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El caso Popular deja cicatrices duraderas

Los inversores exigirán una prima mayor para financiar los bancos pequeños Es lógico pensar que las entidades de menor tamaño pueden fallar más rápido que antes

Oficina de Liberbank en Madrid.
Oficina de Liberbank en Madrid.Pablo Monge

El modelo español de rescate interno dejará cicatrices duraderas. El rápido colapso de Popular y la venta a Santander dejaron a los titulares de los bonos subordinados sin nada. Los inversores en deuda de otros bancos pequeños, como Liberbank, han respondido de dos maneras: incluyendo en el precio una mayor probabilidad de que las entidades sanas se metan en problemas, y asumiendo que, en ese escenario, su inversión valdrá muy poco, si acaso.

Los bonos Tier 2 de Liberbank cayeron hasta 20 puntos en los dos días posteriores al colapso de Popular. Ahora tienen un descuento del 8% respecto a su valor nominal. Temiendo una espiral de caída de la confianza, la CNMV ha prohibido las ventas en corto.

Es probable que los inversores estén reaccionando excesivamente a la posibilidad de que el banco se meta en problemas. Es cierto que sus activos netos en riesgo valen más que su patrimonio, y sus provisiones están hasta 10 puntos por debajo de la media del país. Sin embargo, tiene una saludable ratio de capital común Tier 1 del 12%. Aumentar las provisiones hasta la media del sector haría bajar la cifra a un todavía manejable 9%.

Sin embargo, el ejemplo de Popular sigue siendo motivo de cautela. Los reguladores se dieron prisa en declararlo inviable cuando empezó a perder depósitos, mientras que otras veces habían mantenido vivos a los prestamistas, ofreciendo fondos de emergencia. A los inversores también les sorprendió la liquidación a la baja de los activos , que dejó sin nada a los accionistas y los bonistas júnior. La conclusión es que los bancos pequeños pueden fallar más rápidamente, y dejar a los acreedores con mayores pérdidas, que antes.

El trauma podría producir algunas oportunidades. Los bonos Tier 2 de Liberbank rinden ahora por encima del 8,5%, unos 2 puntos más que los más bonos convertibles contingentes (cocos) emitidos por CaixaBank, con más riesgo. Parece excesivo. Sin embargo, cuando las aguas se calmen, es probable que los inversores exijan una prima mayor para los instrumentos de capital emitidos por bancos pequeños. Eso elevará los costes de financiación y reducirá aún más los retornos.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de Cinco Días.

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