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Energía comprimida en madera ultradensa

Biomasa Forestal fabrica pellets industriales y domésticos Es la segunda firma española que más creció en Europa entre 2012 y 2015

Factoría de Biomasa Forestal en Pontevedra.
Factoría de Biomasa Forestal en Pontevedra.
Carlos Gómez Abajo

Los pellets son un tipo de combustible granulado, alargado, hecho a base de madera u otros materiales similares, que se puede usar en industria y a nivel doméstico y que emite menos contaminantes de efecto invernadero que sus homólogos.

Es lo que produce Biomasa Forestal, una pequeña empresa con sede en As Pontes (Pontevedra) y una de las organizaciones europeas que más creció entre 2012 y 2015, según un ranking reciente del Financial Times que engloba 1.000 entidades en total. Es la segunda compañía española de la lista tras la cadena de hostales Room 007.

“Es, sin duda, un motivo de orgullo que nos incentiva a continuar en la misma dirección”, afirma Luz Pardo, consejera delegada de Grupo Gestán, dedicado al desarrollo de soluciones ambientales para residuos, aguas y biocombustibles, que adquirió la compañía precisamente en 2012, cuando estaba “en una delicada situación financiera”. Se había creado en 2006 y entonces tenía cinco empleados; ahora son 20 y los ingresos han crecido un 226,8%, hasta los siete millones de euros.

Esperan que el sector que más avance sea el de las centrales térmicas, que pasen del carbón a a este combustible

Una de las medidas que tomó el nuevo equipo fue enfocarse a un nuevo mercado, optando por la fabricación de pellet doméstico, de 6 milímetros de espesor, en lugar del industrial, de 8 milímetros. Los pellets tienen como mucho 4,5 centímetros de largo y se fabrican prensando serrín. La lignina (los polímeros de la madera) hace de aglomerante, por lo que no necesita pegamento ni ninguna otra sustancia. Tienen una apariencia brillante, como si estuviesen barnizados, y son más densos que la madera original. Son más costosos de producir que las astillas, que ocupan más espacio pero pueden cumplir un papel similar. Precisamente, Biomasa Forestal ha puesto en marcha una línea de producción de astillas, aunque el valor añadido sigue estando en el pellet.

La compañía produce 65.000 toneladas al año del material, a partir, sobre todo, de pinos de la zona, y lo vende principalmente en el propio mercado gallego. Exporta la mitad de su producción, la mayoría a la Unión Europea, en especial a Reino Unido, Dinamarca y Francia; también a República Dominicana.

Los clientes son industrias, hospitales, locales de hostelería, centros educativos y particulares. “Cada vez hay una cuota mayor de mercado para el pellet”, señala Pardo. El sector que más esperan que crezca es el de las centrales térmicas, que pueden pasar de usar carbón a pellet.

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La biomasa puede obtenerse de restos de podas, talas o carpinterías, por lo que contribuye al reciclaje y, al tener más densidad y ser las piezas de poco tamaño, puede apilarse fácilmente y aprovechar mejor el espacio que la leña (aunque no que el gasóleo). Los pellets son más baratos y producen menos contaminantes de efecto invernadero –como el óxido de nitrógeno o de azufre– que el gasóleo, aunque emiten más partículas finas que el gas natural, en general.

Su nivel de sostenibilidad depende del proceso de elaboración y del origen de los materiales. Biomasa Forestal tiene, entre otros, el sello del Gobierno británico Biomass Supplier List, que da fe de las bajas emisiones de sus pellets, así como varios certificados del origen legal y sostenible de sus materias primas.

En España aún hay mucho margen para explotar esta fuente de energía, asegura Pardo. Según datos oficiales, solo se aprovecha una tercera parte del crecimiento anual de biomasa en nuestro país.

El año pasado, Biomasa Forestal realizó una ampliación de capital de 1,7 millones de euros, aportados por Xesgalicia, la gestora de capital riesgo de la Xunta gallega, y García Forestal, abastecedora de la materia prima de la planta. El capital actual es de 4,8 millones: el 60% de Grupo Gestán, el 26% de la Xunta y el 14% de García Forestal.

En 2014, el grupo invirtió 450.000 euros en maquinaria y almacenes y al siguiente año, otros 800.000. Este ejercicio está previsto que sume otro millón de euros para incrementar la eficiencia.

Sobre la firma

Carlos Gómez Abajo
Licenciado en Físicas, máster en Periodismo UAM-El País y posgrado en Información Económica. Es redactor de Opinión de Cinco Días, y también ha escrito en Mercados y en la sección de ocio/lujo. Ha trabajado en el portal de noticias científicas Tendencias 21 y ha hecho traducciones, la mayoría de tipo económico.

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