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El ‘brexit’ es el mayor temor de los tenderos británicos

La Confederación de Industria Británica estima que el arancel promedio será del 13,4%

Un supermercado en Londres (Reino Unido).
Un supermercado en Londres (Reino Unido). REUTERS

Los tenderos de Reino Unido tienen que temer más a un brexit caótico que a la comida podrida. A los minoristas les preocupa que no llegar a un acuerdo con la Unión Europea pueda provocar el retraso de los proveedores en el transporte de mercancías. El mayor desafío que deben afrontar está en los aranceles sobre los beneficios y la participación de mercado del sector.

El British Retail Consortium, que hace lobby en nombre de los minoristas británicos, advirtió de que un brexit sin acuerdo provocará demoras en aproximadamente el 30% de todos los alimentos consumidos en Gran Bretaña que provengan de la UE. Suponiendo que se pueda superar, los tenderos seguirán estancados al pagar aranceles de importación más altos, ya que las normas de la Organización Mundial del Comercio impiden que Reino Unido le dé al bloque aranceles más bajos que otros países hasta que ambos puedan alcanzar un nuevo acuerdo comercial. La Confederación de Industria Británica calcula que el arancel promedio sería del 13,4%.

Eso sería un gran golpe para todas las tiendas de comestibles del país. Los grandes supermercados, como Tesco o J. Sainsbury no detallan exactamente cuánto gastan en suministros de otros costes, como el envío, o cuánto proviene de la UE. Sin embargo, First Research estima que, en promedio, los supermercados de Reino Unido gastan 75 peniques de cada libra que producen sus productos.

Al aplicar el promedio de Reino Unido del 30% para las importaciones de la UE, Tesco y Sainsbury se enfrentarían en conjunto a 2.900 millones de libras adicionales de costes anuales hasta llegar a 21.300 millones de libras en importaciones. Eso sería suficiente para casi liquidar su beneficio operativo combinado en 2020, según Eikon.

Hay formas de reducir el golpe. Las tiendas de comestibles podrían presionar al Gobierno para que reduzca los impuestos a la propiedad. También pueden estipular precios más altos para los clientes, negociar con los proveedores e intentar obtener más productos locales.

Sin embargo, llevará tiempo sustituir las cadenas de suministro, y los consumidores de Reino Unido pueden comprar productos menos o más baratos si los precios suben demasiado. Lo último que los tenderos británicos necesitarían en medio de la interrupción del brexit sería otra guerra de precios.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Daniel Domínguez, es responsabilidad de CincoDías.

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