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En colaboración conLa Ley
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Núria Martín: "se puede tener hijos y llegar a ser socia de un gran despacho"

"Al quedarme embarazada por segunda vez sentía que tenía que pedir perdón; hay que facilitar la conciliación"

Como firma británica, con su oficina principal en España situada en Barcelona y que quiere hacer de las nuevas tecnologías la esencia de su negocio, Osborne Clarke lidia con tres de los principales desafíos a los que se enfrentan, en la actualidad, la sociedad y la economía. Su socia directora, Núria Martín, es una de las pocas mujeres que encabeza un bufete en nuestro país. Su ejemplo, asegura, es la prueba de que las abogadas pueden ocupar puestos directivos sin renuncias personales.

R. ¿Cómo está afectando la inestabilidad política a las operaciones?
R. Las grandes operaciones internacionales no se están viendo afectadas. Y las que ya se habían iniciado el año pasado, siguen su curso con normalidad. No obstante, sí pensamos que, a pesar de que hay mucho dinero en el mercado, el calendario electoral, el Brexit y Cataluña pueden provocar cierto parón. Los inversores quieren confianza y un clima regulatorio despejado, y todo esto no ayuda.
R. ¿Están las empresas preparadas para el Brexit?
R. Está siendo un proceso muy curioso, porque es como si los propios ingleses no se lo acabasen de creer. Nuestra percepción es que las compañías grandes y multinacionales, a través de sus asesorías jurídicas internas, han hecho sus deberes. Las empresas medianas y pequeñas, en cambio, no tienen planes de contingencia demasiado profundos. Han preferido no gastar demasiados recursos hasta no saber exactamente qué es lo que va a pasar.
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R. ¿Y qué incidencia tendrá para los bufetes ingleses como el suyo?
R. Cuando hablas con la oficina de Londres no manifiestan gran preocupación; confían en que la economía del Reino Unido es lo suficientemente grande como para no verse demasiado perjudicada. Yo no lo tengo tan claro. Por ejemplo, estamos viendo que nuestra oficina en Ámsterdam sí se está beneficiando de todo esto. Vivimos este proceso con gran preocupación y tristeza. Algo que afecta a toda Europa se ha gestionado con muy poco sentido común. Todo empezó con muchísimas mentiras y falsas verdades, y ahora no hay nadie capaz de ser valiente y decir: "Esto es lo que realmente va a pasar; ahora, decidan con esta información".
R. La tecnología plantea nuevos conflictos como el del taxi y los VTC. ¿Cómo deben abordarse legislativamente estos retos?
R. La realidad siempre va a evolucionar más rápido que la ley, pero la solución no puede ser, como ha pasado en Cataluña con los VTC, eliminar la competencia en un sector, regulándolo de tal manera que sea inviable. Por supuesto que debe haber normas, pero estas nunca deben asfixiar una actividad. Supongo que las autoridades de competencia o los tribunales se pronunciarán sobre esta regulación. Hay sitio para todos y el mercado lo pide.
R. ¿Qué nuevos nichos de negocio ofrecen las nuevas tecnologías a los despachos?
R. Como firma especializada por sectores, hace unos años nos dimos cuenta de que en todos ellos había un elemento disruptivo común: la tecnología. Y ya está siendo determinante en ámbitos como el retail, la biomedicina o el financiero. Se acerca una nueva revolución industrial gracias a la transformación digital, el internet por satélite y las tecnologías 5G. Nosotros queremos estar bien posicionados en todo ello, porque creemos que va a dar mucho juego en relación a nuevos métodos de trabajo, retos regulatorios, temas de datos, etc.
R. ¿Están las firmas aprovechando todo el potencial que les da la tecnología?
R. Su implementación es más difícil de lo que se piensa. Integrar las tecnologías es costoso y además necesita mucha formación para los abogados y el personal de soporte. Estamos en ello, pero todavía se puede llegar a mucho más.
R. ¿Qué objetivos se plantea Osborne Clarke en España para este año?
R. El año 2017 fue muy bueno, en 2018 nos mantuvimos y para 2019 esperamos seguir más o menos igual o crecer un poco. Si repetimos la facturación del año pasado, estaremos muy satisfechos.
R. ¿Tiene la firma intención de ampliar su red de oficinas o fichar nuevos socios?
R. Crecer por crecer nunca ha sido un objetivo para nosotros. Si lo hacemos es para cubrir mejor las necesidades que tienen nuestros clientes. De momento no nos planteamos contratar nuevos abogados en Madrid, Barcelona o Zaragoza, pero si vemos alguna oportunidad que pueda darnos más valor, ayudarnos a crecer y ofrecer un mejor servicio, estamos abiertos a nuevos fichajes, por supuesto.
R. ¿Hay hoy una mayor concienciación sobre el papel de la mujer en la abogacía?
R. Sin duda. La incorporación de la mujer a puestos directivos no puede hacerse solo con la voluntad de la mujer de querer llegar, tiene que haber un cambio en el conjunto de la sociedad. Hay que entender que la maternidad exige que las mujeres, en determinado momento de nuestras vidas, necesitemos más tiempo libre. La conciliación es esencial; hay que hacer compatible la vida familiar y laboral sin que tengamos que renunciar a tener una posición directiva. Cuando me quedé embarazada por segunda vez recuerdo que casi sentía que tenía que pedir perdón por ello a mi jefe. Hay que facilitar todo eso. Cuando era más joven rechazaba las cuotas, me parecían algo horrible, pero ahora me doy cuenta de que si no hubiera sido por ellas muchas mujeres muy válidas no estarían en los consejos de administración. Espero, eso sí, que en algún momento cercano ya no sean necesarias.
R. ¿Qué políticas de conciliación tiene Osborne Clarke?
R. Cada año invertimos bastante dinero en infraestructuras para que la gente pueda trabajar sin tener que estar presente en la oficina. Además, quien lo necesite puede trabajar media jornada. Es verdad que de los 19 socios que somos solo hay tres mujeres, pero en las siguientes generaciones lo normal será que promocionen más. En nuestra oficina de Barcelona las abogadas son ya más del 50% y las tres socias tenemos hijos, por lo que las nuevas generaciones están comprobando que se puede.
R. ¿Está saturado el sector legal español?
R. Es un mercado muy repartido y en el que ya hay mucha competencia. Quizá pueda venir alguna firma americana siguiendo a un cliente clave, pero lo cierto es que todo está ya muy repartido.
R. ¿Qué cualidades debe tener un joven abogado para trabajar en Osborne Clarke?
R. Debe tener una mentalidad abierta, lejos de esquemas rígidos. Es muy importante que sea una persona imaginativa y, por supuesto, que hable perfectamente inglés. Y después, que transmita mucho entusiasmo por la profesión.

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