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Fondo muy positivo para los próximos trimestres

Tenemos un fondo macroeconómico muy positivo para los próximos trimestres, incluso hasta finales de 2018. Aunque hemos visto alguna debilidad, podemos seguir contando con crecimiento económico positivo en países desarrollados el próximo par de años. En concreto estimamos que la economía mundial puede crecer al 3,2% este año –tras 2,7% en 2016-, por encima de su potencial a largo plazo de cerca de 2,8%. La actividad económica de China es estable y en emergentes las condiciones del mercado laboral sólidas, con estabilización de monedas, de manera que la confianza de los consumidores ha tocado máximos. Al mismo tiempo en Japón estamos viendo algo de inflación. Las previsiones de aumento de beneficios empresariales en Europa están mejorando por primera vez en cinco años y en EEUU son más que razonables.

De hecho llevamos un año disfrutando de un tono positivo en casi todos los frentes, que se han ido despejando, incluyendo las distintas elecciones que ya se han producido en Europa. Además es previsible que en las alemanas Merkel salga reelegida, proporcionando más estabilidad. Respecto a Brexit no parece que haya avance en uno u otro sentido, lo que de momento supone buenas noticias.

De manera que es el primer verano en años en el que el día a día nos ha dejado disfrutar, aunque el oro haya llegado a ser el activo estrella con los misiles de Corea del Norte sobre el norte de Japón.

Los bancos centrales van a marcar el ritmo

El caso es que sin las políticas monetarias coordinadas de los Bancos Centrales puede que no estuviésemos en esta situación macroeconómica positiva. Ahora van a marcar mucho el ritmo en los próximos meses.

Hay que tener en cuenta que han estado tomando medidas extraordinarias de liquidez. El balance conjunto de los tres principales bancos centrales en EEUU, Europa y Japón suma 12 trillones de dólares, lo que ha proporcionado soporte a muchos activos financieros y situado la rentabilidad a vencimiento de la deuda pública de países desarrollados en negativo. Incluso los primeros seis meses de este año los bancos centrales han impreso alrededor de dos billones de dólares y el flujo de liquidez por compras de deuda neta en porcentaje del PIB se ha mantenido entre 13% y 17%. EEUU y las economías emergentes ligadas al dólar han añadido 800.000 millones de dólares a medida que los bancos centrales emergentes han reconstruido reservas de moneda extranjera.

Ahora bien, los bancos centrales van a ir reduciendo sus balances poco a poco, lo que puede afectar a las valoraciones de los activos financieros. La Reserva Federal puede comenzar este año y es probable que el BCE proporcione pistas este otoño, de manera muy transparente, para una reducción de su compra de bonos en 2018.

Estabilidad EUR/dólar en 1,2

Además los mercados están pendientes del tipo de cambio del EUR con el dólar, que anticipa el cambio de signo de política monetaria del BCE. Pero el inversor tiene que estar tranquilo a corto plazo. Es previsible que el EUR cotice en rango entre 1,15 y 1,2 y no se revalorice más allá de 1,2. A este nivel es muy positivo para mercados emergentes y crecimiento global -no hace mucho daño Europa y es beneficioso para EEUU-.

Hay que seguir en renta variable

Aunque sigue habiendo mucha liquidez muchas de las noticias que pueden favorecer las valoraciones se han limitado, como el retraso de la reforma fiscal de la administración Trump. Los crecimientos económicos son positivos, pero no mayores de lo que se esperaba y se está agotando el recorrido al alza en renta variable. Las valoraciones de acciones de EEUU, Europa y Japón están en máximos de años, especialmente en EEUU –50% de la capitalización mundial, donde hemos tomado posiciones cortas por primera vez-.

