El inversor catarí Al Thani pacta su eventual salida de El Corte Inglés en siete años
Dispone de una opción de venta firmada con el grupo por el 10% La compañía tendría que afrontar el pago en efectivo
El jeque catarí Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani acudió en 2015, en plena crisis, al rescate de El Corte Inglés. Le concedió un préstamo por 1.000 millones de euros, obligatoriamente convertible en acciones. El pasado julio, este acuerdo lo convirtió en dueño del 10% del grupo de distribución español y lo coronó como su tercer accionista. Pero el jeque se guardó un as en la manga.
De acuerdo al folleto que ha remitido la compañía a la Bolsa irlandesa para la emisión, la próxima semana, de 600 millones de euros en bonos, Al Thani podrá exigir a El Corte Inglés que le facilite la salida de su capital una vez se cumplan 10 años de la fecha del acuerdo. Es decir, en julio de 2025 o, lo que es lo mismo, en menos de siete años. El grupo de distribución se comprometió a recomprar las acciones que ha transferido a este inversor catarí si este aprieta el botón de la venta a partir de esa fecha.
Cierto es que esta opción de venta incluye una cláusula especial: “Su ejecución depende de determinadas condiciones [no revela cuáles] cuyo cumplimiento es potestativo de la sociedad”, especifica el folleto.
Así, El Corte Inglés estaría obligado a desembolsar a Al Thani unos 1.000 millones. Esta es la valoración del 10% firmada en agosto de 2015, si bien el documento de la emisión no especifica una cifra. No es ni mucho menos el plan de la actual cúpula del grupo, que prevé seguir recortando la deuda de la compañía en los próximos ejercicios, hasta situar su ratio de apalancamiento (deuda financiera neta entre beneficio bruto de explotación en un año) en menos de tres veces, por debajo del nivel actual de 3,2 veces. Una recompra del 10% del capital dispararía su pasivo.
Una alianza de accionistas de cara a una salida a Bolsa
Socios clave. Tres accionistas clave de El Corte Inglés firmaron el 13 de julio un acuerdo que regula la relación entre ellos y con la empresa. “En particular, fija ciertos derechos, compromisos y mecanismos en el caso de una salida a Bolsa”. En el pacto están el inversor catarí, la Fundación Ramón Areces e IASA.
El reparto actual. La Fundación Ramón Areces, creada por Ramón Areces, es el mayor accionista con el 37,4%. El 22,2% es de Cartera de Valores IASA, controlada por Marta y Cristina Álvarez con el 69% y por el expresidente Dimas Gimeno, su tío César Álvarez y su madre, María Antonia Álvarez, con el 31% adicional. Primefin es el tercero con el 10%. Corporación Ceslar, que agrupa las acciones de la familia Luis Areces, tienen el 9%, y Cartera Mancor, de los descendientes de César Rodríguez, el 7%.
La reducción de los compromisos financieros ha sido contundente, desde la ratio de 4,1 veces que alcanzó en el ejercicio concluido el pasado febrero. En los últimos 18 meses la amortización de deuda ha sido especialmente intensa, con la venta de inmuebles no estratégicos por importe de unos 500 millones de euros.
Blindaje
Primefin, la firma a través de la cual Al Thani tomó la participación en el grupo, se blindó ante una posible pérdida de valor de El Corte Inglés. Acordó que recibirá un 2% más en caso, por ejemplo, de una eventual salida a Bolsa en la que la compañía se tase a menos de los 10.000 millones a los que la valoró en 2015.
El inversor catarí optó el pasado julio por recibir en dinero contante y sonante una parte de las acciones que le hubieran correspondido en El Corte Inglés. De acuerdo a lo pactado en 2015, este préstamo implicaba recibir en acciones el 2,25% del capital o 225 millones en metálico.
El crédito rubricado entre Al Thani y El Corte Inglés también comprometía al grupo de distribución a cumplir determinados objetivos de ebitda en los tres años siguientes. Este parámetro debía aumentar en un 12% anual durante los tres ejercicios siguientes a la rúbrica del pacto, objetivo que incumplió El Corte Inglés. El ebitda del grupo se desvió hasta el pasado ejercicio en un 80% de lo acordado con el inversor. Pero el incumplimiento no significaba que Al Thani elevase de forma automática su participación en un punto, sino que ese aumento era progresivo, y dependía de la desviación media definitiva del ebitda sobre el objetivo marcado, en una horquilla que iba del 95% al 69%. Es decir, cuanto mayor fuese el desvío, más puntos ganaría Al Thani.
Así, pese a que no consta en el folleto, Primefin es el virtual dueño de un 0,3% adicional, como publicó CincoDías el pasado 2 de agosto. Sin embargo, el inversor hubiera podido quedarse con un 1% extra si los resultados del grupo hubiesen sido peores. Con todo, si no se cumplen una serie de objetivos en resultados y otras cuestiones, como la salida a Bolsa, todavía puede llegar a alcanzar un 12%.