El crecimiento económico desborda el optimismo de los directivos españoles
El 59% considera como buena la actual coyuntura económica El 77% prevé elevar la facturación a lo largo de este ejercicio
El INE confirmó la pasada semana que la economía española creció un 3,1% el pasado ejercicio. Se trata del tercer año consecutivo creciendo a tasas superiores al 3%, lo que ha disparado el optimismo empresarial sobre la evolución de sus negocios a medio plazo. Una encuesta realizada por KPMG y CEOE revela que las perspectivas de los empresarios para este año son las mejores desde que se comenzó a realizar este sondeo en 2010. En esta edición, 1.899 directivos han respondido de forma mayoritaria que el próximo ejercicio será incluso mejor que 2017. Solo el 3% de los encuestados prevé malas perspectivas para sus compañías en 2018, un porcentaje inferior al de 2017 (7%), al de 2016 (8%) y al de 2015 (39%). En el otro lado, el 59% de los directivos augura una coyuntura “buena” para este ejercicio, muy por encima del 37% de 2017 o del 32% en 2016. “La opinión y expectativas de los directivos encuestados refrenda unas perspectivas optimistas para 2018 contemplando crecimiento de sus negocios, aumento en sus inversiones e incrementos de sus plantillas”, remarca Juanjo Cano, socio responsable de Mercados de KPMG.
La encuesta muestra que el 77% de las empresas prevé que sus ventas crecerán a lo largo de este ejercicio y que de esa muestra, un 36% considera que el alza de la facturación será superior al 5%. Las empresas también dedicarán gran parte de sus beneficios a la inversión, como demuestra el hecho de que el 57% considere que elevará el gasto en esta partida. La prioridad estará centrada en el gasto en herramientas tecnológicas, con un 63% de las respuestas, seguida por recursos humanos (42%) e Internacionalización (40%). Es en el aspecto del empleo en el que los directivos se muestran más cautos en sus previsiones, ya que solo el 45% augura que su plantilla crecerá. De ese porcentaje, un tercio considera que la generación de puestos de trabajo subirá por encima del 5%. Juan Rosell, presidente de CEOE, reclama la puesta en marcha de reformas estructurales. “Sin ellas y con la incertidumbre política, la excesiva carga regulatoria y las tensiones geopolíticas, nos podríamos encontrar con serias limitaciones para la economía española”, recalca.
El informe divide la opinión de los empresarios en función de la comunidad autónoma de donde proceden, lo que sirve para señalar a las regiones turísticas (Baleares y Canarias) donde los empresarios muestran un mayor optimismo, mientras que las perspectivas más negativas se encuentran en Cataluña. El proceso independentista ha tenido un impacto directo en el turismo, una de las principales actividades de la economía catalana, y ha provocado una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento. Si solo el 3% de los empresarios españoles auguraba una mala coyuntura, este porcentaje sube hasta el 21% en el caso de Cataluña e incluso aparece un 3% que la considera muy mala. Entre las diecisiete comunidades autónomas, sin embargo, donde peores perspectivas tienen los empresarios es en Murcia, donde el 42% cataloga de mala la situación económica.
Preguntados por el conflicto catalán, el 53% de los encuestados considera que la situación vivida en 2017 ha tenido un impacto negativo en su compañía. Solo el 9% piensa que ha tenido un impacto positivo en sus negocios y casi el 40% alega que no ha influido ni positiva ni negativamente. Entre aquellos que sí declararon un impacto negativo, el 80% afirma que este periodo ha generado incertidumbre mientras que el 57% piensa que ha afectado a la imagen del país. El 46% considera que esta situación ha paralizado algunas decisiones de inversión y el 20% cree que ha obstaculizado la contratación pública.
Peticiones y amenazas
Peticiones. Entre las reclamaciones al gobierno central, los empresarios reclaman una mayor simplificación administrativa (en el 45% de las respuestas), más fomento de la educación, formación y desarrollo de las competencias (un 44%) y el fomento de la innovación (un 41%). En el caso de los gobiernos autonómicos exigen educación y formación (un 64%) y simplificación administrativa (63%).
Amenazas. La incertidumbre política, con Cataluña y el brexit a la cabeza, son las principales preocupaciones de los directivos, con un 57% de las respuestas. Ya a cierta distancia aparecen las cargas regulatorias (44%), la creciente competencia (42%) y la debilidad de la demanda (33%). Pese a la reforma laboral, la falta de flexibilidad en las condiciones laborales también aparece con un 23%