El cocido madrileño con lista de espera
Antonio Cosmen, premio Alimentos de España, regenta una taberna de culto
No tiene estrella Michelin, tampoco está considerado un templo de alta gastronomía española, pero lo que ha conseguido Antonio Cosmen, propietario de la cervecería Cruz Blanca de Vallecas, es algo grandioso. Ha convertido su restaurante en un lugar de peregrinaje para los amantes del cocido. Esta semana ha recibido como restaurador el premio Alimentos de España 2016 que anualmente concede el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
En temporada alta del cocido tiene lista de espera. Para conseguir mesa en el restaurante que regenta en el popular barrio madrileño hay que reservar con unos 15 días de antelación si se desea una mesa entre semana; y si se trata de fines de semana, hasta mediados del mes de mayo no hay disponibilidad alguna de encontrar mesa. El cocido madrileño de este tabernero de origen asturiano y embajador internacional de la cocina tradicional española está reconocido entre los mejores de la capital e incluso ha traspasado fronteras, ya que ha tenido que cocinarlo en países como México.
El secreto no es otro que el intenso sabor de los pucheros caseros y la calidad de la materia prima, un garbanzo y una carne de calidad, el chorizo y la morcilla procedente de su tierra y unas piparras vascas de acompañamiento. El cocido madrileño (21 euros) se sirve en dos vuelcos, la sopa y los garbanzos con la verdura y la carne, e incluye un entrante de croqueta casera. Pero además de cocido, la fabada de Cosmen (17 euros) también ha sido reconocida el año pasado como la mejor de Madrid, y en la presente edición ha quedado en segundo lugar. Los callos a la madrileña (16 euros) también tienen adeptos. Y si sobra algo de sus abundantes raciones, lo envasan al vacío para que el cliente se lo lleve.
Cruz Blanca de Vallecas: calle Carlos Martín Álvarez, 58, Madrid. Tel. 914 773 438. www.cruzblancavallecas.com.