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Entrevista

Robert Kennedy Jr. "La gente deposita confianza en los Kennedy"

Sostiene que el impuesto a la energía solar carece de sentido Señala que las empresas contaminantes se valen del poder político

Robert Kennedy Jr. a su llegada a la Cámara de Comercio
Robert Kennedy Jr. a su llegada a la Cámara de ComercioPablo Monge

El sobrino del que fue presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy es uno de los líderes más relevantes en su país. Además de empresario y asesor de empresas, es un activista pro desarrollo económico sostenible y de las empresas que apoyan este tipo de crecimiento. De hecho, la revista Time ha considerado a Robert Kennedy Jr., nacido en Washington hace 63 años, hijo de Bobby Kennedy, como uno de los héroes del planeta.

De visita en España, ayer impartió una conferencia sobre los Retos de nuestro tiempo: Greengrowth, innovation & globalization, organizada por la Fundación Incyde. Durante su intervención expuso que la solución a los problemas medioambientales reside en el desarrollo tecnológico. Asimismo, también afirmó que las energías renovables aportan calidad a la democracia y que son las únicas que tienen sentido en un sistema verdaderamente capitalista.

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R. ¿Se puede compaginar el desarrollo tecnológico y el respeto al medioambiente o habría que frenar el crecimiento?
R. Soy muy pesimista sobre el futuro y tengo razones para serlo, tengo siete hijos que van a crecer en un mundo muy diferente al planeta en el que lo hice yo. El clima está cambiando, hay especies que se han extinguido. Sin embargo, la tecnología es lo que brinda razones para el optimismo. Me refiero a la tecnología solar, a la eólica y a los coches eléctricos... Todas ellas ofrecen la oportunidad de cubrir las necesidades humanas con el mínimo impacto en el medioambiente, así que creo que la tecnología es la solución para los problemas ecológicos existentes.
R. Afirma que es pesimista, ¿no hay avances para hacer las cosas mejor?
R. Hay cosas que van a peor, tenemos el cambio climático, hay sequía, deshielo, desaparecen cientos de especies cada día, todo esto es muy negativo. Sin embargo, sí que hay una razón para el optimismo y es la capacidad que ofrece la tecnología para frenar estos problemas. Si bien hay cosas que le están pasando al mundo que son inevitables y no se pueden frenar, si podemos evitar una catástrofe final si hacemos una rápida transición a las nuevas tecnologías que se están desarrollando.
R. ¿Cómo ha influido la globalización en el cambio climático?
R. La globalización es un arma de doble filo. Por un lado, la economía global tiene que ser gestionada para el bien de la gente, de la democracia y del control local. Sin embargo, también puede ofrecer a las corporaciones el poder que quieren y hacer que comercialicen la vida humana. La globalización ha dado más poder a las corporaciones que cualquier otro momento de la historia de la humanidad y esto último es una mala consecuencia, pero ambos efectos ocurren al mismo tiempo.
R. ¿La economía verde es rentable para las empresas?
R. Para la mayoría de las organizaciones sí que es rentable este tipo de economía, pero para otras, como las que se dedican al petróleo o al carbón, no lo es en absoluto porque supone el cese de su actividad. La cuestión es que no podemos seguir quemando carbón y petróleo porque ya disponemos de fuentes de energía alternativa. Así que va a haber una batalla entre ambas formas de energía. Las contaminantes tienen las de perder, por ello están utilizando el poder político para su lucha. Por ejemplo, en España existe una ley por la que se cobra un impuesto por la energía solar. Esto es una locura, solo tiene sentido para la gente que está en la industria del petróleo. Las personas que se dedican al negocio de energía contaminante, tienen a los políticos a su servicio para que aprueben este tipo de directrices para proteger a sus compañías. Así que va a haber una batalla, de la misma forma que la hubo cuando se cambió de un sistema económico basado en la esclavitud, a la revolución industrial. En mi país murieron más de 600 personas porque la gente no estaba a dispuesta a ceder su poder, pero había que acabar con ese sistema porque era inmoral, de la misma forma que el carbón y el petróleo también son industrias inmorales. La transición a tecnologías alternativas nos ofrecerá una sociedad más limpia y un sistema de energía más democrático.
R. ¿Ayuda en cierta medida el apellido Kennedy al luchar por esta causa?
R. Sí, evidentemente, me facilita el acceso para hacerme oír. Además, debido a la buena voluntad de mi familia, la gente ha depositado una confianza en los Kennedy y lo que representan. La verdad que con esto también soy optimista porque el apellido atrae los altos ideales de la experiencia americana.

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