Una industria del turismo con una excelente salud que hay que hacer sostenible
El sector debe prepararse para compensar con ofertas de calidad el trasvase de visitantes a los destinos del norte de África
La buena salud del sector turístico español se confirma año tras año con unas cifras de afluencia y ocupación que no cesan de crecer. Las últimas previsiones, hechas públicas ayer por Exceltur, confirman que el turismo extranjero sigue creciendo, pero también que lo hace a un ritmo menor que el del año pasado, un ejercicio que se saldó con casi siete millones de viajeros foráneos más. Las cifras que arroja la encuesta del lobby turístico muestran que el músculo de la industria española sigue intacto, tanto en previsiones de ventas como de beneficios, pero la explicación de esa bonanza está principalmente en la recuperación del turismo nacional y no, como hasta ahora, en las visitas de viajeros de otros mercados. Las cifras señalan que el turismo español genera el 45% de la actividad del sector, una potente recuperación capaz de compensar el parón experimentado en la afluencia de viajeros extranjeros.
Mientras la explicación del aumento del turismo nacional está principalmente en la buena salud de una economía cuya recuperación se plasma cada vez en más hogares, la caída de viajeros extranjeros se debe a la mejora de la situación en destinos como los de Turquía y Egipto, que solo entre enero y febrero han recuperado ya 1,4 millones de turistas, mayoritariamente de mercados como Francia, Italia y Reino Unido. La normalización de la seguridad en ambos países y unos precios más competitivos explican un resurgimiento que no debería ser una sorpresa, porque su origen fue en gran medida puramente coyuntural.
Aunque resta por ver si la tendencia se consolida, la industria española debería prepararse para compensar ese trasvase de turistas hacia otras orillas del Mediterráneo y hacerlo con ofertas atractivas y competitivas, lo que no significa necesariamente que deban estar basadas en el precio. El crecimiento –de hasta dos dígitos– de los viajeros asiáticos, rusos, latinoamericanos y estadounidenses, todos ellos con una importante capacidad de gasto, constituye una pista clara de la estrategia que España debe desarrollar para consolidar la sostenibilidad del turismo: avanzar hacia un sector que apueste firmemente por la calidad antes que por el crecimiento desordenado y la masificación.