Jordi Cinca: “Lo de BPA es el equivalente a que mañana cierren Banco Santander”
“No es posible que todo aquello de lo que se acusa a BPA suceda hoy. Ningún banco puede tener actuaciones así” Asume que la banca del país perdió clientes con el fin del secreto bancario pero no a un nivel relevante
Pasó de tratar de potenciar las cuentas de Crèdit Andorrà, como director de banca comercial y miembro del consejo ejecutivo, a luchar por mantener vivo el sector financiero andorrano. Jordi Cinca (Andorra, 1965), ministro de Finanzas de Andorra desde 2011, lidió el escándalo de blanqueo que estalló en Banca Privada de Andorra (BPA) en 2015 y asegura que la lección está aprendida, que hoy día “un banco en Andorra está sometido al mismo nivel de exigencia y regulación que lo está cualquier banco de la UE”.
- R. Después de las medidas adoptadas, ¿existe todavía el secreto bancario en Andorra?
- R. No. Existe en la medida que en España. Una entidad tiene un deber de confidencialidad con sus clientes pero no puede estar por encima de la colaboración en el ámbito fiscal, penal, de identificación de todos tus clientes. En términos de secreto bancario que históricamente hemos entendido ya no existe.
- R. Y, sin ese hecho diferencial, ¿qué le espera a la banca andorrana?
- R. La plaza financiera andorrana tiene que ser capaz de competir con las mismas herramientas que lo hacen otras que habían tenido secreto bancario y basan su competitividad en prestar buenos servicios, productos rentables, ser una alternativa para personas que, siendo transparentes, pagando sus impuestos en su país de origen, quieren diversificar sitios donde tener inversiones.
- R. ¿Y qué esfuerzos concretos está haciendo el sector financiero para lograr sobrevivir?
- R. En los últimos 10 años, todos sus movimientos estaban anticipando este momento. Empezaron un proceso de internacionalización, no [solo] en plazas equivalentes por si desaparece Andorra, se fueron a España, Luxemburgo... Países comunitarios. Y procesos muy similares a los que sigue la banca de cualquier otro sitio: ser mucho más exigentes en eficiencia, reducir a la mitad el número de oficinas. No descartamos que en un tiempo prudencial pueda haber fusiones para coger más cuerpo, más músculo, para afrontar esa internacionalización. En los próximos dos o tres años va a haber movimientos.
- R. ¿Y ese cambio de paradigma, la ha costado a la banca una fuga de clientes?
- R. Seguramente. No ha sido alarmante porque ese proceso ha sido transparente. Se dijo, va a entrar en vigor en tal fecha. La gente tuvo opciones. Algunos dijeron, estos están tomando el mal camino, me llevo el dinero. Otros buscaron, erróneamente pienso yo, estructuras societarias y otros simplemente regularizaron. Seguro que hay gente que se ha ido, pero no ha sido que la banca andorrana se haya quedado al 50% de lo que era en dos años.
- R. ¿Qué papel juega J.C. Flower, que se hizo con Vall Banc, el negocio legítimo de BPA?
- R. Para la plaza financiera andorrana, todo lo que sea que haya actores que no sean exclusivamente locales es bueno. Que un fondo americano como J.C.Flowers, enorme, reconocido, se interesara por establecerse en Andorra es una buena noticia. Opera con normalidad, ha mantenido puestos de trabajo, están contratando gente nueva... Nosotros necesitamos esa internacionalización porque queremos jugar en un mundo global y necesitas marcas de primer nivel.
- R. ¿Están satisfechos con la solución dada con Vall Banc a la crisis de BPA?
- R. Para entender el grado de satisfacción se tiene que entender de dónde veníamos. Uno de los reguladores más importantes e influyentes del mundo señala a una entidad y manifiesta públicamente riesgo de blanqueo. Intentar aclarar si eso es más o menos cierto, ya lo harás, pero esa entidad está muerta, no puede operar más. En un mercado tan pequeño como el andorrano, donde esa entidad pesaba el 20% del total del sistema, supone un riesgo sistémico bestial. Es el equivalente a que de un día para otro te digan: mañana vamos a cerrar [Banco] Santander. El shock es bestial. Estamos satisfechos porque con una actuación muy rápida del supervisor andorrano, avalada por el Gobierno, se consiguió frenar el riesgo sistémico, que este no traspasara a las otras entidades. En un tiempo razonablemente rápido se pasa de una entidad enterrada, con un riesgo real de que todos sus empleados se quedaran sin trabajo, de que todos sus depositarios perdieran su dinero, y además te arrastrara a la plaza a que esta se ha restablecido, la mayoría de clientes han recuperado su dinero y se han salvado la mayoría de trabajos.
- R. Lo aprendido en este episodio, ¿evitará que pueda volver a pasar algo así?
- R. No es posible que todo aquello de lo que se acusa a BPA suceda hoy. Tengo la tranquilidad de que hoy en día ningún banco puede tener actuaciones como de las que se está acusando a BPA. Se ha tomado conciencia de que se tiene que ser muy exigente a nivel de conocimiento de clientes, trazabilidad del dinero, normas antiblanqueo, y en los últimos años se han reforzado todas las medidas.