La CE advierte a Puigdemont que el respeto de la ley es innegociable
El Parlamento Europeo debate por primera vez la crisis institucional en España Bruselas reitera su petición a buscar una salida negociada pero alerta sobre "el populismo nacionalista"
El conflicto de Cataluña ha dado este miércoles otro paso en su europeización con un debate de urgencia celebrado en el Parlamento Europeo en Estrasburgo que se ha vuelto, en gran parte, contras las intenciones de la Generalitat.
El vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha ha advertido al govern catalán que "la votación del domingo fue ilegal" y que "el respeto del Estado de derecho y de la ley es obligatoria". El vicepresidente de la Comisión, en el turno de apertura de la sesión, ha recordado a las autoridades catalanas que "se puede estar en contra de las leyes, se puede intentar cambiarlas, pero no se las puede ignorar".
Al cierre del debate, Timmermans se ha mostrado aún más duro y ha vinculado a las autoridades catalanas con "los movimientos de populismo nacionalista" que obvian los principios de la democracia cuando lo consideran necesario. "Saltarse el Estado de derecho porque defendemos algo apasionadamente es peligroso porque, después, otros también se lo pueden saltar porque defienden apasionadamente otra cosa", ha advertido Timmermans.
El número dos de la Comisión Europea también ha calificado como "tristes" las imágenes de la violencia registrada en Cataluña el pasado domingo durante el referéndum convocado por la Generalitat y suspendido por el Tribunal Constitucional. Timmermans ha reconocido el derecho de cualquier Estado a defender el cumplimiento de la ley. Pero ha subrayado la necesidad de usar la fuerza "con proporcionalidad" y ha recordado que la liberad de expresión es un derecho fundamental en la UE. No obstante, ha precisado que "todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión, pero una opinión no es más valiosa que otra por el simple hecho de que diga en voz más alta".
Bruselas también ha reiterado su llamada al diálogo. "Ha llegado el momento de hablar", ha señalado Timmermans. "El diálogo, la posibilidad de sentarse a debatir, en especial cuando no se está de acuerdo, es la base de la UE", ha subrayado el vicepresidente durante una intervención extremadamente calibrada de antemano.
Timmermans ha ignorado las peticiones de mediación cursadas por el gobierno de Carles Puigdemont, posibilidad rechazada por el Gobierno de Mariano Rajoy. "Se trata de un asunto interno de España (...) que deben resolver los 46 millones de ciudadanos españoles", ha señalado el alto cargo comunitario.
La Comisión Europea mantuvo un perfil muy bajo hasta el 1 de octubre, limitándose a repetir su respeto al orden constitucional español y su rechazo a cualquier consulta ilegal. El 2 de octubre, sin embargo, tras la violenta jornada del 1-O, el organismo presidido por Jean-Claude Juncker hizo por primera vez un llamamiento oficial "a todos los actores pertinentes para que avancen muy rápidamente de la confrontación al diálogo".
El pronunciamiento de la Comisión Europea de este miércoles se ha producido en el marco de un debate impulsado por los principales grupos parlamentarios (popular, socialista y liberal) bajo el título de "Estado de derecho, Constitución y Derechos Fundamentales en España, a la luz de los acontecimientos en Cataluña".
Esos grupos impidieron la semana pasada que llegase al pleno otro debate planteado por los Verdes y más centrado en la actuación del Gobierno central español. Pero el 2 de octubre, el debate se hizo inevitable aunque reorientado hacia el respeto al Estado de derecho.
El líder del grupo Popular, el alemán Manfred Weber, ha calificado al gobierno de Puigdemont de "irresponsable, por dividir al país". El italiano Gianni Pittella, al frente del grupo Socialista, ha lamentado la actuación policial pero alerta sobre "nuevos desastre" si las autoridades catalanas siguen adelante con su intención de declarar la independencia unilateralmente.
El conservador polaco Ryszard Antoni Legutko, en nombre del grupo euroescéptico ERC, ha acusado a la Comisión de doble rasero por no reprochar abiertamente a España la actuación policial del pasado domingo. "Si hubiera sido otro país, la CE hubiera sido mucho más dura", ha señalado en alusión al expediente abierto por Bruselas contra Polonia por una presunta violación de las normas del Estado de derecho.
Por el grupo Liberal, donde conviven, entre otros, los eurodiputados de Ciudadanos y del PdeCat, ha intervenido su lider, el belga Guy Verhofstadt, que ha rechazado la convocatoria del referéndum ilegal pero ha señalado que "los problemas políticos no se pueden resolver solo con los jueces".
El eurodiputado francés Patrick Le Hyaric, de Izquierda Unitaria (que engloba Podemos), acusó al Gobierno central de apostar por "la represión". Y desde los Verdes, la eurodiputada alemana, Ska Keller, además de lamentar la actuación de la policía, instó al diálogo y a la mediación de Bruselas. "La Comisión puede ser un árbitro honesto", señaló Keller.
El debate se ha enmarcado en una estructura rígida para amortiguar las posibles trifulcas. Cada grupo parlamentario podrá intervenir una sola vez y el vicepresidente de la Comisión tendrá un derecho de respuesta al final. En total, tomarán la palabra nueve europarlamentarios (uno por grupo), ninguno de ellos español.
Antes del debate se ha desplegado una estelada en el pasillo del hemiciclo y el eurodiputado liberal Ramón Tremosa (PdeCat) ha repartido flores entre algunos de los asistentes.
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