¿Y si el futuro de las pensiones son los planes privados con gestión pública?
Las consultoras especializadas defienden la validez del modelo británico Nest
Las pymes son la llave para generalizar un ahorro complementario para la jubilación. La asociación de consultores de pensiones (Ocopen) lo tiene claro y por eso pide que se facilite el acceso de los trabajadores de empresas pequeñas a planes de pensiones privados, incluso gestionados por el Estado.
La iniciativa puede parecer enrevesada, pero en Reino Unido está dando sus frutos. Allí, todas las empresas con una mínima plantilla tienen la obligación de ofrecer a sus empleados pagarles parte de su sueldo en forma de pensión para la jubilación gestionada por Nest, un organismo público.
El trabajador renuncia a una parte de su sueldo (alrededor del 3%), la empresa pone otra parte (otro 3%) y ese dinero se ingresa en una cuenta de Nest. Este organismo rinde cuentas ante el Parlamento británico, cuenta con comité de expertos para asesorarse y un equipo directivo que, a su vez, subcontrata la gestión del dinero con varias gestoras internacionales como UBS, State Street, Vanguard, BlackRock, CoreCommodity Management.
El organismo público británico de pensiones ha logrado un rendimiento medio anual del 8,8% para sus clientes
Nest ya tiene cerca de siete millones de trabajadores como clientes (muchos de ellos trabajadores de pymes y de microempresas). La rentabilidad media anual lograda en los últimos cinco años ha rozado el 9%.
“Si queremos desarrollar un sistema de previsión complementaria que sea suficiente para compensar la probable merma de las pensiones públicas, tenemos que empezar a fortalecer el ahorro dentro de las empresas, especialmente en las más pequeñas, que son las que más trabajadores emplean”, ha explicado Mariano Jiménez, presidente de Ocopen, durante un encuentro en prensa.
Tanto desde esta asociación como desde la patronal aseguradora, Unespa, y la asociación de las gestoras de fondos y planes de pensiones, han pedido al Gobierno implante un sistema similar al británico, con adscripción semiobligatoria. Incluso con aportaciones adicionales por parte del Estado a los planes privados.
En cuanto a la gestión de estos fondos semiobligatorios, desde Ocopen defienden que el control podría tenerlo el sector público, aunque luego se subcontratara. Una de las claves para que funcione un sistema, defienden, es que sea muy sencillo y allá un modelo de inversión por defecto, para que el trabajador o la pyme no tengan que tomar decisiones complejas.
En Ocopen también piden al Gobierno que ofrezca más información sobre la evolución de las pensiones públicas, que ponga en marcha medidas que faciliten convertir en una renta el patrimonio inmobiliario y que ofrezca más incentivos fiscales para los productos financieros que permiten complementar la pensión pública.