Lo que Apple añora de Steve Jobs
Tras el fallecimiento de su fundador, la compañía no ha conseguido una gran producción creativa Bajo la dirección de Cook han mejorado los resultados económicos
Controvertido y admirado, Steve Jobs poseía un talento especial para lograr que los productos de Apple revolucionasen el mercado. Cumplidos casi siete años desde su fallecimiento, la ausencia del carismático líder se hace notar en una compañía que, tras presentar el pasado miércoles sus nuevos modelos de iPhone y AppleWatch, ha recibido críticas de seguidores que acusan una falta de innovación. A pesar de haber logrado los mejores resultados económicos de su historia bajo la batuta de Tim Cook, en este tiempo solo ha sido capaz de sacar un producto nuevo: el AppleWatch. Sin embargo, sus ideas fundacionales siguen presentes como su mayor legado a la empresa con sede en Cupertino (California).
“Los resultados dejan muy contentos a los accionistas, pero Apple posee hoy menos capacidad de innovación porque no tiene a ese líder inspirador”, considera la directora del máster en liderazgo de alto rendimiento en EADA, Lucía Langa. Y es que cuando las manos de Jobs llevaban las riendas de la compañía, en apenas diez años revolucionó el mundo de los ordenadores personales con el Mac, la industria de la música con el iPod y su tienda iTunes, la telefonía móvil con el iPhone y las tabletas con el iPad. Además, aportó una nueva visión al cine animado a través de los estudios Pixar con películas como Toy Story y Bichos.
“De alguna manera se ha dejado de inventar, que es lo que él sabía hacer muy bien y permitió que toda la organización se impregnara de ese espíritu”, analiza Langa. Según la experta en management, Apple no solo adolece del genio creativo que caracterizó a la empresa mientras la dirigía su fundador, sino que sus últimos lanzamientos, meras versiones actualizadas de productos anteriores, “no tienen un valor añadido diferenciador. La filosofía de Steve Jobs, basada en humanizar la tecnología y en enamorar con sus productos, se está empezando a poner en entredicho”.
Desde que Tim Cook asumiera el más alto cargo directivo en 2011, su estilo, conciliador y discreto, basado en obtener buenos resultados, ha marcado una diferencia en la forma de dirigir que atesoraba su antecesor. No obstante, la posición que ocupa la compañía no se ha visto trastocada. Según el último informe elaborado por la consultora especializada en análisis de marca Interbrand sobre las 100 mejores empresas del mundo, Apple fue la firma mejor valorada, por encima de Google, Microsoft y Coca-Cola.
“En el management hay una obsesión por el CEO héroe que conquista los mercados con su propia fuerza de voluntad y su visión. Al final, lo que hace que una empresa logre resultados son los equipos de trabajo. Si Apple ha llegado adonde está es por el inmenso talento que tenía dentro”, argumenta el director del programa del máster en dirección de marketing y ventas en Esade, Jaime Castelló. Desde que accediera al puesto de director del equipo de Diseño Industrial en 1997, Jonathan Ive se ha mantenido al frente del cargo.
Precisamente, los analistas coinciden en señalar que la filosofía y la forma de trabajar que implantó Steve Jobs en sus inicios se han mantenido hasta la actualidad. “Dejó un estilo de funcionamiento de la compañía tras su reingreso (en 1997) y eso es lo que le está permitiendo a la marca no perder sus principios fundacionales y seguir siendo el líder que es”, explica Langa.
Ante los giros que han experimentado las tecnológicas hacia productos orientados al software, Apple se ha mantenido invariable en su tradicional apuesta de fabricar de manera integral tanto el hardware como el software para controlar la experiencia del usuario.
“Con lo volátiles que son las grandes empresas, es interesante ver que no han cedido a esos cantos de sirena. Se han mantenido firmes en sus principios. Seguramente podrían haber lanzado más productos o haber sacado más software y probablemente en las oficinas de San Francisco tengan muchas cosas que no han mostrado porque la experiencia no es perfecta, y esa disciplina forma parte del ADN que impuso Jobs”, aduce Castelló.
Entrada a nuevos mercados
Las grandes presentaciones de antaño, celebradas tradicionalmente en septiembre, se convirtieron en eventos imprescindibles tanto para la prensa como para los seguidores de la firma de la manzana mordida. La expectación por ver al líder de Apple sobre el escenario, vestido con su jersey negro de cuello de cisne, unos pantalones vaqueros y unas zapatillas blancas para presentar un aparato nuevo, hacía de la experiencia un acontecimiento único.