Así que la reciente corrección ha sido bastante sana, incluso menor de lo que se esperaba a corto plazo. Ha llevado las valoraciones a un nivel más atractivo, con margen para subir hasta finales de 2017. De hecho hay que seguir en renta variable. Las acciones mundiales cotizan a poco más de 15 veces beneficios a un año, dentro de rango histórico, con rentabilidad por dividendo de 2,5%, casi doble que la rentabilidad a vencimiento de los bonos globales. En concreto seguimos positivos en acciones de Japón y Pacifico sin Japón. Japón muestra valoraciones atractivas -10% de descuento respecto a sus pares de mercados desarrollados- con fuerte crecimiento económico, aunque la beligerancia de Corea del Norte haya aumentado el riesgo regional. Además en conjunto las acciones de emergentes pueden seguir aprovechando la debilidad del dólar, si bien hay señales de menor ritmo de aumento de beneficios. Pero las acciones de EEUU son poco atractivas, cotizando al nivel más alto desde 1999 por precio/beneficios y capitalización bursátil sobre PIB –medida favorita de Warren Buffet– en 1,33, cerca de máximos desde el año 2000.

En cuanto a España el ruido en Cataluña no ayuda a atraer inversión respecto a otros mercados, pero en los mercados está más que descontado y no es previsible mayores implicaciones. La renta variable española no está tan cara como otras bolsas, como EEUU, pero hay que ser muy selectivos.

Seguimos positivos deuda emergente moneda local

Mientras en renta fija no hay nada barato e infra-ponderamos bonos y crédito, aunque seguimos sobre-ponderando relativamente deuda del Tesoro de EEUU como cobertura contra cualquier aumento repentino de riesgo. Infra-ponderamos deuda grado de inversión y alta rentabilidad europea -su rentabilidad a vencimiento es de solo 3,1%, menor que la rentabilidad por dividendo-. En este estado de cosas el inversor, frente al depósito bancario puede pensar en fondos flexibles a corto plazo, que incorporan algo de crédito, con riesgo bajo, donde es posible obtener rentabilidades cercanas al 1% a medio plazo.

De todas formas seguimos positivos en deuda emergente en moneda local, que se beneficia de la debilidad del dólar y factores macroeconómicos positivos, con rentabilidades a vencimiento por encima del 6%, aunque los flujos de entrada en la clase de activos han empezado a moderarse.

El inversor precisa orientación

El inversor español, conservador, hasta ahora incluía en su cartera depósitos y de vez en cuando deuda pública española. Pero ahora puede encontrar mucha mayor variedad y diversificar con más activos. Teniendo siempre claro el tipo de inversión, nivel de riesgo a asumir y objetivo de rentabilidad ya no puede permanecer en modo local sino global y el mercado español actualmente proporciona soluciones de inversión para todo tipo de perfil de riesgo, mediante fondos y carteras de fondos. De manera que España es el país europeo con mayor volumen de fondos de terceros España, casi 30%, lo que refleja el esfuerzo de las instituciones financieras por poner en manos de los inversores soluciones eficientes para tomar las mejores decisiones respecto a su situación.

La formación y la cultura financiera han mejorado mucho en los últimos diez años y se ha empezado a invertir en renta variable, aunque queda mucho trabajo pues hay muchos inversores que no dedican el tiempo necesario a planificar sus finanzas. Pero informarse es un acto de responsabilidad necesario.

Inversión temática global en tecnologías disruptivas

Si el inversor quiere algo distinto en renta variable hay un activo pendiente en muchas carteras: inversión temática global en tecnologías disruptivas con fuerte impacto económico. Hay que tener en cuenta que los nuevos modelos de negocio se caracterizan por tener pocos activos en balance pero están afectando a líderes establecidos. Alibaba, líder en comercio al por menor no tiene inventarios, Uber no tiene flota, AirBnd, el mayor proveedor de alojamiento, no tiene inmuebles y Facebook, el medio social más popular, no crea contenidos. Para 2018 un tercio de los líderes en cada industria (seguridad, comercio, automóvil, fabricación, salud, publicidad, finanzas e incluso inmobiliario) se verán afectados, según IDC. A ello se añade que el universo digital (datos creados y compartidos en un año) puede llegar a 44 Zetabites para 2020 (1 Zetabite, equivale a 250 trillones de DVD). Pero 80% de los datos no están estructurados y solo 0,5% se utiliza. Así que es necesario el análisis Big Data, un desafío para la inteligencia artificial. Al mismo tiempo la seguridad cibernética supone un reto para este proceso de digitalización mientras se está desarrollando la tercera generación de robots, con capacidad de interacción mediante procesos cognitivos

Todas estas nuevas empresas están accesibles a través de fondos de inversión. Es el momento de informarse.

Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam.

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