Preocupación por los grandes bancos rusos tras el rescate de Otkritie
Muestra los peligros de un sistema de liquidación de gigantes financieros incompleto Puede que la entidad hubiera comprado demasiado, y de baja calidad
El rescate de Otkritie, uno de los mayores bancos de Rusia, muestra los peligros de expandirse con agresividad y de un sistema de liquidación de gigantes financieros incompleto. También reaviva la preocupación sobre lo que significa para un banco ser demasiado grande para fallar.
Rusia lleva tiempo purgando sus bancos. Eso ha ido a menos en los últimos años debido a que las sanciones económicas y el bajo precio del petróleo forzaron a las entidades más débiles a cerrar o ser absorbidas. Otkritie, entre cuyos accionistas principales está el banco semiestatal VTB, había prosperado absorbiendo compañías rezagadas y haciendo grandes operaciones por cuenta propia, por lo que entró en la lista oficial de entidades sistémicas de Moscú. Eso no lo ha salvado.
Puede que Otkritie haya comprado de más, y de baja calidad. El detonante de su caída fue una advertencia de la agencia de calificación crediticia estatal ACRA en julio, que le puso más difícil tomar prestado. El grupo perdió en torno a un tercio de sus depósitos ese mes. No está claro cuánto costará la limpieza al banco central y al fondo de resolución. ACRA calcula que un quinto de los préstamos es dudoso o moroso.
El rescate también tiene algunas marcas de la vieja escuela. En lugar de resolver el banco y liquidar a los tenedores de deuda absorbente de pérdidas, como intentan hacer ahora los reguladores occidentales después de los rescates de la crisis de 2008, el banco central ruso pondrá dinero directamente en Otkritie, dejando a los accionistas con una participación. Los acreedores subordinados, que temían una casi segura amortización, han visto cómo el valor de sus bonos casi se ha doblado en el mercado secundario. La deuda sénior y los depositantes se salvarán.
Rusia se divide en bancos rescatados y aplastados. Los pequeños y medianos , como el reestructurado Peresvet, entran en la segunda categoría. El otro lado de ser demasiado grandes para fallar, que Rusia parece haber olvidado, es que los bancos sistémicos tienen que hacerse superseguros. El hecho de que Otkritie cayera, después de haber publicado una ratio de capital Tier 1 de más del 12% en diciembre, es cualquier cosa menos tranquilizador.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.