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La empresa familiar domina el tejido productivo de Cataluña

El 85,6% de las firmas catalanas tienen origen familiar. Dos de cada tres puestos de trabajo lo generan estas compañías.

El peso de la empresa familiar
Carlos Cortinas

Planeta es la sexta editorial del mundo y tiene más de 10.000 empleados en Cataluña. Seat produce 427.000 coches en su planta de Martorell, en la que trabajan 14.500 personas. El gigante farmacéutico alemán Bayern tiene su centro de referencia en España en Barcelona, con 300 trabajadores. Son solo tres ejemplos de grandes empresas que están afincadas en Barcelona y que se exponen a partir del domingo a las consecuencias impredecibles de una posible independencia de España.

El tejido productivo y el empleo en Cataluña, sin embargo, no tiene como principales protagonistas a estos gigantes empresariales. La empresa familiar, especialmente la más pequeña, es la que más actividad y el empleo genera en las cuatro provincias catalanas y por tanto, la que más exposición tiene a los posibles efectos adversos posteriores al 1-0. Una tendencia que es extensible al resto del territorio español. Un informe del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), organismo que reúne a las cien mayores empresas familiares en España (entre las que están Planeta, Mercadona, Bankinter, Riu, Osborne o Gestamp) así lo avala. De las 1,2 millones de empresas que hay registradas en España, 1,08 millones (un 88,8% del total) tienen carácter familiar y una parte importante de estas últimas son pequeñas y medianas. Aunque el porcentaje en Cataluña es inferior a la media nacional (85,6%) sigue representando una parte sustancial de las empresas con actividad. En concreto hay 207.793 compañías de origen familiar y 34.888 que no lo tienen en Cataluña.

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Esos porcentajes son aún más representativos en el caso del empleo generado. Ese mismo informe señala que el número de puestos de trabajo privados en Cataluña asciende a 1,8 millones, de los que 1,24 corresponden a empresas familiares (un 68,2% del total). Dicho de otra manera que dos de cada tres puestos de trabajo proceden de ese tipo de compañías. En este caso, el porcentaje en Cataluña es superior a la media nacional (66,7%).

¿Cuál es el tamaño de estas empresas familiares en Cataluña? De las casi 208.000 empresas familiares en Cataluña, solo el 1,4% tiene más de 250 trabajadores. El restante 98,6% puede ser considerada pequeña y mediana empresa. El 13,5% tiene menos de 25 trabajadores, el 24,7% tiene plantillas que oscilan entre 10 y 19 empleados, el 37,8% entre 20 y 49 personas y el 22,6% entre 50 y 250 trabajadores. El informe recalca que si bien el peso de la microempresa es mucho menor en Cataluña que en España (un 13,5% frente al 24,1% en el Estado), el de la empresa mediana tiene un protagonismo fundamental en Cataluña (22,6% del tejido productivo) frente al 8,7% de la media nacional.

Solo el 1,4% de las firmas familiares catalanas tiene más de 250 empleados

Construcción y comercio

Ese sesgo de la empresa catalana se reproduce en todos los sectores de actividad, aunque es especialmente elevado en el caso de la construcción y del comercio, con porcentajes para las empresas familiares que superan el 80%. Un estudio realizado por Informa D&B, filial de información de Cesce, constata, con datos de julio de 2017, que había más empresas activas en Cataluña que en Madrid y que muchas de ellas estaban precisamente ligadas a los dos sectores en los que hay más empresas de origen familiar. De las 635.704 empresas activas en Cataluña, el 25,8% pertenecen al sector de la construcción y actividades inmobiliarias y el 22,5% al comercio. Ya a mucha distancia aparecen los servicios empresariales.

Las empresas medianas representan el 22,6% del total de la actividad en Cataluña

La actitud con la que habrá que afrontar el escenario posterior al 1 de octubre no será la misma entre esas pequeñas y medianas empresas que entre las multinacionales ubicadas en Cataluña. El primer punto de diferencia lo establece la dependencia del mercado español y su nivel de internacionalización. Las más pequeñas apenas tienen presencia en mercados exteriores y su supervivencia depende en gran medida de la demanda de Cataluña y de las provincias limítrofes. Una estimación realizada por el Centro de Predicción Económica (Ceprede) apunta que de los 65.000 millones que exportó Cataluña, la mitad tuvo como destino la propia comunidad autónoma y la otra mitad se destino a otras provincias o países. Entre aquellas empresas que dependen de la demanda catalana, las empresas familiares de reducido tamaño son las que más peso tienen. Un escenario de secesión, de salida de la UE y de tensiones presupuestarias tendría un efecto devastador sobre estas compañías: los cálculos realizados por el Ministerio de Economía apuntan que el desplome del PIB podría llegar al 30% y más del 75% de los productos estarían gravados con aranceles. Las empresas más pequeñas y dependientes del mercado catalán y español no tendrían margen de actuación.

