Las eléctricas estiman 15.000 millones de inversión para impulsar el autoconsumo
A través de un informe de Deloitte, el sector reclama "una retribución atractiva" para abordar dichas inversiones
Las distribuidoras de las cinco grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Viesgo) calculan que serán necesarias inversiones en modernización y digitalización de las redes de entre 14.000 y 15.000 millones entre 2017 y 2030 “para integrar de forma eficiente el autoconsumo”. Según un informe elaborado por Deloitte de dichas inversiones, un 46% corresponden a la modernización de las redes de baja tensión; un 35% a subestaciones y líneas de media y alta tensión y el 19% restante a las redes de transporte. El informe fue encargado por la asociación de las cinco grandes sector, Aelec (antigua Unesa) y el resto de operadores de redes: REE y las pequeñas distribuidoras de Cide y Aseme.
Con el título de “Los retos y las necesidades de las redes para el despliegue eficiente del autoconsumo”, la consultora considera que para facilitar dicho impulso, es necesario desarrollar cuatro ejes. Estos son: adaptar el marco regulatorio del autoconsumo (algo que el Gobierno acaba de aprobar); incentivar la digitalización de las redes, definiendo un esquema retributivo atractivo adaptado a la nueva tipología de inversiones; realizar un seguimiento del despliegue del autoconsumo y adaptar el marco tarifario para garantizar la sostenibilidad del sistema eléctrico.
Las compañías abrigan el temor de que la CNMC, que desde enero tiene competencias para fijar la retribución de las redes, les baje la actual remuneración. Aunque el organismo coincide con las empresas en que la metodología para fijar la rentabilidad debe ser el coste medio ponderado del capital (WACC), frente a la fórmula vigente desde 2013 (que hay que revisar en 2020), que liga la rentabilidad de estos activos al bono del Tesoro a 10 años más un diferencial de 200 puntos básicos, lo que ha supuesto en todos estos años una tasa del 6,5% para las líneas.
Con todo, aún planteando este cambio de mecanismo, la CNMC planteó (antes de recuperar su función para elaborar y fijar las tarifas) una rentabilidad del 5,6%, inferior al 7% que reclaman las empresas pero superior a la que se derivaría de mantener el actual esquema.
Las eléctricas la consideran “más razonable, pero insuficiente”, y para ello alegan que la situación ha cambiado y que el esfuerzo inversor derivado de la transición energética, especialmente el de la integración de las renovables y el autoconsumo, es muy elevado. El autoconsumo, por ejemplo, dará lugar a vertidos/flujos bidireccionales, lo que “supondrá nuevas exigencias para la redes”, nuevos sistemas de protección y reguladores de tensión para mantener un elevado nivel de seguridad de suministro. Los autoconsumidores que opten por verter su energía sobrante a la red, deberán instalar una línea de evacuación
De esta manera, el informe considera necesario “desarrollar el esquema retributuivo”, teniendo en cuenta “la vida útil específica y más reducida de nuevos equipos”, un “mayor riesgo que el actual debido a la obsolescencia”, y un “mecanismo de financiación específica para proyectos innovadores de redes eléctricas”.
Según Deloitte, en España existe un potencial de autoconsumo de entre 5.000 y 6.500 MW, cuyos costes de instalación se reducirán entre un 30% y un 55% hasta 2030 (en los últimos ocho años ya ha descendido entre un 40% y un 50%). Las redes eléctricas tendrán que integrar un elevado volumen de recursos distribuidos, más de un millón de puntos, en la próxima década, “que participarán activamente en la demanda”.
El informe reconoce que la penetración del autoconsumo renovable en España no ha alcanzado el desarrollo que en otros países de la UE. Concretamente, se ha instalado una capacidad per cápita cuatro veces menor que en países con menor recurso solar, como Alemania, Reino Unido o Italia, debido, principalmente, a una regulación que había bloqueado la actividad.
El mayor potencial de desarrollo del autoconsumo es el del segmento industrial (un 40%), seguido de los bloques de vivienda y las pymes (un 25%), gracias al autoconsumo compartido. El resto, se reparte entre el sector servicios (grandes superficies, con un 15%), regantes (un 10%) y viviendas unifamiliares (un 10%). Por regiones, Deloitte calcula que el mayor potencial se concentra en las regiones del centro y el sur (un 80%), con mayor irradiación.
Una inversión total de 36.000 millones
El Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) con el que el Gobierno queire cumplir los objetivos de descarbonización hasta 2030 (un 74% de renovables), incluye inversiones en redes de 36.349 millones para integrar 57.000 MW de nueva capacidad. En esa cantidad se incluye, además del desarrollo del autoconsumo, el del vehículo eléctrico y el almacenamiento de electricidad.
En sus alegaciones al PNIEC, la asociación Aelec dice echar de menos “un análisis de la seguridad de suministro”, así como “la posible necesidad de capacidad firme de cara a laretirada del carbón y la nuclear”. En su opinón, el ele,ento que contribuye a dicha garanrtía, “tal y como reconoce la Comisión Europea, son los mecanismos de capacidad”. Y pide que se implementen este tipo de mecanismos “de forma urgente”.
Aelec arremete con la pretensión del Gobierno, de introducir restricciones a la operación de las instalaciones de bombeo para maximizar “Una supuesta integración de las renovables”. Algo que, según la asociaicón, figura de forma explícita en el proyecto de ley de Cambio Climático, guardado, de momento en un cajón.