Dacia, mejor que nunca en ventas, apuesta por la robotización
La firma ha vendido más de 5,2 millones de coches desde 2004; en 2017 creció un 3,4% Cuenta con un centro de I+D pionero en Titu, Rumanía
A unos 130 kilómetros de Bucarest, la capital de Rumanía, en un pequeño pueblo llamado Mioveni, se encuentra la fábrica de Dacia. Allí hace 50 años, la empresa automovilística rumana, que hoy pertenece al Grupo Renault, fabricaba su primer vehículo, el Dacia 1100. Fue todo un acontecimiento, hasta el líder del país (por ese entonces un régimen comunista) Nicolae Ceauşescu, asistió a la inauguración de la planta y se le obsequió un Dacia 1100. Hoy la empresa, lejos de aquel casi primitivo vehículo, apuesta por la industria 4.0.
La empresa celebró su aniversario la semana pasada abriendo las puertas de su fábrica en Rumanía. En ella produce, entre otros, los motores utilizados por los modelos Twingo de la tercera generación, el Twingo GT, el Sandero Stepway o el Logan. Este último, el buque insignia de la marca. Desde 2004, cuando lanzó este coche al mercado, que supuso el resurgir de la marca, la empresa ha vendido más de 5.200.000 vehículos. Año tras año ha ido aumentado sus ventas de manera ininterrumpida, alcanzando en 2017, un crecimiento del 3,4%.
Hoy, la empresa está presente en 44 países. Sylvain Coursimault, director de Marketing de Dacia y de Global Access (la gama de vehículos más accesibles del Grupo Renault), explica que el secreto de su éxito es la mezcla entre sofisticación del producto y un precio muy accesible. “De 2000 a 2015, el consumidor vio cómo aumentaban las prestaciones de un coche pero también su precio. El secreto de nuestro éxito son los 8.000 euros de media que vale el Logan”, aseguró.
Hoy, la bandera de la firma la ha tomado el Sandero, el coche favorito de los europeos, según datos de Dacia. La marca supone el 40% de los coches vendidos en el programa Global Access, mientras que Renault representa el otro 60%. El objetivo del grupo es vender dos millones de coches de Global Access al año desde 2020.
Jerome Olive, director de Fabricación, Ingeniería de Proceso y Logística de la alianza de Renault, Nissan y Mitsubishi, asegura que hay que apostar por las nuevas tecnologías. “Necesitamos mirar al futuro, hacia la conectividad y la autonomía. Nuestra prioridad es el cliente”, explica. Renault que ya tiene modelos ecológicos como el ZOE o el Twizy, el monoplaza que se fabrica en la planta de Valladolid, no se plantea lanzar todavía un Dacia eléctrico. “Hoy no, pero en un futuro sí. Tenemos la tecnología, eso no es problema. Nuestra prioridad es el cliente y de momento no lo está pidiendo. Hoy no es posible lanzar un modelo eléctrico barato, uno de nuestros pilares”, dijo Ionut Gheorghe, director comercial de Dacia.
50 años sobre cuatro ruedas
Orgullo rumano. La empresa surge como una compañía estatal del país balcánico. En 1968 se construye la planta de Mioveni, acto al que acude Nicolae Ceaușescu, presidente de Rumanía. Un acuerdo con Renault permite que la compañía produzca el Renault 8 bajo el nombre de Dacia 1100, el cual regalarían a Ceaușescu.
Dacia 1300. En octubre de 1969 se lanza el modelo 1300. El automóvil demostrará ser un verdadero éxito comercial, tanto en Rumanía como en otros países del Este de Europa, donde el modelo se exportará a partir de 1971.
Dacia 1300 Station Wagon. Es lanzado en 1973. Es la primera de una amplia serie de versiones del modelo básico, que se desarrollará en los próximos 35 años.
Dacia 1302. En 1975, se lanza un primer vehículo comercial derivado de Dacia 1300.
Fracaso de las conversaciones con Renault. Dacia alcanza un acuerdo para prolongar su relación con la compañía francesa, pero nunca se llegaría a firmar. La empresa tendría que seguir fabricando modelos derivados del Renault 12.
1999. Dacia pasa a ser una empresa controlada por Renault.
Llega el Logan. En 2004, Dacia lanzaría uno de sus mayores éxitos en ventas.
Olive asegura que la empresa es 4.0 y un ejemplo de ello es Mioveni. Al caminar por sus instalaciones, se puede observar como todos los procesos de fabricación del coche son seguidos inmediatamente por los jefes de cada sección en su Ipad. Una idea que salió de la fábrica que tiene el grupo en Valladolid y que se ha implantado en otras 13 plantas. Otro aspecto novedoso, es el seguimiento mediante geolocalización de los embalajes con piezas que envía la empresa a sus distintas fábricas en el mundo.
Todo parece estar controlado. El 80% de la planta está automatizada. En 2017 produjo 751.000 chasis, 506.000 cajas de cambio y 510.000 motores. La planta de Mioveni produce un coche cada 54 segundos, según datos de la empresa. Aquí se producen seis modelos de la familia Duster, Sandero y Logan. Del primero, la planta produce 840 unidades al día y desde la empresa aseguran que quieren aumentar ese número.
Otra de las instalaciones que Dacia muestra con orgullo es el centro de desarrollo y ensayos que se encuentra en la localidad de Titu. Al entrar en él, un ruido monótono se lleva toda la atención. Varios robots se encargan de cerrar y abrir las puertas de un coche para probar que todo funciona correctamente. Trabajo que hacen en ciclos de hasta 40.000 repeticiones. Una de las salas más llamativas del centro es donde se hacen las pruebas sonoras del coche. Una sala muy alta, gris, con unas paredes de las que salen unos triángulos enormes y sobre todo silenciosa.
En Titu, Renault prueba todos los coches de Dacia y de la gama Global Access. Posee 32 kilómetros de pistas, donde los coches ruedan sobre distintas superficies, inclinaciones o responden a diferentes situaciones climáticas. Dacia representa el 3% del PIB de Rumanía y emplea a más de 17.000 personas.
Desde la firma remarcan la importancia que tiene España para el grupo Renault, que es el cuarto mercado de la gama Global Access. El top 5 está compuesto por Francia, con 119.000 coches, Alemania (64.918), Italia (63.374), España (56.301) y Marruecos (46.848). En el grupo muestran mucho optimismo, pese a la caída del 5,2% sufrida por los títulos de la automovilística el pasado jueves, por el efecto del profit warning de Daimler, derivada de la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump. Fuentes de la compañía consideran que "estamos en un momento disruptivo" y eso no es bueno para nadie, pero tienen confianza en que la situación se terminará calmando.