Las que sí lo tendrían serían las multinacionales, mucho más diversificadas geográficamente y sectorialmente. De hecho, muchas de ellas ya han solicitado a las auditoras planes de contingencia para tratar de diseñar un futuro con Cataluña escindida del resto de España. Ese ejercicio lo han hecho tanto las españolas como las extranjeras. Entre las primeras, el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaime Guardiola, apuntó a principios de septiembre que su compañía no había recurrido a un plan B, pero que veía posible que las empresas prepararan este tipo de alternativas después del 1 de octubre. En esa misma línea, Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, advirtió hace un par de semanas que muchas de las compañías que pertenecen a ese organismo tenían preparados “planes de contingencia” para cambiar las sedes sociales de sus compañías. Entre las más importantes destaca la tecnológica HP, que invierte anualmente más de 60 millones de euros en el centro de impresión que tiene en Sant Cugat del Vallés (Barcelona).

Planes de contingencia

La valoración sobre el proceso de independencia también es diferente en función de si el que lo hace pertenece a una pequeña o mediana empresa o a una multinacional. Un portavoz empresarial ligado a las pymes recalca en declaraciones a Cinco Días que hay que distinguir que distinguir entre lo que opinan los grandes grupos empresariales y las pequeñas y medianas empresas, aunque ambos discursos coinciden en la importancia de España como socio comercial. “Las grandes multinacionales en Cataluña, como CaixaBank, Sabadell o Freixenet, ya han mostrado su rechazo al proceso de ruptura con España y abogan por mantener la relación comercial en el mismo sentido que opera en la actualidad, especialmente a través de la negociación política y económica”, señala. En caso de que no prospere y que se produzca una secesión, estos gigantes empresariales trasladarían su actividad a otros mercados. Las pymes no tendrían esa opción. “La gran mayoría vende sus productos en las cuatro provincias catalanas, en las autonomías vecinas y como mucho a Francia, por lo que una separación del Estado tendría un impacto directo en su facturación”, recalca ese mismo portavoz empresarial.

El informe de Ceprede avala esa tesis. El primer destino de las exportaciones catalanas es la propia comunidad autónoma, a la que se destina más de la mitad de las ventas. La otra mitad se destina al resto de países y autonomías y está muy justificado por la proximidad. El primer socio comercial (en esta clasificación entran comunidades autónomas y países) es Francia, con 10.460 millones. El país vecino ocupaba la cuarta posición en 1995, por detrás de Comunidad Valenciana, Madrid y Aragón. Ya en 2007 escaló a la primera posición y ahí ha permanecido hasta ahora. Francia está seguida muy de cerca por Aragón, con 9.708 millones. Las cinco primeras posiciones las completan Alemania, Italia y la Comunidad Valenciana. Las pymes que venden bienes a Cataluña, Aragón y Comunidad Valenciana serían las más comprometidas.

El impacto en la industria hotelera

Pernoctaciones. Barcelona fue el destino turístico más importante en España por número de pernoctaciones (19,6 millones) y el segundo por número de viajeros (7,5 millones), tan solo superado por Madrid, con nueve millones gracias al tirón de los viajeros internacionales que pasan por el aeropuerto de Madrid Barajas. Un informe elaborado por la consultora Irea compara los números de la industria hotelera entre Madrid y Barcelona y recalca que la capital madrileña está recortando las distancias frente a la catalana, especialmente en lo que se refiere a atracción de inversiones. “Madrid fue el primer destino de inversión hotelera en España en 2016 por delante de Canarias y Barcelona, lo que pone de manifiesto el enorme interés de los inversores ante las excelentes expectativas de crecimiento del turismo en la ciudad”, recalca el informe.

Menos oferta y mayor rentabilidad. El estudio confirma que la oferta hotelera de Barcelona ha crecido ocho años seguidos, “incluso en plena crisis”. Esta solo ha sufrido un parón a partir de la entrada en vigor de la moratoria turística, que suspendía sinedie la concesión de proyectos hoteleros desde 2015, y la puesta en marcha dos años después del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos, que establece restricciones significativas al crecimiento. “La principal consecuencia, y cuyos efectos se dejarán notar en 2017 y años siguientes, será una ralentización del ritmo de crecimiento de la oferta lo que debería permitir seguir mejorando los niveles de rentabilidad de la planta hotelera existente dada la fuerte presión de demanda hacia la ciudad y su extraordinario posicionamiento a nivel turístico”, apunta el informe.

Atentados y referéndum. “Los datos de cierre de 2017 se verán a buen seguro influenciados a la baja tanto por el efecto del reciente atentado terrorista de las Ramblas como por el potencial impacto sobre el turismo de un mes de septiembre presidido por movilizaciones ciudadanas y un clima de crispación en la ciudad, como consecuencia de la convocatoria del referéndum”, opina Miguel Vázquez, socio de la división de hoteles de Irea.

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