El futuro pasa por la biomasa o la geotermia
El sector lamenta que las tecnologías minoritarias se excluyan de las subastas eléctricas.
Cuando se habla de energía renovable automáticamente aparece la imagen de un aerogenerador o de una placa fotovoltaica. Pero el sector ofrece más y España podría apuntar alto en la generación mediante otras energías alternativas que, si bien no están del todo desarrolladas, “tampoco se ven beneficiadas de un trato justo por parte de las Administraciones”, confirman desde la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).
Margarita de Gregorio es responsable del área de geotermia y biomasa de APPA. Para ella, “la geotermia [generación de energía mediante el aprovechamiento del calor interior de la Tierra] tiene un futuro prometedor en España, pero no se contempla en los planes ni en las subastas eléctricas”, lamenta.
La energía geotérmica tiene un futuro prometedor en España, pero no está presente en los planes del Gobierno", afirma Margarita De Gregorio, de APPA.
“El Ministerio de Industria está preocupado por alcanzar los objetivos del año 2020, pero ni se plantea introducir a la geotérmica a pesar de ser la energía más barata”, cuenta la responsable. De Gregorio cree que “necesitamos una señal por parte del nuevo Gobierno. Cualquier mecanismo de ayuda o préstamo nos serviría para aupar al sector”.
Además, asegura que existe “cierto interés de las autoridades canarias por explotar esta energía” y, dadas las condiciones de las islas, parece el lugar lógico para comenzar. “El coste de producción es muy competitivo y tanto en las islas como en la Península hay potencial”, sostiene.
En el Plan Energético de la Comunidad de Madrid 2015-2020 se establece el objetivo de incrementar en un 35% la producción de energía renovable en el ámbito temporal del plan, informan fuentes regionales, y en ello también tendrá un sitio la energía geotérmica.
“Tenemos previsto que al menos se duplique la potencia instalada actual”, afirman. Desde 2008, en Madrid se han ido sucediendo las instalaciones geotérmicas hasta alcanzar en 2014 la cifra de 290, con una potencia total instalada superior a los 12 megavatios (MW) y casi 1.800 metros de sondeos. Pero nada de esto suena suficiente para este sector todavía incipiente.
La biomasa también está en el punto de mira. La generación de electricidad mediante la combustión de los llamados pellets “se ha visto perjudicada por las barreras impuestas tras la subasta de principios año”, señala Javier Díaz, presidente de la Asociación Española para la Valorización de la Biomasa (Avebiom). “Clama al cielo que nos limiten el número de horas para generación eléctrica con biomasa a 6.500, cuando tenemos capacidad para alcanzar las 8.000 horas”, explica.
- Un negocio de 55 billones de euros
Desde la asociación indican que el volumen de negocio generado en torno a la biomasa en la Unión Europea alcanzó en 2014 la cifra de los 55 billones de euros, lo que supone un incremento del 32% con respecto a 2010, “muestra del buen hacer del sector”.
Además, es generador de riqueza en el medio rural. En 2014 había casi 300.000 empleados en toda Europa relacionados con la biomasa sólida, “en su mayoría ligados a los bosques y su entorno”, agrega Díaz, y recuerda que en la actualidad el 85% de la producción de pellet en España cuenta con certificados de calidad y proviene de residuos forestales.
Las alegrías del sector son gracias a la generación térmica, que, con la subida hace unos años del petróleo, ha hecho casi imprescindible las calderas de biomasa en los hogares y comunidades de vecinos de España.
El mar, un océano de infinitas posibilidades
Las posibilidades del mar son infinitas y a España le sobra costa para ello. De hecho, según datos de APPA, el sector de las energías oceánicas (olas y corrientes) aportó al PIB en 2015, 12,4 millones de euros, un 2,5% más que el ejercicio anterior. Como sector incipiente, gran parte del empleo que se genera es en el ámbito de la I+D+i, “lógicamente, ante el contexto económico se ha ralentizado su crecimiento en los últimos años”.
La tecnología undimotriz (que utiliza la fuerza de las olas) focaliza principalmente la actividad de la industria española y, de nuevo, Canarias y el litoral cantábrico son el epicentro de la actividad. “Nuestro país cuenta con la primera planta comercial de energía de las olas en Europa continental: el proyecto de Mutriku, del Ente Vasco de Energía (EVE) e IDAE”, apuntan desde APPA.
El empleo en el sector de las energías marinas alcanzó en 2015 un total de 307 puestos de trabajo –203 directos y 104 inducidos– y parece que se mantendrá en esas cifras.