La economía creció un 3,1% en 2017 por el tirón del consumo y la inversión
La renta salarial crece, pero sigue perdiendo peso en la riqueza total España exportó más bienes y servicios de los que importó
La economía española cerró el año pasado con un crecimiento del 3,1%, lo que supone el tercer ejercicio consecutivo avanzando a ritmos superiores al 3%. Los datos publicados ayer por el INE reflejan que la inversión fue el principal componente que tiró de la economía. La formación bruta de capital fijo avanzó un 5%, muy por encima del gasto del consumo final de los hogares, que registró una tasa positiva anual del 2,4%. La Administración contuvo su gasto, que apenas creció un 1,6%. La demanda nacional, que incluye el gasto en consumo final y la inversión aportó 2,8 puntos del crecimiento del 3,1% de España. Los restantes 0,3 puntos fueron aportados por la demanda externa. España exportó bienes por un valor de mercado de 396.725 millones e importó por 365.693 millones. España suma seis años consecutivos en el que las exportaciones superan las importaciones.
El PIB nominal, que tiene en cuenta la evolución de precios avanzó un 4%. La riqueza bruta de España suma 1.163.662 millones de euros. Los salarios siguen siendo el componente más relevante del PIB, sin embargo, sigue perdiendo peso. Las nóminas de todos los trabajadores sumaron 550.272 millones, un 3,3%. Representa el 47,3% de la riqueza del país frente al 47,6% registrado el año anterior. De hecho, el peso de los salarios en el PIB español lleva una evolución a la baja desde el inicio de la crisis. El hecho de que la remuneración de los asalariados crezca, pero su peso decaiga en la economía decaiga refleja que los otros componentes de la riqueza avanzan con mayor vigor. El excedente bruto de explotación y la renta mixta bruta alcanzó el año pasado los 493.627 millones, un 4,8% más. Bajo este concepto, la contabilidad nacional que elabora el INE incluye todo los que no es renta salarial. Abarca desde los beneficios empresariales del sector privado y pública hasta las rentas inmobiliarias, las amortizaciones o los ingresos de los autónomos. Aun es pronto para saber cómo han evolucionado cada uno de estos epígrafes. Los impuestos netos sobre la producción y las importaciones crecieron un 4,5% hasta los 119.763 millones.
Por el lado de la oferta, la construcción registró el mayor crecimiento (5,1%), aunque también es el sector que más cayó durante la crisis económica. La industria manufacturera logró un avance del 3,7%. Los servicios, que representan el 66,4% del PIB, creció a tasas más moderadas (2,6%). El único sector de actividad que retrocedió en términos anuales en 2017 fue la actividades financieras y de seguros.