Figueruelas,otro ejemplo de responsabilidad y capacidad de diálogo
El acuerdo en la factoría de Opel apuesta por la flexibilidad para mejorar la competitividad
Pese a que hace apenas una semana las posiciones para el diálogo entre la dirección y los trabajadores de la planta de Opel España en Figueruelas parecían irreconciliables, la responsabilidad y la sensatez se han abierto camino y han permitido llegar a un acuerdo sobre el futuro de la factoría aragonesa. La amenaza del grupo francés PSA de trasladar la fabricación del nuevo Opel Corsa a otra fábrica y los dañinos efectos que esa medida hubiese tenido para la plantilla de la planta de Zaragoza y de sus proveedores tensó las negociaciones al máximo, pero finalmente estas han desembocado en la firma de un preacuerdo de convenio colectivo.
El texto, que ha sido apoyado por el 60% de la plantilla, impone una congelación salarial para 2018, así como la desaparición de varios pluses, como el de nocturnidad, y la aplicación de una nueva política de contratación. El convenio contempla también alzas del 50% del IPC en 2019 y 2020 y del 60% en los dos años siguientes. Se trata de un esfuerzo por parte de la plantilla que está condicionado no solo a la producción del nuevo Corsa, sino también al desarrollo de un nuevo plan industrial para Figueruelas y a que PSA utilice a plena capacidad la factoría.
No es la primera vez que la industria del motor en España se erige en un ejemplo a imitar en cuanto a capacidad de diálogo y flexibilidad a la hora de ajustar de costes laborales. Desde el estallido de la crisis económica, los sindicatos del sector se han distinguido por su esfuerzo para adaptarse a los vaivenes de los ciclos de producción, así como por saber entender la necesidad de modular las posiciones como medio para aumentar la competitividad, mantener la producción y conservar los puestos de trabajo. Esa racionalidad y responsabilidad es lo que ha llevado a esta industria no solo a sobrevivir a una crisis que hizo caer a más de un sector, sino a consolidarse en el conjunto de España y lograr atraer inversión productiva y tecnológica. El acuerdo alcanzado ayer en Figueruelas se enmarca en este modelo de cooperación a corto plazo, con el sacrificio que ello implica, para buscar una ganancia a largo plazo.