11 fotosLos monovolúmenes reivindican su supervivenciaNo pasan por su mejor momento, pero todavía existen opciones muy interesantes en el mercadoMario HerráezMadrid - 13 dic 2018 - 10:25CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDe una manera similar a lo que ocurrió a los neandertales cuando apareció el Homo sapiens, la llegada de los todocaminos hace unos años pareció anunciar el fin de los monovolúmenes, que hasta entonces eran la opción predilecta de muchas familias. Los SUV recién llegados calcaban sus cualidades (comodidad, espacio y versatilidad), añadiendo a la fórmula una estética que caló entre los compradores. Los MPV (como también se conoce a los monovolúmenes) parecían abocados a la extinción ante los SUV, que primero parecieron moda y más tarde demostraron que habían llegado para quedarse. Y aunque el mercado haya evolucionado claramente en esa dirección, no se ha llegado a la extinción: los familiares tradicionales resisten, sin ser tan importantes ni registrar las ventas de antaño, pero estando disponibles para todos aquellos a los que no les terminen de convencer los todocaminos. Las cifras son el mejor espejo de su situación. En el acumulado de ventas entre enero y septiembre de 2018, las unidades comercializadas entre monovolúmenes pequeños y grandes ascendieron a 63.192 vehículos, lo que apenas supone un 6% de las matriculaciones totales. De esta cantidad, la mayor parte pertenece a los modelos compactos, más populares en el mercado, como ocurre con otros tipos de vehículos, que han matriculado 56.611 unidades (5,4% de cuota de mercado), mientras que la aportación de los grandes es prácticamente testimonial, con solo 6.581 unidades (0,6%).Un coche de tracción delantera, algo que en un primer momento no sentó bien a los incondicionales de BMW, que lleva cuatro años en el mercado y que incluso ha ampliado su gama con una variante de mayor tamaño y hasta siete plazas hábiles, el Gran Tourer. El primero cubica 468 litros de maletero y el segundo 645, siendo uno de los principales puntos fuertes de ambos, que en su variada oferta mecánica cuentan con versiones de tracción a las cuatro ruedas y mecánica híbrida enchufable.Con seguridad se le conoce más como Picasso, pero ha abandonado dicha denominación este mismo año. Su imagen es mucho más moderna que antes, pero sigue siendo uno de los referentes tanto en espacio de maletero (537 litros) como de modularidad en su interior. Para quien se le quede corto en básico, el Grand C4 Spacetourer añade una tercera fila con dos asientos individuales y algo más de 100 litros de capacidad extra si se opta por la configuración de cinco plazas. La opción de bajo coste, como es tradición en la marca, del segmento. Un punto a su favor bastante importante dadas las reducidas ventas que hay en el mismo. Más limitado que sus competidores, como es lógico, en cuanto a mecánicas y a opciones, lo cierto es que es un modelo muy espacioso en todas sus plazas, ya sean las cinco que trae de serie o las dos auxiliares que se pueden añadir de manera opcional. La versión L del popular 500 ya es una variante de tamaño considerable que puede hacer las veces de familiar. Y dentro del modelo, el Wagon cuenta con una longitud incluso mayor que le permite alojar dos asientos extras en una tercera fila opcional. Esto da lugar a varias configuraciones que facilitan mover la balanza hacia el transporte de pasajeros o hacia el de equipaje, con una capacidad de maletero que va de 416 a 1.784 litros de capacidad.Como muchos de sus rivales, al modelo base de cinco plazas se añade la opción Grand C-Max, de mayor tamaño y con siete asientos. Ambos comparten espacio, tecnología (con elementos como el aparcamiento asistido) y opciones mecánicas que incluyen motores de GLP. Sin embargo, es el mayor el que resulta más versátil y detalles como las puertas traseras corredizas facilitan el acceso al generoso habitáculo.El monovolumen coreano ofrece también la versátil opción de alternar entre cinco o siete plazas, combinándolas con un maletero 536 y 103 litros en cada caso. Aunque lleva en el mercado desde 2013, recibió una actualización el año pasado con la que incorporó novedades tanto estéticas como de equipamiento, contando con pantalla central de siete pulgadas en los acabados más altos de la gama. El monovolumen compacto alemán lleva mucho tiempo en el mercado, pero de cara a 2018 ya ha presentado una nueva generación. Hace suyos los rasgos de los últimos lanzamientos de la marca, ofreciendo una postura de conducción alta, una mayor distancia entre ejes que otorga más amplitud a las plazas traseras y un maletero que va de los 455 litros con los asientos levantados hasta los 1.540 si se pliega la banqueta. Otro nombre clásico del segmento de los monovolúmenes que quiere seguir en la brecha. El Zafira, la propuesta de Opel, tiene siete plazas que se benefician del sistema modular Flex para variar entre distintas combinaciones con mucha facilidad, alternando entre siete o cinco asientos, consiguiendo en el segundo caso una superficie de carga con suelo plano y una capacidad de almacenaje que alcanza hasta los 710 litros. La polivalencia de utilización al poder. Al que fuera uno de los máximos exponentes del género se le puede achacar haberse vendido al enemigo, pero es comprensible: su nueva generación ha perdido algo de practicidad y ha centrado su enfoque en el diseño, adoptando rasgos de los SUV tales como las protecciones de plástico inferiores o las enormes llantas, que miden 20 pulgadas de serie. También está disponible en versión Grand Scénic, con siete asientos y hasta 700 litros de capacidad de maletero.Todo un gigante al que pocos pueden siquiera hacer sombra. Pasa holgadamente de los cinco metros de longitud y tiene el maletero más grande del mercado: hasta 1.975 litros. Ofrece tanto espacio que incluso con las siete plazas disponibles cubica más que muchos de sus rivales, ya que llega hasta los 875 litros. Además, este mismo año ha recibido una puesta al día que ha mejorado su imagen. Eso sí, solo puede adquirirse con un motor 2.2 turbodiésel de 178 CV.