El mercado no espera sorpresas y confía en que la Fed eleve tipos en junio
Se prevé que Jerome Powel no toque los tipos en la reunión del miércoles El consenso espera que los suba 0,25 puntos en junio, hasta entre el 1,75% y el 2%
Sin sorpresas a la vista. Ayer comenzó la reunión del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos. La institución celebra su segunda reunión bajo el mandato de Jerome Powell y la atenta mirada del mercado, que no espera novedades en materia de política monetaria.
El consenso de los analistas confía en que sea en junio cuando la Fed vuelva a subir los tipos de interés pero se mantiene expectante del guión de la institución. Según su última previsión, mantiene que realizará dos nuevas subidas de los tipos este año –adicionales a la realizada en marzo– y otras tres en 2019. Eso sí, el mercado empieza a descontar cada vez más que para este año sean tres los incrementos adicionales.
La atención de la institución estará en la evolución de los precios –que estarían acercándose al objetivo del 2% en los próximos meses– y en la rentabilidad del bono estadounidense en un momento en el que el treasury a 10 años ha llegado a superar en la última semana el 3% –para moderarse hasta el 2,95%– y la curva de la deuda sigue aplanándose en la parte de plazos más cortos: la rentabilidad del bono a dos años se sitúa en el 2,5%.
La escalada de la rentabilidad de la deuda ha impulsado en las últimas semanas al dólar frente al resto de divisas, y la moneda estadounidense ha pasado página a la debilidad mostrada en el arranque del año. El euro cotiza así en los 1,20 dólares, lejos de los 1,24 de hace unas semanas.
El apetito de los inversores por las energéticas y el perfil defensivo las convierten en las firmas que mejor lo hacen en Bolsa
Desde Pimco, la mayor gestora de fondos de bonos del mundo, Joachim Fels, su asesor estratégico global, recuerda que la Fed parece determinada a continuar manteniendo las subidas de tipos en respuesta a los estímulos fiscales mientras otros bancos centrales están suavizando sus mensajes. Así, el BCE reconoció la pasada semana una ralentización en algunos datos macroeconómicos, una circunstancia que el mercado ha interpretado como que podría retrasar el fin de las compras de deuda hasta finales de año, mientras que el Banco de Inglaterra enfriará las opciones para una subida de tipos en mayo.