Cisma en el cava
Nueve relevantes bodegueros del Penedès abandonan la D.O. Cava y empiezan a comercializar sus espumosos con la etiqueta Corpinnat
Ruptura y división en el cava. Nueve bodegas de relevancia –Gramona, Llopart, Torelló, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca, Can Feixes, Júlia Bernet y Mas Candí- han decidido abandonar la D.O Cava. Estos productores han optado por volar juntos, sin el amparo del consejo regulador, y bajo el paraguas de la Asociación de Elaboradores y Viticultores Corpinnat (AVEC), que ellos mismos comenzaron a dar forma en 2017 e impulsaron en abril del año pasado. Se trata de “una marca colectiva de la Unión Europea nacida con la voluntad de distinguir los grandes vinos espumosos elaborados en el corazón del Penedès, a partir de la uva 100% ecológica recolectada a mano y vinificada íntegramente en la propiedad”, señalan los promotores. Todos los vinos espumosos bajo este paraguas llevan el distintivo Corpinnat en la etiqueta frontal de la botella.
Los miembros que componen AVEC representan el 0,94% de la producción total de este espumoso, según un comunicado del Consejo Regulador del Cava, que lamenta la decisión de estos bodegueros de abandonar el proyecto de potenciación de la marca cava. También advierte que los desertores no podrán utilizar o hacer referencia a la citada marca, a la categoría Gran Reserva o al Cava de Paraje Calificado, exclusivas solo para los elaboradores inscritos en la D.O. Cava.
Durante meses, según detalla el presidente del Consejo Regulador, Javier Pagés, desde este organismo se ha intentado un acercamiento para acercar posturas que finalmente ha resultado en vano. “Desgraciadamente, la gran discrepancia es el tiempo. Coincidimos en los objetivos de territorio y calidad, pero no ha sido suficiente para convencerlos y finalmente han creído conveniente seguir su camino. Creemos que la unión, y no la confusión, genera la fuerza necesaria para competir exitosamente en los mercados mundiales. Bajo esta premisa, hemos querido sumar a AVEC en un proyecto que compartimos y desde el prisma que representa una D.O., como máximo exponente del sistema cualitativo de nuestro sector y que supone una total garantía, trazabilidad y autenticidad para el consumidor”, comenta Pagés.