- Organizaciones empresariales
- Mercado energético
- Compañías eléctricas
- Relaciones laborales
- Sector eléctrico
- Administración Estado
- Empresas
- Energía eléctrica
- Fuentes energía
- Trabajo
- Economía
- Energía
- Administración pública