La sustitución de Jobs por Cook ha rebajado la espectacularidad de los eventos. “Tenía unas características personales muy particulares. Tim Cook no es tan especial. Poseen personalidades distintas y parecen apuntar que, aunque los CEO sean diferentes, cada uno lidera con sus habilidades. Hay que entender cuáles son tus cualidades, tus fortalezas y trabajar sobre ellas”, comenta Castelló.
Aunque la única gran aportación de la tecnológica en los últimos siete años haya sido el AppleWatch, el experto de Esade asegura que supone un salto decisivo: “Tiene la importancia de cambiar radicalmente de mercado. Abre una nueva categoría, la de los smartwatches, y lo ha desarrollado con una cuota muy significativa sin ser su intención. Es una apuesta muy valiente”.
Con esta operación, la compañía ha hecho su incursión en el mundo de la moda y además con un producto de lujo. Un movimiento que permite conquistar el mercado comenzando desde la posición más alta, basándose en una estrategia que ya había puesto en práctica con el iPod. “La obligación que tiene Cook todos los años con los accionistas es hacerles saber cómo va a conseguir que ganen más dinero. Y en los mercados maduros no lo van a lograr. Hay que irse a nuevos nichos, se han ido al mundo de los smartwatches y lo han hecho por la parte del lujo, no por la más masiva. Apple siempre ha sido muy inteligente al entrar con modelos de alto rendimiento, alto precio y alto margen para después abrir la categoría hacia abajo”, reflexiona Castelló.
La empresa del billón de dólares
Tras la muerte de Jobs en octubre de 2011, muchos analistas dudaban de la capacidad que tendría la organización para mantener su posición de liderazgo en el mercado. Siete años después, Apple se convirtió, el 2 de agosto de 2018, en la primera cotizada estadounidense en inaugurar el club de empresas cuya capitalización bursátil alcanzaba el billón de dólares.
Desde el deceso de su icónico líder, las acciones han escalado un 289% en el Nasdaq y recientemente su director, Tim Cook, ha recibido una bonificación por parte de la compañía de 560.000 títulos valorados en 121 millones de dólares (unos 100 millones de euros) como recompensa por su buen comportamiento en Bolsa.
Una trayectoria económica que, sin embargo, arroja dudas entre los expertos sobre el camino que seguirá el gigante tecnológico en el futuro. “Hablar de Steve Jobs y Tim Cook es hacerlo de las contradicciones en las que está entrando esta gran compañía. Hay muchos interrogantes de futuro que valdría la pena hacérselos llegar a los dirigentes, porque es una empresa que está dejando de tener interés para los expertos que la analizan como un caso emblemático de estudio”, explica la profesora de EADA.
Y es que, aunque el rumbo de la compañía haya variado al priorizar su dimensión económica sobre la creativa, desde su ausencia, la sombra de Steve Jobs sigue presente en la dirección de Apple.
Hitos históricos
Apple II. Presentado en 1977, se convirtió en el primer ordenador destinado a un público de masas. Tras el éxito experimentado, supuso un canon de lo que debería ser una computadora para uso personal, tanto para informáticos experimentados como para usuarios sin conocimientos técnicos. Su evolución ha desembocado en las versiones actuales del Mac.
iPod y iTunes. Comercializado desde 2001, el iPod se convirtió en el líder del mercado de los reproductores de audio portátiles bajo la promesa de poner toda la colección de música en el bolsillo. Junto al aparato, Apple lanzó la plataforma iTunes, que permite organizar, comprar y reproducir las canciones.
iPhone. El primer teléfono que lanzó la firma salió al mercado en 2007. Desde entonces se ha convertido en su producto insignia, cuyas innovaciones han llevado a la creación de los últimos modelos, el iPhone XS, XS Max y XR, presentados el pasado miércoles 12 de septiembre.
iPad. Puesto a la venta en 2010, supuso la incursión del gigante tecnológico en el mercado de las tabletas. Con un diseño similar al reconocible iPod y unas funcionalidades parecidas al resto de dispositivos de la marca, culminó su oferta de dispositivos móviles.
AppleWatch. El primer producto creado bajo la nueva era de Tim Cook como director de la compañía ha abierto el camino de entrada de Apple en el mundo de la moda. Fue presentado en abril de 2015 y desde entonces ha copado la cuota de mercado de los smartwatches. Recientemente ha lanzado la última versión, el AppleWatch Serie 4.